La Escuela infantil de Vilaxoán recibe un nuevo reconocimiento a su modelo arquitectónico
Hace tan solo unos días se daba a conocer el fallo de la tercera edición de los Premios de Arquitectura y Rehabilitación de Galicia 2020. El principal objetivo de estos galardones es el de reconocer los mejores proyectos arquitectónicos realizados y terminados en los últimos años (2018-2019), tanto de obra nueva como de rehabilitación. Así mismo, se distingue la trayectoria profesional de una persona arquitecta en el ámbito gallego y que en esta edición recayó en la figura de Manuel Gallego Jorreto.
Los premios, convocados por el Instituto Galego da Vivenda e Solo y la Consellería de Medio Ambiente, tienen un valor total de 24.000 euros a repartir entre las siguientes modalidades: premio gallego de arquitectura, de rehabilitación y los premios especiales a la trayectoria profesional y a la sostenibilidad. Estos últimos buscan destacar la implementación de una arquitectura responsable con el medioambiente, en particular la Estrategia Gallega de cambio climático y energía 2050.
Segundo galardón para este centro
En Vilagarcía de Arousa, la Escuela Infantil de Vilaxoán obtuvo una mención especial en los premios de arquitectura de Galicia. Entre las actuaciones que no obtuvieron un galardón, el jurado decidió resaltar este proyecto en la "modalidad de arquitectura", encargado por el ayuntamiento de Vilagarcía al arquitecto Iago Rodríguez Puentes en 2018. Con este, la escuela infantil alcanza su segundo reconocimiento, ya en el año 2019 obtuvo un accésit en los Premios Juana de Vega de Intervención en el Paisaje. Ambas menciones destacan la calidad y características del conjunto de la obra en términos de estética, adaptación al entorno y funcionalidad de cara a la actividad para la que fue concebida.
En general, la guardería destaca por su estilo moderno que se adapta a la perfección al casco urbano tradicional que la rodea. El centro tiene una capacidad total de 82 alumnos: un aula para bebés (de 0 a 1 año), dos aulas para niños de 1 a 2 años y otras dos para pequeños de 2 a 3 años, que en la actualidad dan servicio principalmente a los vecinos de San Martín de Sobrán, Sobradelo y Solobeira.
Así es la guardería más moderna de Vilagarcía
El ubicar en un entorno tradicional una construcción moderna reduciendo al máximo el impacto visual y paisajístico era uno de los principales objetivos arquitectónicos a tener en cuenta para la escuela de Vilaxoán. Así, el nuevo conjunto de edificios conserva parte del parcelado original, dejando por ejemplo grandes espacios de huerta en la parte trasera de las naves. Estas edificaciones se conforman por volúmenes simples y cubiertas a dos aguas.
La configuración de la escuela se envuelve en buena parte a través de una cubierta vegetal que ayuda a la transición entre el jardín norte, que separa la carretera, y el patio sur, sobre el que gravita la zona común de la construcción y desde el que se abren el resto de aulas, cuyas fachadas de vidrio a ambos lados presentan una imagen polivalente y realmente luminosa.
En el conjunto arquitectónico destaca el protagonismo que tienen los espacios abiertos y que condicionan la orientación de los frontales. La guardería más moderna de Vilaxoán despunta en gran medida por su forma sencilla, sustentabilidad, eficiencia energética, economía de medios y su integración en el entorno.
El próximo proyecto de Rodríguez Puentes en Vilagarcía
El arquitecto de la Escuela infantil de Vilaxoán, Iago Rodríguez Puentes, será también el autor del nuevo proyecto impulsado por el ayuntamiento de Vilagarcía de Arousa para el albergue de peregrinos de Carril. El diseño sigue la estela del jardín de infancia y espera destacar por su calidad estética, arquitectónica y funcional.
El proyecto reformará la inacabada ampliación de la Casa de Cultura de Carril. Allí se habilitará el moderno y funcional albergue de 443 metros cuadrados de superficie, con una capacidad para 30 personas y dotado de todos los servicios necesarios para el alojamiento de los peregrinos como: zona de recepción, sala de estar, aseos y duchas, taquillas, dormitorios, lavandería, guarda-bicis, terraza o zonas verdes… En conjunto, el arquitecto pretende transformar la edificación en una especie de mirador a la ría, inspirado en las típicas casas marineras gallegas y las industrias conserveras y de salazón.
