Nueva Zelanda vuelve a situarse en el foco de atención gracias a sus políticas en torno al vapeo. Si hace apenas unos días se ponía en marcha un nuevo marco normativo para regular el uso y consumo del cigarrillo electrónico, ahora el país oceánico ha revelado los resultados de una encuesta donde afirma que cada vez son más los fumadores que echan mano a los nuevos dispositivos para abandonar de una vez por todas el tabaco.

El Departamento de Salud Pública de la Universidad de Otago, en Wellington, asegura en su investigación que entre 2016 y 2018 el uso de los cigarrillos electrónicos ha aumentado entre las personas que dejaron de fumar. Concretamente, un 78% de los usuarios emplea el cigarrillo electrónico para cesar en su adicción al tabaco.

Los participantes de este estudio fueron seleccionados a partir de la Encuesta de Salud de Nueva Zelanda, con muestreo representativo a nivel nacional, donde se les preguntó acerca de su comportamiento ligado al vapeo, la percepción que mantienen sobre el mismo y cuáles son los motivos de su uso. Como parte del proyecto de Evaluación Internacional de Políticas de Control del Tabaco (ITC), la encuesta señala que los principales consumidores del cigarrillo electrónicos son principalmente jóvenes, de 18 a 24 años, que han dejado de fumar recientemente.

El profesor Richard Edwards, principal autor de la investigación, se ha mostrado optimista al dar a conocer estas cifras: “esto sugiere que los cigarrillos electrónicos están contribuyendo a reducir la prevalencia del tabaquismo y a lograr el objetivo marcado por la iniciativa Smokefree 2025 para convertirnos en un país libre de humo en el 2025”.

Sin embargo, hasta entonces queda camino por recorrer. El estudio también ha alertado sobre algunos fumadores que confiesan haber vapeado a modo de prueba sin llegar a planteárselo como una alternativa real frente al tabaco. Si bien algunos lo consideran menos satisfactorio que el fumar, destaca que un 39% crea erróneamente que estos dispositivos son iguales o más dañinos que el cigarrillo tradicional.

Los investigadores denuncian que estas creencias son un indicativo de la necesidad urgente para educar a la opinión pública sobre el vapeo. Conscientes de ello, el Ministerio de Salud neozelandés, junto a la Agencia para la Promoción de la Salud (HPA), han puesto en marcha Vaping Facts, un portal que detalla a través de la evidencia científica cómo el cigarrillo electrónico contribuye a la reducción del daño por tabaquismo.

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