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Adif proyecta un innovador sistema de estructuras para la conservación del viaducto del Ulla

La obra prevé crear carros de mantenimiento, escaleras y plataformas por las que se accederá de forma lateral al viaducto, que permitirán inspeccionarlo y reforzar su funcionalidad
Viaducto del Ulla, entre Catoira y Rianxo.
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Viaducto del Ulla, entre Catoira y Rianxo.
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Adif AV ha proyectado un innovador sistema basado en estructuras singulares para las labores de inspección y conservación del viaducto del Ulla, así como para reforzar su funcionalidad. Próximo al estuario de la ría de Arousa, el viaducto conecta las provincias de Pontevedra y A Coruña, entre Catoira y Rianxo, y es la estructura más emblemática del Eje Atlántico de alta velocidad entre A Coruña y Vigo, enmarcado a su vez en la red básica del Corredor Atlántico.

La solución consiste en unos carros de mantenimiento, escaleras y plataformas por las que se accederá por el interior del tablero al viaducto y comprende la creación de cuatro estructuras que permitirán el acceso lateral a diferentes zonas de las celosías metálicas y la losa del tablero; una nave de acopio de los carros de mantenimiento en las proximidades de la pila 9 del viaducto; estructuras auxiliares de acceso y tránsito por el interior del tablero; y las obras complementarias para el suministro de energía eléctrica a los carros de mantenimiento y la nave, abastecimiento de agua y caminos de acceso desde la red viaria a la explanada de la nave.

La solución, adjudicada a la UTE integrada por Dragados y Tecsa, representa una inversión de 6,8 millones de euros.

Récord mundial en su tipología

El viaducto del Ulla, de doble vía y con 11 pilares, dispone de 3 vanos principales y varios de acceso de 120 metros de luz. El vano central, de 240 metros, representó en su momento un récord mundial en su tipología (tablero mixto hormigón-acero), superando los 208 metros del puente de Nantenbach (Alemania).

La complejidad de la estructura metálica de su tablero, con más de 20.000 toneladas de acero y piezas de hasta 17,5 metros de canto, requirió el desarrollo de un sistema de control de ejecución pionero en España.

El viaducto se encuentra en un entorno natural único y su diseño y construcción promovió una óptima integración en el entorno, en base a una reducción del número de pilas ubicadas en el cauce; el desarrollo de un proceso constructivo con la máxima independencia al cauce y sus riberas y la minimización del impacto visual.

El sistema constructivo redujo las afecciones al cauce del río: para las 3 pilas ubicadas en el cauce se construyeron isletas con escolleras y tablestacas, tanto para la ejecución de la cimentación como para el proceso de montaje del viaducto. Además, se realizaron análisis de la calidad de las aguas durante la obra, con un complejo equipo de seguimiento y análisis instalados en la zona.

El viaducto del Ulla fue galardonado con el Premio San Telmo 2015, del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Galicia por su calidad técnica y constructiva y su impacto positivo sobre la calidad de vida de los gallegos. Asimismo, fue reconocido por la International Association for Bridge and Structural Engineering (IABSE) con el galardón Outstanding Structure Award 2016, en calidad de finalista.

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