Escalando hacia la fama en directo

Escalando hacia la fama en directo

La Jungla / Social

Una niña trepa en directo a la mesa del entrevistador y se convierte en estrella

En la Jungla. No es la primera vez que lo vemos: mezclar niños y entrevistas en directo es una receta directa para el desastre. La televisión británica nos da una nueva y delirante muestra.

25 agosto, 2017 10:12

"Delante de mi mesa se encuentra la encantadora Iris, que hará lo que quiera durante los próximos minutos". La amplia experiencia de Alastair Stewart, presentador británico que lleva más de 40 años trabajando en televisión, parecía hacerle saber que aquello no era una buena idea. Se disponía a entrevistar a la madre y al hermano de Iris, quien tiene problemas con la lactosa, sobre las dificultades que tiene cuidar de un pequeño que no puede tomar leche.

Mientras transcurría la entrevista, Iris se movía libremente por el plató de la cadena ITV. Corretea de un lado para otro como si estuviera en un Chiquipark y trata protagoniza un primer intento de subirse a la mesa. ¿Por qué se permitió que este pequeño desastre a punto de ocurrir campara a sus anchas por un plató en directo? Solo nos podemos especular sobre las consecuencias de tratar de contener a esta pequeña Godzilla lejos de su madre...

Lo cierto es que Stewart mantuvo una profesionalidad solo posible en un británico, realizando la entrevista con total normalidad, como si alguien estuviese escuchándoles y no atentos a cuál va a ser el próximo movimiento de Iris. Solo una vez se dirige a la pequeña, cuando esta está a medio camino de subirse a la mesa: "tú tranquila, sigue a lo tuyo".

Este episodio evidentemente recuerda a la entrevista de la BBC que fue boicoteada -o lanzada al estrellato, según se mire- por la irrupción en la habitación de dos pequeños cuando su padre analizaba en las noticias de la televisión pública británica la tensa situación con Corea del Norte.

Nunca nos cansaremos de ver a la madre tratar de cerrar la puerta desde el suelo después de haber evacuado a sus hijos de la habitación. Ninguna cinta de terror captó el pánico con tal perfección.