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La logística es un sector esencial para el funcionamiento del país, pero muchas veces invisible.

Pocos conocen las condiciones reales de los camioneros, una profesión dura, exigente y que, a pesar de todo, escasea de personal.

En España, cada vez es más difícil encontrar conductores profesionales. La consecuencia directa: mejores sueldos y condiciones laborales para intentar atraer talento.

Desde 'TalentMatch.es', una consultora especializada en recursos humanos, entrevistan a dos empresarios del sector del transporte.

"Nosotros nos dedicamos al transporte de mercancías", explica una de las responsables entrevistadas.

Y reconoce que hay un gran problema de falta de personal: "Faltan muchos chóferes en el mercado".

Esa carencia ha obligado a las empresas del sector a tomar medidas, especialmente en lo económico. "Subimos un poquito más el sueldo para que tengan condiciones mejores también", afirma la misma portavoz.

Según sus datos, el sueldo medio de un conductor ronda los 1.700 o 1.800 euros mensuales, "en función del convenio".

Sin embargo, en los últimos tiempos ha sido habitual ofrecer cifras mayores: "Pueden captar los 1.900/2.000 euros, y un chófer de tráiler 2.300 o 2.400 euros".

Estas cifras no solo reflejan una mejora de las condiciones económicas, también ilustran el valor creciente de los profesionales del volante.

La formación necesaria, la responsabilidad que conlleva mover toneladas de mercancía a diario y la presión de cumplir plazos convierten este trabajo en algo más que sentarse al volante.

Uno de los entrevistados, con carné de camión, reconoce que la conducción de estos vehículos implica un alto nivel de atención y respeto por la seguridad vial.

"Los coches no tienen miedo, ellos tienen que ser conscientes también de que nosotros llevamos máquinas y que en total cargamos 24 toneladas", denuncia.

Y advierte: "Frenar con un camión no es lo mismo que frenar con un coche o con una moto".

Esta realidad es ignorada muchas veces por los conductores particulares, que no siempre son conscientes del peligro que implica un mal adelantamiento o un frenazo brusco delante de un vehículo pesado.

Un entorno hostil

Aunque el salario es un incentivo importante, no lo es todo. La calidad de vida, la conciliación familiar y el respeto por los tiempos de descanso siguen siendo cuestiones pendientes en algunas empresas.

Aun así, la tendencia parece ir en la dirección correcta: más reconocimiento, mejores condiciones y una mayor profesionalización del oficio.

El reto, ahora, es garantizar el relevo generacional. Con muchos profesionales acercándose a la jubilación y pocos jóvenes interesados en la profesión, el sector necesita urgentemente renovar su plantilla.

Las mejoras salariales pueden ser un gancho, pero también lo es visibilizar la importancia del transporte en la vida cotidiana.