El desconocido pueblo de España que National Geographic recomienda visitar: una joya medieval

Cuando se acerca el buen tiempo, las búsquedas de todos se centran en encontrar el sitio perfecto para pensar en una escapada de fin de semana o incluso unos días de vacaciones. Encontrar un buen clima, buena comida y cosas interesantes para ver o para conocer incluso por encima de la tradicional playa. 

Por eso, España también es un país de bonitas ciudades y, sobre todo, de pueblos escondidos. Lugares con encanto que no son muy conocidos y en los que poder huir de las masificaciones de las capitales. Uno de los mejores ejemplos es una pequeña localidad de la provincia de Tarragona de la que hablamos a continuación. 

Se trata de Montblanc, un pequeño pueblo de carácter medieval que se ha convertido en una de las grandes sorpresas del turismo en Cataluña recientemente. Y es que este municipio escondido en la provincia de Tarragona es recomendado ahora por una publicación tan prestigiosa como National Geographic para una escapada de fin de semana o incluso para un pequeño viaje de verano. 

Montblanc, más que Sant Jordi

A medida que se acerca el buen tiempo, nos surge la necesidad de encontrar un lugar en el que tener un pequeño descanso o unas merecidas vacaciones. Si te gustan los pueblos con encanto y que no están muy masificados, Montblanc podría ser una opción inmejorable para meses como mayo o junio o incluso para este verano. 

Se trata de un municipio cuyo nombre recuerda a la mítica cima de los Alpes, pero con el que no tiene nada que ver. Este pueblo es un pequeño refugio medieval situado en la provincia de Tarragona y que es la capital de la comarca de la Cuenca de Barberá. 

[Ni Comillas ni Sigüenza: este es el pueblo más bonito de España según National Geographic]

Posee unos 7.500 habitantes y destaca por ser una villa ducal cuya parte más bella es su casco antiguo, declarado conjunto histórico-artístico. Este pueblo nace de la depresión que forman los ríos Anguera y Francolí y está situado a los pies del pequeño monte conocido como Pla de Santa Bàrbara.

Sin embargo, tal y como explica el portal especializado National Geographic, se trata de un pueblo que es conocido por su 'Semana Medieval', que se celebra en el mes de abril con motivo del día de Sant Jordi, el 23 de abril. Durante esos días, este pueblo conmemora la leyenda de caballeros y dragones y es que Montblanc presume precisamente de ser el lugar donde Sant Jordi mató al dragón. 

Vista aérea de Montblanc en Tarragona iStock

Durante esos días, el pueblo se viste con sus mejores galas y celebra un sinfín de actividades por las que cientos y cientos de personas acuden hasta allí para llenar sus calles. La fiesta principal es la famosa entrega de la rosa delante de la muralla de Sant Francesc. Sin embargo, también tienen lugar allí talleres y jornadas con cuentacuentos, un mercado medieval, obras de teatro basadas en la leyenda y hasta torneos a caballo.

Pero Montblanc no solo es un lugar idílico durante los días que celebra la 'Semana Medieval de Sant Jordi', sino que resulta un enclave único casi en cualquier época del año. Se sitúa a solo media hora de Tarragona y muy bien comunicado con el resto de pueblos de la zona. Por si fuera poco, destaca por su apetecible clima.

 Además, es un pueblo que cuenta con una gran variedad de altitudes, ya que pasa de los 350 metros sobre el nivel del mar de su casco antiguo hasta los 1.126 metros que registra la Mola d'Estat. Por último, las sierras que lo rodean, la de Miramar al extremo este y sudeste, y las montañas de Prades al oeste y al sudoeste, están incluidas en el Plan de Espacios de Interés Natural.

¿Qué ver en Montblanc?

Montblanc es un pueblo que destaca principalmente por las festividades de San Jordi. Sin embargo, tiene mucho más que ofrecer, ya que cuenta con fiestas durante casi todo el año. Desde las de San Antonio en enero hasta el Festival Internacional de Cerámica de octubre pasando por la Feria del Saldo y Carnaval en febrero o las Fiestas de San Matías, de San Juan y de la Virgen de la Sierra. Sin embargo, lo realmente destacado es la gran cantidad de monumentos y museos de los que dispone. 

• Los conventos de San Francisco y la Merced.
• La iglesia de Santa María la Mayor y la iglesia de San Miguel.
• Santuario de la Sierra y de la Virgen de los Prats.
• Las ermitas de San José, San Juan de la Montaña y la de Santa Ana.
• Recinto amurallado.
• Palacio Real, Palacio de los Josa, Palacio de los Castellví, Palacio de los Alenyà y el Palacio del Castellano. 
• Puente viejo románico.
• Plaza Mayor y calle Mayor. 
• Museo-Archivo de Montblanc.
• Museo de Arte Frederic Marés.
• Museo de Arte Palau Ferré.
• Museo Molinos de la Villa. 
• Museo de Ciencias Naturales.
• Sala de exposiciones de San Miguel.