
Imagen de archivo de una propietaria de una pyme trabajando.
Ya es oficial: Hacienda adelanta tres meses el despliegue de la factura electrónica para pymes y autónomos
Empresas y proveedores de software pueden comenzar a validar sus sistemas antes de la entrada en vigor oficial.
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Se llama Verifactu. Y, como explican desde la Agencia Tributaria (AEAT), el término hace mención al “reglamento que establece los requisitos que deben adoptar los sistemas y programas informáticos o electrónicos que soporten los procesos de facturación de empresarios y profesionales”. También la estandarización de formatos de los registros de facturación, en este caso, aprobado por el Real Decreto 1007/2023, de 5 de diciembre.
Como explican desde TeamSystem, Hacienda ha activado antes de lo previsto dicho sistema que es el primer paso para que autónomos y empresas emitan electrónicamente sus registros de facturas a la AEAT. En concreto, tres meses antes del calendario previsto.
De esta manera, empresas y autónomos con una facturación inferior a 6 millones de euros ya pueden remitir a Hacienda, de forma automática, sus facturas simplificadas (tickets) y sus facturas emitidas.
¿Cuándo será obligatorio Verifactu?
El proceso, de momento, es voluntario. Eso sí, sus efectos serán reales para quienes decidan ya usarlo. ¿Cuándo será obligatorio? Pues en 2026. En concreto, el 1 de enero para las empresas que declaran por Sociedades y el 1 de julio para los autónomos.
Eso sí, Hacienda ya ha puesto a disposición de empresas y proveedores de software el entorno de pruebas para que puedan comenzar a validar sus sistemas antes de la entrada en vigor oficial.
“La entrada en vigor del sistema Verifactu, un reglamento lanzado con la Ley Antifraude y por otra parte, también relacionado con la Ley Crea y Crece, marca un punto de no retorno”, apuntan desde TeamSystem.
Y añaden: “La digitalización de los procesos de facturación ya no es una recomendación, sino una obligación legal inminente. Sin embargo, 9 de cada 10 negocios aún desconocen los detalles de la normativa que afectará a su operativa diaria”.
Este dato, según un informe elaborado por la compañía, junto a Materia Prima, convive con este otro: el 69% de los trabajadores por cuenta propia y el 45% de las micropymes siguen facturando a mano, con papel, boli o Excel. Todo ello se traduce en unas pérdidas superiores a los 3.600 millones de euros al año “por errores, duplicidades y tiempo improductivo”.
El estudio, asimismo, revela que los afectados temen un aumento de la carga de trabajo, de los gastos y una posible pérdida de control sobre sus datos. Por último, casi una tercera parte de los encuestados ve más inconvenientes que ventajas en la factura electrónica; y casi 4 de cada 10 esperarán a que sea obligatoria para adaptarse, lo que pone en riesgo el cumplimiento y multiplica el riesgo de sanciones.