“Por culpa de las feministas perdí mi trabajo”, así responden las azafatas de F1

Desde que se conoció la decisión tomada por la dirección del Mundial de Fórmula 1 por la que prescindirán de los servicios de las conocidas como 'chicas de parrilla' se han sucedido las reacciones, divididas entre los que consideran esta medida algo exagerada y aquellos que se lo han tomado como un triunfo del feminismo, al considerar que esas mujeres dejarán de estar cosificadas.

Ahora son ellas, algunas de estas Grid Girls, las que han decidido manifestar su malestar por esta nueva disposición que, según el director de Operaciones Comerciales del Gran Circo, Sean Bratches, se basa en la creencia de que “esta costumbre no casa con nuestros valores de marca y claramente está en desacuerdo con las normas sociales modernas”, como recogía EL ESPAÑOL.

Personas ofendidas en nombre de otras

Las mujeres que trabajaban en las parrillas de las competiciones tendrán que buscarse ahora un nuevo empleo y se quejan de que han decidido por ellas, algo que incluso se ha tachado de machista. Ellas defienden que desarrollaban esa labor de manera consciente y libre, así que no entienden a quién ofendía su empleo.

Shauna Talbot, una de ellas, escribía en su Twitter que estaba siendo una semana “triste y frustrante” para las chicas que “solo queremos hacer el trabajo que tanto nos gusta”:

Por su parte, Hannah Louise aclaraba que “me encanta mi trabajo y escojo hacerlo”, criticando que había “demasiadas personas ofendiéndose en nombre de personas que no están en absoluto ofendidas”.

Una de las más duras en sus declaraciones ha sido Lauren-Jade, asegurando que “por culpa de las feministas hemos perdido nuestros trabajos”. Explica que lleva trabajando como chica de parrilla ocho años y nunca se ha sentido “incómoda”. Aclara además que nadie la ha obligado nunca a hacerlo, “es nuestra elección”.

Rebecca Cooper, por su parte, ha dicho que “es ridículo” que las mujeres que dicen estar luchando por los derechos de las mujeres “nos estén diciendo lo que debemos y no debemos hacer, impidiéndonos hacer un trabajo que amamos”.

“Si no hacemos algo para parar esto, ¿dónde acabará? No habrá chicas de parrilla, ni animadoras, a las cantantes les dirán qué tienen que llevar en el escenario, no saldrán modelos en las revistas”, reflexiona Cooper, avanzando que luchará por su derecho a elegir trabajo.