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No habrá toros en Olot (por ahora): el Ayuntamiento rechaza la solicitud de la Fundación Toro de Lidia

Desde el consistorio insisten en que "la voluntad reiterada y mayoritaria de la ciudad es que no haya espectáculos taurinos". 

17 febrero, 2019 11:27

El Ayuntamiento de Olot ha desestimado la instancia presentada por Victorino Martín, presidente de la Fundación Toro de Lidia, en la que solicitaba la "cesión de la plaza de toros" para la organización de "un festejo mixto", lo que supondría la vuelta de los toros a Cataluña, comunidad en la que se celebró la última corrida en Barcelona en 2011.

La solicitud rechazada estaba firmada por los representantes de la Federación de Entidades Taurinas de Cataluña, de la Escuela Taurina de Cataluña, de la Asociación de Criadores de Toros de las Tierras del Ebro y la peña taurina local de la Garrotxa. 

En la notificación enviada a la sede de la Fundación en Madrid, a la que ha tenido acceso este diario, el Ayuntamiento justifica su decisión en tres puntos.

El primero, recuerda que el 29 de junio de 2004 el pleno del Ayuntamiento "declaró Olot ciudad contraria a las corridas de toros y amiga de los animales".

El segundo, por la decisión adoptada el 16 de junio de 2016 "para dejar de organizar correbous en la ciudad, de acuerdo a la consulta popular realizada al amparo de la Ley 10/2014, de consultas populares no referendarias y otras formas de participación ciudadana". 

El tercero, "la voluntad reiteradamente expresada y mayoritaria de la ciudad es que no haya espectáculos taurinos ni con toros". 

Resolución Ayuntamiento de Olot

Resolución Ayuntamiento de Olot

"Son argumentos jurídicos muy débiles", explica a EL ESPAÑOL el notario Fernando Gomá, vicepresidente de la Fundación. "De hecho, el tercero ni siquiera es un argumento juridico. Es populista y se refieren a consultas sin validez".

"La Fundación va a recurrir esta decisión administrativa como se recurrió en Villena. El camino para que haya toros en Olot sigue su curso", señala. "Que rechazaran ceder la plaza de toros era la posibilidad más clara".

Chapu Apaolaza, portavoz de la entidad, es optimista. "Seguro que habrá toros en Olot. Sabemos que pueden no gustarle los toros, pero es una manifestación cultural que hay que proteger. Ningún Ayuntamiento puede decir que no quiere la poesía, por ejemplo".

"Nos ha sorprendido la respuesta porque sus argumentos son arbitrarios. La decisión es política. Los tribunales ya han rechazado este tipo de decisiones previamente".

La FTL se agarra a la jurisprudencia para lograr su objetivo. "Nuestros argumentos son compactos. La comisión jurídica ya está trabajando en el recurso", comenta Apaolaza.

Tres sentencias clave

La Fundación inició los trámites para recuperar el toreo en Cataluña con el viento de cola de las últimas sentencias que dan la razón al sector taurino frente la “arbitrariedad” de algunos políticos. La última, redactada por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, condenó al Ayuntamiento de Villena, que se había negado a autorizar la celebración de una corrida, obligándole a pagar las costas procesales.

Así, el TSJCV entendió que un Ayuntamiento no tiene potestad para negar la organización de un festejo taurino porque “la prohibición es competencia estatal”. “Se evidencia que los motivos por los que se deniega la organización de la corrida de toros son contrarios a derecho, [...] basándose en opiniones subjetivas [...] y ponen de manifiesto la arbitrariedad de la resolución recurrida”.

Otra sentencia clave es la del Tribunal Constitucional que anuló por mayoría la ley balear de toros, que prohibía la intervención de picadores, las banderillas, estancia en chiqueros o la muerte del toro.

El TC considera a las corridas de toros una institución que forma parte de la cultura española y del patrimonio cultural común protegido por la Constitución, cuya defensa está encomendada al Estado en el artículo 149. Para el alto tribunal, la ley balear “desnaturaliza” esa manifestación cultural hasta hacerla irreconocible.

En 2016, el Tribunal Constitucional ya se pronunció sobre la prohibición del Parlament que dejó a Cataluña sin corridas de toros. La mayoría de los magistrados estimaron que la Generalitat había “menoscabado” la competencia estatal para “preservar el patrimonio común”.

Según la sentencia, la norma “menoscaba las competencias estatales en materia de cultura, en cuanto que afecta a una manifestación común e impide en Cataluña el ejercicio de la competencia estatal dirigida a conservar esa tradición cultural".

"Amplio respaldo civil en Olot"

La localidad de Olot ha sido la elegida para iniciar la resurrección de la industria en esta región por su plaza de toros, que es de titularidad pública y de construcción fija, por la presencia del novillero Abel Robles y “el amplio respaldo civil que existe”. El aspirante Robles debutó “en 2010” y desde entonces “ha participado en varios festejos de España y Francia como embajador de su municipio”. En su debut en Las Ventas dio una vuelta al ruedo. Sufrió un ictus en septiembre del que ya se ha recuperado.

Además, Olot cuenta con una larga tradición taurina. Su coso es el más antiguo de Cataluña, construido en 1859, aunque la primera lucha documentada en Olot entre el hombre y el toro data del siglo XVII. Con Ulldecona, constituye la primera referencia de fiestas con toros en la región. Esta tradición, dice la FTL, “ha ido configurando parte de la esencia y el carácter cultural de la ciudad”.

En el año 2000 el Ayuntamiento declaró a la localidad antitaurina. Los aficionados consiguieron que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña les diera la razón y en 2003 volvieron las corridas a Olot, tras una moción presentada por un concejal del PP. Hubo empate en un tumultuoso pleno, deshecho por el voto de calidad del alcalde socialista de entonces, Lluis Sacrest. En 2005 se celebró el último festejo.