Pérez-Reverte carga contra el "gran carnaval" mediático del caso Julen

El escritor Arturo Pérez-Reverte ha vuelto a usar su cuenta de Twitter para desahogarse. En esta ocasión el blanco ha sido el papel de los medios de comunicación a la hora de narrar los terribles días de incertidumbre y dolor para los padres del pequeño Julen, el niño malagueño que caía en un pozo de la localidad de Totalán y cuyo cuerpo sin vida han podido rescatar los equipos de emergencia en la madrugada de este sábado. 

Mientras las reacciones de pésame se siguen sucediendo en las redes sociales, Pérez-Reverte ha preferido poner el foco en la cobertura, no exenta de polémica y críticas durante estos 14 días en los que los medios españoles se han volcado con cada detalle del proceso manteniendo en vilo a todo el país y, en muchos casos, sobrepasando la línea del morbo y la desinformación. 

Así, el escritor recogía en  un primer momento la transcripción de una conexión televisiva en la que entrevistaban a uno de los expertos:

Pérez-Reverte no ha visto necesario agregar ningún comentario más al tuit, pero sí ha publicado un segundo mensaje sacando a colación la película El gran carnaval, de Billy Wilder:

El filme, protagonizado por Kirk Douglas, narra la historia de un reportero que cubre la historia de un hombre que se queda atrapado en una gruta de un pueblo estadounidense mientras buscaba cerámicas. El periodista se alía con el sheriff para dilatar el rescate y que ambos obtengan mayor gloria personal. 

En paralelo, el lugar donde se encontraba la cueva en la que estaba sepultado el hombre a la espera del rescate se convierte en una especie de feria con atracciones, casa de apuestas e incluso canciones inspiradas en el suceso. Por todo ello, Pérez-Reverte considera que la cinta de Wilder podría ser una buena metáfora de lo que algunos han calificado como el "circo mediático" del caso Julen.

¿Es el momento?

Eso sí, ha habido quien ha cuestionado que, precisamente el día en el que concluye el rescate, quizás las críticas no sean muy oportunas:

Sin embargo, Pérez-Reverte cree que no hay momento mejor: