Los bares y restaurantes son, para muchos españoles, sinónimo de ocio, encuentro y disfrute gastronómico más aún en verano. Pero tras esa imagen de disfrute y festiva, la hostelería encierra también una cara menos visible: la de la precariedad laboral, los horarios interminables y la presión constante que arrastra el sector.
Jornadas que superan con creces las 40 horas semanales legales, contratos temporales encadenados, falta de descansos adecuados y salarios que apenas alcanzan el salario mínimo son realidades frecuentes en cocinas y salas.
Pese a su importancia en la vida social y económica de España, el sector de la hostelería arrastra desde hace años esta gran problemática.
A esto se suman los frecuentes conflictos entre propietarios y empleados, especialmente en temporadas altas, cuando la carga de trabajo se dispara y la tensión laboral se hace más evidente. Situaciones cada vez más comunes como la denunciada en redes sociales por Jesús Soriano, más conocido como 'Soy Camarero'.
El caso que ha desatado la indignación en redes muestra un mensaje enviado por un propietario a través de WhatsApp a su equipo: "Para tod@s. Los simpa se pagan del bote. Una cosa es que se sienten en la mesa 17, 14, 1, 3, etc., pidan la cuenta y se vayan corriendo y otra cosa muy distinta es no estar atent@s a vuestro trabajo, así que, como llevo haciendo un tiempo, eso lo cojo del bote y eso va a seguir siendo así!! (Y también lo estoy pagando yo estando sin estar en el bar)".
El mensaje no solo refleja la presión que sufren los camareros para evitar situaciones ajenas a su control, como los "simpa" (clientes que se marchan sin pagar), sino también una práctica considerada abusiva: cargar esos impagos bote de propinas común, un fondo que tradicionalmente pertenece a los empleados.
Expertos en derecho laboral advierten que medidas como esta podrían vulnerar la normativa vigente. "Las propinas no son parte del salario, pero son una gratificación voluntaria destinada a los empleados. El empresario no puede disponer de ellas para cubrir pérdidas del negocio", señalan desde el sindicato CCOO.
Un caso cada vez más común y que lamentablemente no se trata de un hecho aislado. Y es que, es común que los camareros asuman costes o responsabilidades que no les corresponden.
Qué dice la ley sobre las propinas
En España, las propinas no están reguladas de forma específica en el Estatuto de los Trabajadores, pero sí existen principios legales que protegen a los empleados ante usos indebidos de estos fondos.
Según el Ministerio de Trabajo, las propinas son una gratificación voluntaria por parte del cliente y no forman parte del salario ni están sujetas a las mismas obligaciones fiscales o de cotización.
Esto significa que el propietario no puede apropiarse de ellas ni decidir su uso unilateralmente. Su reparto debe ser transparente, consensuado entre los trabajadores y respetando los acuerdos internos del equipo
Usarlas para cubrir gastos o pérdidas del negocio, como en este caso para cubrir un 'simpa', puede considerarse una práctica abusiva e incluso denunciable.
Además, algunas sentencias judiciales han reconocido que, aunque no forman parte del salario base, las propinas constituyen un complemento económico directo al trabajo realizado y por tanto, deben ir íntegramente a los empleados, sin injerencias externas.
