Delia en la barra de su cafetería con unos churros.

Delia en la barra de su cafetería con unos churros.

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Soy churrera y este es el churro que nunca recomendaría: "No los tenemos en carta porque son mucho menos sanos"

Los churros son una de las opciones de desayuno más saludables.

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Delia tiene una churrería en la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz, y aunque abrió el negocio hace tan solo unos meses, asegura que siempre le ha gustado "hacer churros". "Por eso me decidí a abrir esta cafetería", dice. Debido a esto, EL ESPAÑOL ha hablado con ella para saber cuál es el churro que menos recomienda. Su veredicto es claro: "Los churros que van rellenos".

Los churros y las porras acompañados con chocolate a la taza son un dulce típico de España, además de otros países como Francia, Portugal o Estados Unidos. Esto se debe a que son muy fáciles de elaborar, están hechos solo con agua, harina y sal. Que los ingredientes sean tan básicos ha generado que con el tiempo se hayan desarrollado nuevas versiones.

Entre las creaciones más recientes se encuentran los churros rellenos. "Nosotros no los tenemos en nuestra carta, porque al llevar chocolate y otras cremas son mucho menos sanos", comenta Delia. Sin embargo, los churros rellenos llevan la misma masa que los churros normales. Entonces, lo que los hace menos saludables son las cremas que llevan por dentro, como la de cacao, el dulce de leche o la crema pastelera.

El alto consumo de grasas y azúcares puede provocar problemas de salud, como un excesivo aumento de peso, acné o la aparición de caries en las muelas y dientes. Este tipo de componentes nutricionales están presentes en las cremas que se suelen utilizar para los churros con relleno, y es por ello no son tan recomendables.

"Lo mismo ocurre con los churros de chocolate o los de azúcar", añade Delia. Al llevar esa cobertura, incrementan las grasas y los azúcares del churro, lo cual lo puede hacer menos saludable. Además, al igual que con los rellenos, se han ido haciendo distintas versiones más que la del clásico chocolate negro, con chocolate blanco, canela y almendras.

En la churrería de Delia solo tienen los churros y porras tradicionales, además de otros dulces. Pero lo que más se vende son las segundas, las porras. "A la gente le gustan porque se pueden mojar en el café y son más sanas que algo que lleve más grasas y chocolates", asegura Delia junto con su compañero, que está junto a ella detrás de la barra. Por ello, según ella, las porras son el producto que más venden en esta churrería.

Lo habitual para tomar los churros es con un chocolate a la taza, que en esta cafetería también se ofrece. "Hay gente que prefiere el café al chocolate, pero muchos clientes lo piden también", comenta la churrera. Ese chocolate suele ser puro, lo que incluso tiene una serie de propiedades beneficiosas para la salud. Por ejemplo, el chocolate puro es un gran antioxidante cuando está caliente, además de ayudar a disminuir la pérdida de audición con la edad.

A pesar de todo, el churro es una muy buena opción para un desayuno saludable, siempre y cuando no lleve aderezos, ya que el churro simple no tiene colesterol, ni grasas saturadas, ni colorantes, ni conservantes. La clave está en que estén hechos con unos buenos ingredientes y fritos con un aceite de oliva o de girasol que sea de calidad.