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Las claves

Hay personas que compran vivienda para vivir. Pero también las hay que la utilizan como inversión. Estos últimos, con esta estrategia, buscan dos cosas, principalmente: seguridad y alta rentabilidad.

Sin embargo, y como en cualquier operación, pueden gozar de las mieles del triunfo, o que el movimiento les ‘salga rana’. Pau Antó, experto inversor inmobiliario, ha dado algunas claves para salir victorioso en estas lides.

“Los pisos que compro religiosamente son aquellos situados en barrios que están empezando un proceso de gentrificación”, explica en un vídeo de su canal de YouTube.

Revalorización entre el 40% y el 60%

Pau Antó tiene más de 13 años de experiencia en el sector inmobiliario. Y afirma haber gestionado más de 100 millones de euros sin pérdidas.

¿Qué significa eso de la gentrificación? “Es cuando un barrio que antes era barato y poco atractivo para la mayoría empieza a transformarse”, explica Antó.

Es decir, un lugar al que llegan nuevos negocios, gente joven, y gente con más poder adquisitivo. Por lo tanto, y según sus propias palabras, “poco a poco el barrio se va poniendo de moda y va cambiando”.

¿Consecuencia? “Esto hace que suban tanto los precios de compra como también los alquileres. No me refiero a barrios ya gentrificados como Malasaña (Madrid). Esos ya subieron, pueden seguir subiendo, pero la gran subida ya la hicieron”, matiza.

Y añade: “Me refiero a barrios donde puedes ver esas pequeñas señales antes incluso de que exploten y que haya una verdadera oportunidad. ¿Cuáles son las señales que el experto busca en estos casos?

“La primera señal puede ser ver cafeterías, algunas franquicias, algunos negocios internacionales que empiecen a abrirse en esa zona”, relata.

“La segunda señal puede ser estudios de arquitectura, startups, coworkings, empresas más modernas, más actuales de los tiempos corrientes”, continúa.

¿Y la tercera señal? “Puede ser que el precio por metro cuadrado ya ves que está subiendo más rápido, empieza a subir más rápido que los barrios colindantes”.

Ahora bien, la pregunta que se puede hacer quien esté interesado en seguir sus consejos es por qué funcionan este tipo de señales.

“Porque en 3-5 años estos barrios se revalorizan generalmente entre un 40% y un 60%. Mientras tanto, los alquileres también van subiendo gradualmente”, razona Pau Antó.

Y concluye remarcando que “esto se produce porque llega población con mayor poder adquisitivo y eso genera un doble beneficio: un alquiler creciente y una revalorización del inmueble también creciente”.