A la izquierda, Sonia Valverde, Secretaria de Igualdad de JUCIL. A la derecha, varias mujeres de la Guardia Civil.

A la izquierda, Sonia Valverde, Secretaria de Igualdad de JUCIL. A la derecha, varias mujeres de la Guardia Civil.

Reportajes

Sonia, la guardia civil contra Marlaska al bajar a la mujer la nota de acceso: "Discrimina al hombre"

El Ministerio de Interior, con el fin de alcanzar un 40% de mujeres en la Guardia Civil, rebajará las exigencias de las pruebas. 

9 diciembre, 2022 02:09

Corría el año 1989. La Academia de Baeza, en Jaén, acogía la entrega de despachos a las primeras mujeres guardias civiles. Un total de 197 nuevas integrantes que se convertirían en las pioneras de un cuerpo de seguridad que, hasta el momento, había estado formado tan solo por hombres. Un año más tarde, entrando en la década de los 90, Sonia Valverde se incorporó a la Guardia Civil, concretamente en la tercera promoción de mujeres. Durante su primer año, estuvo destinada a Barcelona. Después, se trasladó a Bilbao y, posteriormente, aterrizó en Madrid, donde ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria profesional. 

Sin embargo, hace poco más de cuatro años, esta salmantina decidió regresar a su ciudad natal tras la convocatoria de una plaza en su especialidad, la de Informática y Telecomunicaciones. Su pasión por la Guardia Civil le viene de pequeña y, tal y como asegura, su ingreso se vio motivado por su vocación. Ahora, forma parte del sindicato mayoritario del Cuerpo, JUCIL, donde ejerce su labor como Secretaria de Igualdad. “Englobamos bastantes cosas, todo lo que le pueda pasar a la mujer. Yo asesoro en todos los temas de embarazos y partos y también tenemos una parte de psicología. Estamos haciendo varios proyectos porque tenemos muchos problemas con los suicidios. Tenemos un índice muy alto”, cuenta a EL ESPAÑOL. 

Pero en los últimos días, Sonia se ha convertido en la portavoz de la crítica contra la nueva reforma de la Ley de Régimen de Personal de la Guardia Civil, que afecta tanto a la oposición como a la promoción interna. A través de un borrador, el Ministerio de Interior ha planteado de nuevo su apuesta por la igualdad en la Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. El departamento capitaneado por Fernando Grande-Marlaska continúa inmerso en la búsqueda por lograr que las mujeres alcancen el 40% del total de la plantilla. Ahora, a través de la nueva reforma, propone que las mujeres necesiten un 15% menos de nota para acceder al Cuerpo que los hombres. Una medida completamente rechazada por parte de JUCIL, que considera que se trata de una decisión que discrimina a los varones. 

Sonia Valverde, Secretaria de Igualdad de JUCIL

Sonia Valverde, Secretaria de Igualdad de JUCIL

“Estamos totalmente en contra porque, pensando en la mejor opción para la seguridad ciudadana, no entrarían los mejor preparados. Le estás quitando la plaza a un hombre que puede estar mejor preparado que una mujer. O no, que esto no quiere decir que las mujeres no estén preparadas. Para nada. Pero tiene que entrar el mejor preparado. Si el mejor preparado es un hombre, que entre un hombre. Si el mejor preparado es una mujer, que entre una mujer”, explica Sonia Valverde. 

Para el sindicato, el borrador atenta de frente contra la Constitución Española, concretamente contra el Artículo 14, que enuncia que “los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”. 

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Para entenderlo a través de un ejemplo. Si el corte en la nota para entrar está en 100 puntos, por debajo de esa cifra no entraría nadie. Al producirse una reducción de un 15% en la nota para las mujeres, ellas accederán al Cuerpo con un 85 de puntuación. “Tienen que quitar al hombre para que entre la mujer. La plaza que debería ocupar el hombre con 100 puntos la ocupa la mujer con un 85. Ese hombre ya está perjudicado”, asegura Sonia. 

Una medida que, lejos de luchar contra la discriminación, desde el sindicato consideran propiamente discriminatoria. Tal y como explica Sonia, son muchas las mujeres dentro de la Guardia Civil las que rechazan la reforma en la Ley. “Algunas dicen que eso hace que parezca que nosotras somos tontas y necesitamos ayuda para entrar. Cuando vean que una mujer entra por encima de un hombre, la sociedad va a pensar que se lo regalan”, expresa. 

