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Las claves

La crisis de la docencia es un tema que cada vez resuena más entre los españoles. Con profesores que dejan la educación decepcionados con lo que se ha convertido y los que se plantean dejarlo, tanto es así que, según los datos, cinco de cada diez docentes se plantean dejar la profesión.

Muchos de estos profesionales denuncian maltrato en el aula, pérdida de autoridad como docentes y una importante falta de concentración por parte de los alumnos. A esto se suman problemas salariales y que la mitad del profesorado actual supera los 50 años.

Con esto, en los centros públicos españoles hacen falta 45.000 docentes. Marta es profesora de Primaria y explicó por qué hacen falta tantos trabajadores en este sector en el programa de radio Herrera en Cope.

"Falta de respeto y apoyo"

La docente expresó que "hay varios motivos por los que cada vez menos personas quieren dedicarse a la educación, entre ellos que los sueldos son poco competitivos, entre 1.200 y 1.500 euros en centros concertados, en centros privados serían algo mayores".

Además de esto comentó que estos salarios son "nada negociables" y agregó como otros motivos "la falta de respeto y de apoyo que hay en muchas de las aulas, también hay que destacar las reformas constantes, los cambios que sufre el sector educativo y la sobrecarga laboral".

La tétrica realidad de este sector es que, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), al menos ocho de cada diez profesores denuncian haber sufrido agresiones o insultos en clase.

Por otro lado, al menos el 18% del profesorado considera que es imposible mantener el orden en clase. Así, lo confirmó el testimonio de Eduardo, profesor de inglés y bachillerato, que también habló en el programa.

El profesor confesó que desde "el primer momento" se tuvo que enfrentar a que le faltasen el respeto: "Desde escrituras en la pizarra insultándome, alumnos que iban a mi casa a tirar bolitas de papel, para ellos era una broma".

Agregó que la situación fue subiendo de tono hasta que comenzaron a insultarlo directamente y controlar las clases se convirtió en una tarea imposible a partir de allí: "Gritaban, chillaban, tiraban bolitas de papel cuando uno está girado, situaciones así".

Todo esto, según comentaron en Herrera en Cope, ocasionó que Eduardo se diera de baja por ansiedad, insomnio y malestar, producto del maltrato al que fue sometido por parte de sus alumnos.

Finalmente, la falta de docentes, como explicaba Marta al principio, está relacionada con el salario y que muchas veces en un centro o empresa privada es posible conseguir un salario mucho más alto.

Este es el caso de Samuel, profesor de Matemáticas en tercero y cuarto de la ESO, que ejerce la docencia "por vocación", ya que su padre también fue docente.

Sin embargo, confesó que esta elección laboral probablemente supuso sacrificar un mejor salario: "Lo mío es por vocación y sacrificar el poder vivir fuera de casa y, sobre todo, el salario, seguro que un mejor salario se habrá perdido en el camino".

De esta manera, el profesor también destacó el problema de concentración de los alumnos como consecuencia del uso continuado de redes sociales: "Ellos viven en un mundo que todo va muy rápido y a golpe de deslizar el dedo en la pantalla del móvil y eso cuesta, sobre todo en matemáticas".

Con esto, la suma de estos factores da como resultado que en las últimas oposiciones al menos una de cada cuatro plazas quedase desierta, a pesar de que se presentaron 150.000 aspirantes para 23.000 puestos.