Dentix llevaba meses coqueteando con el cierre, posponiendo citas y usando el coronavirus como coartada para excusarse por la demora en los tratamientos. Hasta esta semana, cuando, por fin, ha hecho oficial el peor de los pronósticos: se ha declarado en concurso de acreedores ante la imposibilidad de hacer frente a sus deudas con sus principales financieras: KKR, BBVA y Celtelem. “Nosotros lo veíamos venir, pero no sabíamos nada. Nos hemos quedado colgados”, se quejan, enfadados, muchos de sus pacientes en conversación con EL ESPAÑOL.

En total, hay más de 100.000 afectados entre las 180 clínicas que tenía repartidas Dentix por España, según cifras de Adicae (Asociación para la Defensa de Consumidores y Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros). Todos ellos, desde hace meses, llevan organizándose a través de diferentes plataformas para reclamar. Pero, ¿cómo? ¿es posible todavía que les devuelvan su dinero o están totalmente perdidos? Depende de la situación de cada paciente.

El primer tipo de afectado es el que ha sufrido la mala praxis por parte de Dentix. “Estos tendrán que reclamar a la clínica dental, pero también al odontólogo que les atendió, que no puede excusarse en que era un mero trabajador. Hizo mal su trabajo y eso ha derivado en otros problemas”, explica Rubén Sánchez, secretario general de Facua-Consumidores en Acción. "El segundo afectado más común es el que inició un tratamiento que no ha finalizado", añade.

Clínicas Dentix, cerradas por la quiebra de la empresa.

Ambos tendrán que seguir los mismos pasos a la hora de pedir responsabilidades. “Lo primero, reclamar a Dentix, a la aseguradora de la clínica y a la financiera para que cancele los pagos. Y después pasar a la vía judicial si no se ha resuelto el problema”, cuentan desde Hemis abogados a EL ESPAÑOL. O pueden hacerlo a través de las asociaciones de consumidores como Facua. “Nosotros hemos creado una plataforma de afectados en la que asesoramos gratis. Después, los que quieran ir a la vía judicial sólo tendrán que hacerse socios de Facua (69 euros anuales más los 30 de inscripción). Hay ya 800 interesados”, asevera Rubén Sánchez.

Devolución

Los afectados que tendrán más sencillo que les devuelvan el dinero son los que hicieron frente a su tratamiento con una entidad financiera externa a Dentix. En este caso, al no haber disfrutado de lo contratado –ya sea un implante, una endodoncia u otra intervención–, los pacientes que pueden acoger a una norma que les permite recuperar la totalidad (o parte) del dinero invertido. Para ello, tendrán que presentar una reclamación por escrito ante su banco explicando la situación. Ninguno de estos necesitará abogado, según la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios).

Los otros afectados, los que hayan iniciado el tratamiento sin financiación, tendrán que acudir al concurso y ponerse a la cola de los acreedores. En este caso, las probabilidades de que Dentix les devuelva su dinero son pocas. En primer lugar, por la mala situación económica de la cadena de clínicas dentales; y en segundo lugar, porque el consumidor es el último a la hora de repartir el dinero.

Puede ocurrir, no obstante, que en este proceso se les ofrezca a los afectados seguir con el tratamiento en otras clínicas. Ya ocurrió en el caso de iDental, cerrada en 2018. Entonces, muchos de aquellos pacientes tuvieron la mala suerte de ser reubicados en Dentix, donde han vuelto a vivir la misma pesadilla. “El proceso, en cualquier caso, será lento. iDental, por ejemplo, está en la vía penal. Y el caso es prácticamente el mismo esta vez”, lamenta Rubén Sánchez.

Dentix ofrece el 15% de descuento incluso después de cerrar.

La historia, por tanto, va para largo y responde a los mismos patrones en la mayoría de los casos. Todos los ‘estafados’ llegaron a las clínicas para solucionar sus problemas dentales: pasaron a Dentix atraídos por una marca –en teoría– fiable, recibieron un presupuesto muy ajustado, buenas condiciones para financiarlo y la garantía de que todo saldría bien. ¿Y qué hicieron? Picar. 

Afectados:

Porfirio (Sevilla)

Porfirio es uno de esos 100.000 afectados. Acudió a Dentix hace cuatro años. “Me hicieron un presupuesto para hacerme cuatro implantes y seis coronas”. Ese día empezó su pesadilla. “A los tres meses de ponerme los implantes, se aflojaron los tornillos de las coronas”. Tuvo que acudir a que se los apretaran hasta en cuatro ocasiones. Sus problemas fueron a más hasta que en junio tuvo que volver al cirujano. “Me habían dicho que era a coste cero por los errores en mi tratamiento, pero al llegar me pidieron que volviera a pagar”.

