Montaje de Erick Schwember con emigrantes latinos buscando vivienda en una foto creada con IA.

Montaje de Erick Schwember con emigrantes latinos buscando vivienda en una foto creada con IA.

Sociedad

Un inmigrante latino alucina con la odisea de alquilar: “Jamás imaginé que sería uno de los mayores desafíos”

Erick Schwember, experto en ventas, nos explica las muchas trabas con las que se encuentran los emigrantes para encontrar vivienda de alquiler.

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Alquilar vivienda no es lo que se dice un camino de rosas para muchas personas. Varios son los aspectos que hacen realidad esta afirmación. Uno de ellos tiene que ver con la caída de la oferta; otro, con los precios.

Por ejemplo, en la última estadística elaborada por Idealista, el precio del alquiler medio en España fue de 14,6 euros el metro cuadrado durante el mes de julio. Es decir, un incremento del 10,9% interanual.

Una situación que afecta a todos por igual. ¿O no? Si cogemos el testimonio de Erick Schwember, hay diferencias.

“Cuando llegué a España como inmigrante latinoamericano, jamás imaginé que alquilar una vivienda sería uno de los mayores desafíos”, afirma en la red social LinkedIn.

¿Por qué esta aseveración? A continuación, te contamos cuál fue la experiencia de Erick y la solución final que acabó encontrando.

Acceso bloqueado

En su explicación en LinkedIn, Erick Schwember (experto en ventas) se lamenta de un hecho que suele suceder a menudo.

“A pesar de que muchos latinos llegan con experiencia profesional, compromiso y voluntad de trabajar, el acceso al alquiler está prácticamente bloqueado para quienes no tienen nómina española, contrato indefinido, aval bancario o la capacidad de adelantar 6 o 12 meses de pago del alquiler”, subraya.

En su caso, relata, logró resolver la situación “de forma relativamente sencilla antes de llegar a España”. ¿Cómo? “Desde Chile, a 10.000 km de distancia, seguí el único camino que conocía: construir confianza”.

Algo que hizo de la siguiente manera: “Optimicé mi perfil de LinkedIn para convertirlo en mi carta de presentación. Creé perfiles en Idealista que vinculaban a mi LinkedIn, invitando a agentes y propietarios a conocer quién era yo realmente”.

Pero hubo más: “Cuando lograba hablar con ellos, no trataba de convencerlos con papeles que no tenía, sino con lo que sí tenía: mi palabra, mi seriedad, mi compromiso de cuidar ese piso como si fuera propio”.

¿Resultado? “Al final, logré lo que parecía imposible: alquilar un piso frente al mar, desde Chile, 100% en remoto. Nos bajamos del avión, y al día siguiente ya estábamos empadronados”.

Falta de confianza

Eso sí, reconoce que “este no es un método que todos puedan aplicar. No todos tienen la experiencia comercial, las herramientas digitales, o simplemente el tiempo mental para crear desde cero esa confianza”.

Además, matiza que “no pude ignorar lo que vi a mi alrededor”. ¿Y qué es lo que vio? “Familias responsables, con hijos, quedaban fuera del sistema sólo por no encajar en el molde financiero tradicional”.

Y remarca que, quedaban fuera, “no por falta de mérito, sino porque el sistema no está diseñado para confiar en quienes aún están empezando desde cero”.