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Los dueños de los perros que atacaron a una ourensana alegan que ésta y su marido los trataban mal

La mujer denunció que los canes la acorralaron y mordieron, pero los dueños relataron que el marido de la damnificada había llegado a introducir una escopeta entre los barrotes de la finca en la que estaban los animales y explotado un petardo junto a uno de ellos

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Este pasado miércoles se ha celebrado el juicio contra una pareja propietaria de unos perros que, presuntamente, el 26 de enero de 2023, atacaron a una vecina en la aldea de Barxés, en Muíños.

Según recoge Europa Press, en la fecha citada, la víctima -que no declaró en el juicio pues estaba propuesta como testigo solo por el letrado de la defensa, que renunció en sala al testimonio- se desplazó a una finca suya en la búsqueda de verduras. Tal y como denunció, los perros de sus vecinos la agredieron en el camino, la acorralaron y la mordieron en distintas partes del cuerpo, entre ellas la cara.

En lo tocante a la acción civil, se produjo un acuerdo entre las partes, aceptando la aseguradora de uno de los animales, un american stafford, a indemnizar a la perjudicada con 12.300 euros. Sin embargo, la acusación particular también solicitó dos años de prisión para el matrimonio acusado.

Para el Ministerio Fiscal no hubo imprudencia grave

Por su parte, el Ministerio Fiscal no acusa en este procedimiento al considerar que no existió una imprudencia grave que constituya delito. Tal y como explicó su representante, el hecho de que los perros se escapasen de la parcela y se encontrasen sin bozal no es suficiente para imputar un delito de imprudencia.

Del mismo modo, el abogado defensor solicitó la absolución de sus patrocinados argumentando también que no hay ninguna prueba de imprudencia.

Declaraciones

En la vista, solo declararon los dos acusados y dos testigos, uno de ellos, novio de la sobrina de los acusados.

Según la versión del matrimonio, los perros se escaparon en un despiste cuando la mujer salía a tirar la basura, dejando la puerta cerrada pero sin pasar la llave y los perros, saltando, consiguieron abrirla y salir.

Han mantenido que eran animales dóciles y que solo actuaron así porque la víctima y su marido tenían una animadversión reconocida hacia los perros. Tanto así que, según su relato, el hombre llegó a agredirlos a través del cierre de barrotes y alambrada que tiene la finca.

"En una ocasión, yo estaba desayunando y escuché un estallido; había metido un petardo en una caña que explotó junto a la cabeza de mi perra", ha profundizado la acusada, explicando que habló con el vecino tras ese incidente y él le dijo que "creía que esa era una forma de dominar a los perros". "Le dije que no y que no lo hacía bien", indicó. También rememoró otro incidente en el que, según su recuerdo, el hombre introdujo una escopeta entre los barrotes.

La defensa y los encausados señalan que no tienen denuncias ni quejas de más personas con incidentes con los perros, y en el juicio han indicado que no paseaban a los canes por el pueblo solo por los problemas con estos vecinos.

En la sala solo han comparecido como testigos el novio de la sobrina de los acusados, que vive enfrente de la vivienda y que ha asegurado que "los perros son muy dóciles"; así como un trabajador que en algún momento realizó obras en casa de la familia y también sostuvo la docilidad de los cánidos.