Juan Carlos, el Emérito 'bon vivant': de Oswald's al palco del Chelsea camino de las regatas de Sanxenxo

El protocolo ya no dicta que sea él quien se baje antes y que el resto espere, por lo que aguardó a que lo hicieran los jugadores de Carlo Ancelotti mientras los hinchas locales trataban de amedrentar a un equipo que se pasea por el continente con paso marcial. Sólo entonces, apoyado en un bastón y dos guardaespaldas, Juan Carlos I se bajó del coche.

Las fotos de agencia muestran eso que el Daily Mail calificó en las vísperas como un disgraced formed King —un ex rey caído en desgracia— una vez en el asiento: alguien con más humo por detrás que vías por delante, con la campechanía a cuestas, erosionada, pero de quien nadie pone en duda que ha vuelto para pasarlo bien. Y para algo aún más extraño: entrenarse en Sanxenxo para participar a sus 85 años en el campeonato del mundo de vela que se celebrará este verano en la isla de Wight.

Nada importaron los ataques de Joan Laporta, presidente del Fútbol Club Barcelona, vinculando al Madrid con el "equipo del régimen" de Franco este mismo lunes y que su presencia pudiera ser motivo de cacareo para el barcelonismo. Algo que, desvela Vozpópuli, hizo dudar al personal de Zarzuela que conocía las intenciones del monarca de acudir al partido de Champions League. Tampoco la demanda interpuesta por Corinna Larsen, todavía en manos de la Justicia británica, pero que no suponían mayor problema al tratarse de un litigio civil. Todavía menos las quejas parlamentarias de Unidas Podemos, ERC, EH Bildu, Más País o el BNG.

[El rey Juan Carlos I, presente en Stamford Bridge para ver el Chelsea - Real Madrid de Champions]

La victoria fue el guinda de un día intenso para Juan Carlos I, que desayunó con la resaca en la prensa de su cena en Oswald's, el club privado más exclusivo y legendario de Londres, donde fue fotografiado, traje azul, corbata rosa, sonrisa de dinojunta, a su salida por el mismo medio británico, en torno a las once de la noche, a bordo de un todoterreno de alta gama tras despedirse de sus amigos. Ubicado en el barrio del Mayfair, Oswalds es uno de los locales habituales de miembros de la realeza británica como el príncipe Guillermo, estrellas de Hollywood como Amber Heard o ex primeros ministros como Boris Johnson.

Antes, como confirmaron la semana pasada fuentes de su entorno, el Emérito almorzó privadamente con Carlos III. Un compromiso previo a su coronación el próximo 6 de mayo del que no hay imágenes, que no constaba en la agenda oficial del monarca británico y que tampoco confirmó posteriormente Buckingham, pero que fuentes de Zarzuela y el entorno de Juan Carlos I airearon a diversos medios españoles. 

Vista del 'Bribón', embarcación habitual del Rey Juan Carlos, esta semana en Sanxenxo. EFE Lavandeira Jr

La Casa Real española volverá a estar presente en Londres sólo dentro de dos semanas, precisamente como invitados a la coronación de Carlos III y Camilla Parker Bowles. Está vez serán, en cambio, Felipe y Doña Letizia quienes acudan a la capital inglesa. Un viaje que no se extenderá más de un día debido a que el jefe del Estado tiene, el mismo día de la coronación, por la noche, la final de Copa del Rey entre el Osasuna y Madrid en el estadio de La Cartuja de Sevilla.

El Rey Juan Carlos no volverá, por tanto, a coincidir con su hijo ni con su esposa, algo que sí sucedió en septiembre de 2022, cuando los cuatro participaron en el funeral de Isabel II, o en enero de este mismo año, con motivo del fallecimiento del Constantino de Grecia, hermano de Doña Sofía. 

Llegada a Sanxenxo

Pero será este miércoles cuando los focos se intensifiquen en torno a su figura, cuando aterrice alrededor de las doce del mediodía en el aeropuerto de Peinador de Vigo en un jet privado y desde allí se desplace en coche —según Vozpópuli, el séquito del Emérito utilizará "un Volvo, un Peugeot 208 y una gran furgoneta" durante su estancia— hasta Sanxenxo (Pontevedra), para reencontrarse con sus amigos y participar en las regatas de la Copa de España.

[Zapatero revela que Juan Carlos I le ayudó "en el diálogo con ETA" y estuvo "comprometidísimo"]

Se trata de la segunda visita a España desde que se marchó a vivir a Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) en agosto de 2020, acuciado por los sucesivos escándalos derivados de sus negocios irregulares en el extranjero, y cuya investigación fue archivada por la Fiscalía del Tribunal Supremo en mayo del pasado año.

En su primer viaje en mayo de 2022, rodeado de una expectación mediática que se espera algo aminorada en esta ocasión, causa de profundo malestar para el Gobierno y Zarzuela, ya se alojó en Sanxenxo, en casa de su amigo Pedro Campos, patrón del Bribón, su embarcación habitual, y antes de marcharse de España se desplazó al palacio de La Zarzuela para verse con Felipe VI.

El Emérito había barajado viajar a Sanxenxo en la tercera semana de mayo, con motivo de otra regata programada en esas fechas, pero para "no interferir" en la campaña de las elecciones municipales y autonómicas, previstas el día 28 de ese mes, reorientó sus planes, explican a Efe fuentes del entorno de Juan Carlos.

El monarca regresará a Abu Dabi el próximo domingo, una vez finalizada la regata de la Copa de España de la clase 6mR que organiza el Real Club Náutico de Sanxenxo y en la que participa el Bribón.