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Sociedad

Estabilidad laboral, un apoyo fundamental para las víctimas de violencia de género

La inclusión laboral permite a las mujeres que han sido víctimas de violencia de género recuperar su independencia y autoestima. 

25 noviembre, 2022 09:19

A pesar de los avances logrados en la concienciación social respecto a la violencia de género, aún queda mucho por hacer para acabar con ese problema y lograr que las mujeres que han sido o son víctimas de violencia machista puedan rehacer su vida. Uno de los caminos para conseguir este objetivo pasa por conseguir un empleo que es el paso hacia la independencia económica y la estabilidad. De cara al 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, Clece, compañía que presta servicios esenciales, quiere dar visibilidad a la importancia que tiene la inclusión laboral para estas mujeres.

“Nuestra idea es contarlo y que otras empresas sigan este ejemplo. Una persona que ha estado coaccionada y tiene una autoestima muy baja por todo lo que ha vivido y, además, no consigue empleo, no siente que es parte del entorno”, comparte la delegada social de Clece en Andalucía, Daniela Macías. “Para darte cuenta de que eres valiosa y tienes la capacidad de salir adelante necesitas una actividad que tenga una contraprestación”, continúa.

Una oportunidad de futuro

En la actualidad, en Clece trabajan más de 240 mujeres víctimas de violencia género. Desde la empresa analizan cada caso y tienen en cuenta las necesidades de cada una de ellas para encontrar las mejores oportunidades y que puedan volver a trabajar y encontrar su independencia económica. “Tenemos en cuenta la localidad, la jornada… Hacemos un puzle para ir organizando las piezas considerando sus circunstancias, que son circunstancias especiales”, añade Daniela. “Hay que saber que no todas las mujeres que están en esta situación pueden trabajar con jornada completa, normalmente tiene que ser en jornada de mañana cuando los niños están en el cole”, continúa.

Daniela Macías también destaca otra de sus iniciativas más importantes: “Con algunas ONG, Clece también está dando formación a algunas de esas mujeres que llevan más de 15 o 20 años sin trabajar, sobre todo formación en ayuda a domicilio o en limpieza. Todo esto con el objetivo de que tengan esa salida laboral, bien en nuestra empresa o bien en otra”, concluye Macías.

Además de encontrar el empleo que más se ajuste a sus necesidades, Clece también ofrece su servicio de Unidad de Apoyo, con el que realiza un continuo seguimiento psicosocial para asegurarse de que las mujeres que han sufrido violencia de género están bien. “Con el tiempo nos dimos cuenta de lo importante que es tener una Unidad de Apoyo. Nosotros contamos con una persona que le hace el seguimiento a nuestras compañeras para ver cómo son sus circunstancias del día a día”, explica la delegada.

Muchos de estos servicios serían impensables si los mandos intermedios de Clece no estuvieran formados para atender las necesidades de las trabajadoras. “Para actuar de forma inmediata debemos tener el radar muy bien puesto, detectar, por ejemplo, cuando una persona que era alegre ya no lo es. Una vez que encontramos algo, enseguida nos ponemos en contacto con los servicios sociales comunitarios y actuamos en 48 o 72 horas”, así lo explica Diego López, gerente de Clece en Almería.

“Cuando tienes estabilidad laboral, lo tienes todo”

Para muchas de estas mujeres poder acceder a un puesto de trabajo supone un avance importante en el cierre del círculo de las consecuencias de haber sido víctima de violencia machista. “En el momento en el que tienes estabilidad laboral, lo tienes todo. Te acuestas por la noche y sabes que tus cosas básicas las tienes, tienes pagada tu casa, tienes para comer, sobre todo cuando trabajas para una empresa que sabes que económicamente te va a responder y no te va a dejar tirada”, explica Sofía (nombre ficticio para proteger su identidad), víctima de violencia género que ha encontrado su sitio en Clece. Con una niña a su cargo, empezó trabajando cubriendo bajas y días puntuales hasta que, a los pocos meses, consiguió su jornada completa con contrato indefinido.