A sus 62 años, se dirigió a Facua para denunciar a Dentix. “Al final, me tuve que hacer una prótesis de quita y pon con otro dentista porque no tenía dientes”, lamenta. Pide que le devuelva, al menos, el coste aproximado del tratamiento, que ronda los 5.000 euros. Se conforma con eso. Aunque insiste: también tendrían que pagarle por los daños causados durante los últimos cuatro años.

Manuel (Málaga)

Manuel entró en Dentix en Navidades atraído por una oferta que anunciaba un 25% de descuento en todos los tratamientos. Ya había pasado por otras clínicas y tenía varios presupuestos para “arreglarse la boca”. “Me dijeron que se me quedaba en 6.900 por los 8.000 que me daban en otros sitios”, reconoce, todavía sorprendido, en conversación con este periódico. Firmó su financiación y la de su mujer, a la que le tenían que sacar una muela. En total, 13.000 euros.

Manuel, afectado por la quiebra de Dentix.

Le dieron cita para el 20 de enero con el cirujano. “Aquello era un brujo. Lo que hizo fue sacarme todos los dientes que llevaba y me puso ocho implantes. Parecía que había peleado con Urtain. Salí de allí con sangre en la cara. Entonces me dicen que tengo que esperar unos meses...”, prosigue. En marzo, con la Covid, suspendieron su tratamiento. “Yo me temí lo peor. Empecé a ver noticias de que no iba bien la empresa”, cuenta.

Estuvo cuatro meses sin dientes, sin poder hablar… y sin solución. Llamó, en la reapertura de las clínicas, hasta en más de cincuenta ocasiones. No le cogieron el teléfono en ninguna. Al final, se ha tenido que poner en manos de otro dentista para poder seguir el tratamiento. “Les he denunciado a través de Jurisleg y ha dejado de pagar a la financiera a la espera de que se resuelva el problema". Eso sí, lo han metido en las listas de morosos por no abonar 900 euros de un tratamiento que no está recibiendo.

Soledad (Huelva)

Soledad acudió con su marido, Domingo, a una clínica de Dentix hace cinco años. “Nos atendió el subdirector y nos dio un presupuesto. No nos cuadraba y nos lo bajó por debajo de lo que esperábamos. Al final, fuimos al día siguiente y le dijimos que sí, aunque sospechábamos”, reconocen ambos.

En su primera cita, Soledad se encontró con la peor de las noticias posibles: tenían que hacerle varias ondodoncias, tallarle los dientes y ponerle coronas arriba y abajo… “Un proceso muy largo. No le pusieron la primera corona hasta que llevábamos dos años de citas”, explica.

Soledad, afectada por la quiebra de Dentix.

Después, llegó el momento de los implantes: “Le dijeron que se los tenían que poner y no era así”. Fue la primera de las sorpresas: “Nos dijeron que lo que se tenía que hacer en la parte de abajo no lo cubría el primer contrato y que teníamos que hacer otro. Al final, accedimos”. Fue el fin de su tratamiento a medias.

Tras el coronavirus, “nos llamaron para darnos cita, pero nos las cancelaban continuamente diciéndonos que no tenían médicos”. Domingo intentó paralizar los pagos con Dentix, pero todavía está esperando respuesta. Ha puesto su caso en manos de Jurisleg. Su mujer todavía tiene que gastarse 1.600 euros para poder recuperar su salud dental.

José Antonio (Madrid)

José Antonio empezó el tratamiento en febrero, poco antes del confinamiento. “Fui porque me quería sacar dos muelas que se me movían. Me hicieron una radiografía y me dijeron que tenía la dentadura muy mal, que tenían que ponerme dos implantes y ponerme el paladar de abajo”, cuenta a EL ESPAÑOL. Firmó la financiación. En total, 4.000 euros.

Antes del confinamiento, le hicieron los dos implantes. Pero no llegó a finalizar su tratamiento. “Me dijeron que tenía que esperar a que se me curaran las muelas y me pusieron un paladar provisional. Ahora, cuando volvieron a abrir, me cancelaron todas las citas con la misma excusa: ‘No tenemos material’”. Abonó hasta agosto el importe correspondiente (800 euros en total) a la financiera y no ha vuelto a pagar desde entonces arguyendo que no recibe su tratamiento.

De momento, va a esperar la resolución. “No me voy a meter en otros 4.000 euros”, reconoce. Ha puesto su caso en manos de Facua para ver cómo puede retomar su tratamiento –en el caso de que sea posible–. Es uno de los candidatos a ser reubicado en otra clínica.

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