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El mes de junio suele ser bueno para la creación de empleo. De hecho, y según la última estadística del INE, el paro bajó en 48.920 personas. Todos los sectores se vieron favorecidos, siendo el que más el sector Servicios.

En concreto, este sector, que incluye en otros a los camareros, vio cómo su número de parados se reducía en 38.253 personas. Es decir, una caída del 2,16%. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce si ponemos el foco en los camareros.

Uno de esos ejemplos lo puso sobre la mesa Carlos, un camarero que trabajaba en Córdoba, y que explicó su situación al programa Equipo de Investigación de LaSexta.

“Yo estaba contratado como diez horas semanales pero, sin embargo, yo echaba, sí o sí, unas 40 horas semanales”, apuntó a la reportera que le realizó la entrevista.

Pero es que, además, hay otra parte del relato que llama poderosamente la atención. Y la misma tiene que ver con la fórmula que utilizaba el propietario del establecimiento para pagarle esas horas de más.

Así cobraba las horas trabajadas de más

Carlos prosigue su relato indicando cuál era el curioso método utilizado para recibir esas 30 horas trabajadas y que no estaban recogidas en su contrato.

“Al final de mes el jefe nos mandaba a una especie de sótano que tenía dentro del bar y ahí nos daba en mano en un sobre lo que era la cantidad total del sueldo”, relata el camarero.

Es decir, que esas 30 horas se las pagaban en lo que se conoce como ‘en negro’. “Sin cotizar”, le indica la periodista. “Exacto”, responde Carlos. De ahí que, posteriormente, acabara haciendo la correspondiente denuncia ante la Inspección de Trabajo.

“Es una práctica que es bastante habitual en la hostelería. Si quieres comer y pagar el alquiler tendrás que pasar por el aro”, dice entre resignado y dolido el camarero.

Por si fuera poco, Carlos cuenta los ‘orígenes’ de su contrato: “En mi caso, yo no recibo el contrato hasta pasados creo que tres meses y ya por insistencia mía”. Un contrato en el que aparece como ayudante de cocina y no como camarero.

Un contrato en el que su horario de trabajo es, de dos a tres de la tarde, y de diez a once de la noche.

“Si tú cotizas 10 horas en vez de 40, ¿qué pasa? Que cuando llegas a ver los días que has cotizado para conseguir el paro, que son 365 días, pues yo me encuentro con que de los 8 meses que estuve en este trabajo, yo había cotizado 15 o 20 días”, apunta.

¿Consecuencia? “No puedes ni tan siquiera pedir el paro. Hubo denuncia a Inspección de Trabajo porque las denuncias se pueden hacer de forma anónima”, concluye.