García Padrós, sobre la cornada de Alejandro Talavante: "Tenía la zapatilla llena de sangre"

Alejandro Talavante fraguaba una tanda por la derecha al quinto cuvillo de la tarde cuando sucedió: el toro le alcanzó el muslo de un derrote veloz, enterrando el pitón a la altura de la rodilla. "La cornada es extensa", explica Garcia Padrós, el cirujano de la plaza de toros de Las Ventas a este diario. El parte médico describía 20 centímetros hacia dentro. "Por suerte fue superficial, no toca músculos ni nada más", señala el médico.

Cuando salió del trance, un agujero asomaba en la pierna. Caía un hilo de sangre. "En esa zona hay de todo. La cornada ha despegado el tejido que envuelve el músculo y sangró. Hay que vigilar ahora para que no se produzcan hematomas ni ninguna otra complicación".

Talavante volvió a la cara del encastado Nenito hasta lograr cortar una oreja. En la enfermería derramó la sangre acumulada. "Cuando se quitó la zapatilla lo manchó todo. Dejó huella", bromeba el doctor.

Talavante fue operado en la enfermería de la plaza. "Se exploró, se vio que no había ninguna afectación muscular". Este jueves García Padrós pasó por el hospital para curarlo. "Ha ido todo bien, se le ha curado la herida con normalidad". Y el matador ha recibido el alta hospitalaria. "Terminará la recuperación en casa".

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Parece muy probable que haga el paseíllo el próximo 6 de junio, en el tercero de sus cuatro compromisos en Madrid, para matar la corrida de Victorino Martín. "Si lo hace lo hará seguro con los puntos puestos".