En apenas unos días, concretamente el próximo viernes 26 de mayo, Disney sumará a su larga lista de remakes de acción real el de La sirenita, una de sus producciones más esperadas y también una de las que más polémica ha generado recientemente. 

Desde que Halle Bailey fue la elegida para dar vida a la joven Ariel, algunos se mostraron reacios a que interpretase el papel, e incluso inundaron de odio las redes sociales, excusándose en este hecho para publicar comentarios racistas y argumentando que la actriz no se parecía físicamente al personaje de la película original de animación.

El odio y el racismo quisieron hacer de las suyas, pero la ilusión de los niños por verla y el entusiasmo de las niñas afroamericanas por verse representadas en pantalla fueron mucho más fuertes.

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De hecho, este entusiasmo será lo que se recuerde tras el estreno, al igual que el mensaje que lanza y que fue igual de transgresor que el de la película de animación del año 1989. Porque aunque esté protagonizada por una sirena de tez blanca pelirroja, sigue estando basada en la obra de Hans Christian Andersen, que ya era muy rompedora en pleno siglo XIX -aunque lo fuera teniendo que recurrir a un lenguaje encriptado-.

Jugando a favor de los referentes que merecen las infancias de ahora, La sirenita nos invita al reencuentro con Ariel (Halle Bailey), la más joven de las hijas del Rey Tritón (Javier Bardem) y también la más desafiante. 

Javier Bardem en 'La sirenita'. Disney

Siempre ha sentido curiosidad por el mundo de la superficie y como las sirenas tienen prohibido interactuar con los humanos, hace un trato con la malvada bruja Úrsula (Melissa McCarthy), que le da la oportunidad de experimentar la vida en la tierra.

Allí se enamora del apuesto príncipe Eric (Jonah Hauer-King) y aunque las sirenas tienen prohibido interactuar con los humanos, Ariel decide seguir a su corazón, intentando experimentar una vida más libre, aunque esto le cueste la voz y despedirse de su vida bajo el mar.

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Pasando de largo las posibles críticas y primeras reacciones a las imágenes publicadas en redes sociales, los que acudan a las salas para disfrutar de esta película en la gran pantalla se darán cuenta de que no merecía ser juzgada antes de verla. 

La sirenita puede ser una reimaginación de la historia que todos recordamos, pero sigue manteniendo viva la esencia y la emoción que evocaba la película original. Y todo ello desde el preciso instante en el que nos sumergen en el fondo del mar junto a la protagonista. 

Fotograma de 'La sirenita'.

Un fondo del mar a todo color y donde todo es posible, exceptuando tener un par de piernas y una libertad plena. Está gobernado por el rey Tritón, que antes de ser rey es padre y hará todo lo posible por proteger a su hija Ariel, empeñándose en construir un muro bajo el océano si es necesario con tal de evitar que haga algo que la pueda poner en peligro.

Será este vínculo entre padre e hija uno de los elementos más poderosos que el remake se atreve a explorar con éxito. Y también uno de los más emotivos de todo el largometraje gracias en gran medida a Javier Bardem, capaz de enseñarnos que querer a alguien significa dejarle ir y permitirle forjar su propio destino.

Melissa McCarthy en 'La sirenita'.

Otro de los grandes personajes del largometraje, y que merece una mención especial es Úrsula, a la que de forma brillante ha sabido encarnar Melissa McCarthy. Pocas personas hubieran sido capaces de dar vida al malvado monstruo de tentáculos con tanto brío, pero ella lo consigue elevar a otro nivel, logrando dotar de aun más capas a la pérfida villana que con tanto odio recordamos.

Sin embargo, lo que eleva el producto final es sin duda Halle Bailey, una cantante que será capaz de dejar a todos con la boca abierta. En cada una de las escenas desborda talento y además posee una voz que no parece de este planeta.

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Después de verla interpretando a Ariel -y mejor hacerlo en una pantalla grande-, no seremos capaces de imaginar a otra actriz en su lugar. Porque no hay opción mejor que Halle Bailey para contar esta historia que aunque pertenezca al género de la fantasía, sigue rozando con la punta de los dedos lo que ocurre en el mundo real. Al fin y al cabo, hay muchas personas como ella que también ansían liberarse de algo que les impide avanzar como individuos, incluso aunque eso conlleve dejar algo atrás. 

También se agradece que, aunque hayan pasado cien años para verlo, por fin Disney se haya dado cuenta no sólo de que la diversidad tiene cabida en sus historias, sino de que además, los personajes femeninos pueden ser protagonistas de su propio relato y no quedar relegadas a un lado cuando encuentran el "amor verdadero".

Fotograma de 'La sirenita'. Disney

La Ariel que conocíamos era una joven curiosa y que ansiaba conocer el mundo más allá del mar, pero la de ahora es incluso más actual, porque su objetivo real será cobrarse la libertad que le prometieron. Y lo de encontrar al hombre al que anhela y del que se ha enamorado lo intentará después.

La sirenita tiene muchos puntos fuertes y todos ellos podrían resumirse en sus ganas de innovar y de ofrecer un producto fresco, aunque en alguna ocasión le pese la carga de adaptar el largometraje original. Y esto mismo lo ha conseguido también a través de su banda sonora, que en su día fue lo que nos enamoró de la película original y que en esta ocasión vuelve a organizar una fiesta tan divertida y entrañable como la anterior.

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Las melodías de Alan Menken -que en esta ocasión colabora junto a Lin-Manuel Miranda- son inconfundibles y siguen siendo igual de pegadizas, incluso después de incorporar los cambios propios y que necesitaban unos versos que se escribieron hace más de treinta años. Sus canciones vuelven a ser el ritmo de una gran fiesta a la que querrá asistir cualquier fan del largometraje original.

En definitiva, La sirenita no es solo la adaptación que merecía un clásico como este, sino que incluso opta a incluirse entre los mejores remakes de acción real que se han hecho hasta ahora. La banda sonora es tan encantadora como recordábamos y tanto el elenco principal como los actores que prestan su voz a los entrañables amigos de Ariel nos cautivarán y convencerán de querer quedarnos a vivir bajo el mar.