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La mascota de una ciudad japonesa enloquece e indigna al Ayuntamiento

En la Jungla. Japón es el país de las mascotas cuquis, pero de vez en cuando las cosas se tuercen y no dan el resultado previsto. La historia de esta mascota psicópata es un ejemplo.

25 enero, 2019 17:40

Super Mario, Pikachu, Doraemon... Japón ha dado infinidad de mascotas míticas y profundamente adorables. Sin embargo, a pesar de todo, de vez en cuando pueden tener un patinazo. Y parece que la ciudad de Susaki, al sur del país, ha sido el que lo ha dado.

Hace cosa de un año, la ciudad nombró embajadora honoraria de turismo a una nutria, Chiitan, con un amplio seguimiento en redes sociales. El bicho en cuestión tiene su punto de adorabilidad, como puedes ver en este vídeo:

Hasta aquí lo normal en una ciudad costera de 20.000 habitantes. El problema es cuando un segundo Chiitan irrumpió de en las redes.

Una mascota psicópata

Esta era otra mascota -de esas que son un tipo disfrazado de Chiitan- que pronto empezó a publicar fotos y vídeos con un comportamiento que no serían el más adecuado para dar ejemplo a los niños.

No solo eso, sino que fue definido en Mondo Mascots como el "personaje disfrazado en mayor crecimiento de Japón". Aquí algún ejemplo de sus acciones, algunas dignas de un especialista de Hollywood.

Aunque el vídeo que más revuelo causó fue este, en el que se le ve sacando un bate de béisbol con el comentario "Chiitan va a visitar tu casa":

Tras recibir casi un centenar de llamadas de todo Japón quejándose por el comportamiento de Chiitan -recordemos que este personaje disfrazado no es una mascota oficial-, el Ayuntamiento de Susaki decidió no renovar a la verdadera nutria su puesto de embajadora honorífica en un acto de profunda injusticia.

No se trata de un problema nuevo para Japón. Como en cualquier otro país, las mascotas se usan para promover eventos, ciudades o ideas, pero allí suelen alcanzar una popularidad mayor de lo que es habitual en el resto del mundo. Esto causa la aparición de imitadores que no siempre son del gusto de las autoridades.

Y así, un inocente animal perdió su posición de privilegio.