Las consecuencias, además, podrían ser perjudiciales para el conjunto de la sociedad. Tal y como asegura la propia Sonia, se promovería la entrada al Cuerpo de personas menos preparadas que otras. “Si no entran los mejor preparados afecta en la seguridad ciudadana. Lo que nos preocupa es que no se proteja a los ciudadanos como se deba”. 

Jura de bandera de la 125 Promoción de la Academia de la Guardia Civil de Baeza (Jaén)

Jura de bandera de la 125 Promoción de la Academia de la Guardia Civil de Baeza (Jaén) EFE

Soluciones 

El objetivo del Ministerio de Interior es conseguir que las mujeres ocupen el 40% de la plantilla total de la Guardia Civil. Sin embargo, son muchos los que consideran que la rebaja en la nota no hará más atractiva la institución para las mujeres. “El problema es que las mujeres no se presentan. En esta promoción, que es en la que más mujeres se han presentado, solo se han presentado un 29% de todos los aspirantes”, cuenta Sonia en conversación con este periódico. 

La conciliación familiar, la dispersión territorial y la desigualdad salarial son los tres pilares que desde JUCIL consideran que generan un rechazo en los opositores hacia el Cuerpo. “No tenemos un turno fijo y tenemos una dispersión territorial muy grande. Tenemos muchos pueblos en la España vaciada en los que hay cuartel y tienen que estar los guardias y los puestos son muy pequeños”, añade. 

Del mismo modo, critican algo que llevan años persiguiendo: la equiparación salarial respecto al resto de Cuerpos de Seguridad. “La gente prefiere presentarse a Policía Local o Autonómica porque cobra más que en la Guardia Civil o la Policía Nacional. hay gente que quiere ser de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y piensan que para presentarse a Policía Nacional mejor se presentan a los Mossos y cobran 700 euros más al mes”, cuenta. 

 ¿Se podría decir que la reforma es un nuevo fracaso de Fernando Grande-Marlaska en relación a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado?

 Claro, evidentemente. A nosotros esto nos parece una reforma de sesgo ideológico. Es la ideología que este Gobierno tiene y que quiere implantar a toda costa en todos los sectores de la sociedad. Lo estamos viendo. Ellos hablan abiertamente de ese sesgo ideológico feminista. A lo mejor es que yo no he entendido bien el término, pero no veo que sea una forma de ayudar. 

Acto conmemorativo del 30 aniversario del ingreso de las mujeres en la Guardia Civil.

Acto conmemorativo del 30 aniversario del ingreso de las mujeres en la Guardia Civil. EFE

Desde JUCIL consideran que la medida, lejos de “aupar” a las mujeres en la sociedad, provocará el efecto contrario: que las valoren menos. “Ahora pueden decir que llegan a donde llegan porque se lo han regalado, no porque se lo hayan ganado. A mí eso no me lo pueden decir. Yo estoy donde estoy y soy lo que soy porque me he ganado estar aquí. Yo no quiero que digan que a las mujeres nos lo regalan”, añade Sonia. 

Al entender la reforma como algo “anticonstitucional”, el sindicato mayoritario de la Guardia Civil se plantea llevar el caso a los tribunales. “En principio ahora es un borrador y no se puede judicializar. Ahí entrarían los servicios jurídicos a valorar, pero hasta que no sea norma no se puede judicializar. Nosotros pretendemos que paren y que no hagan esta reforma”. 

Evolución de las mujeres

Nunca se ha sentido discriminada dentro de la institución, aunque confiesa que sí lo ha sufrido en algunos casos puntuales. “Es normal, como en todos los ámbitos de la sociedad”, cuenta. Como una de las mujeres integrantes de las primeras promociones femeninas de la Guardia Civil, la salamantina sí que ha observado cambios en la sociedad desde los primeros años de la década de los 90 hasta ahora.

“Si que es verdad que en algunas especialidades ha costado que entraran las mujeres porque la sociedad tiene que avanzar. Y puntualmente hay gente que sigue siendo machista y que creen que las mujeres no valen para esto. Antes escuchaba más lo de: “tú a la cocina” y ahora no es políticamente correcto y no se dice”, añade. 

Durante los primeros años, las mujeres guardias civiles eran un atractivo. Así lo cuenta Sonia a través de algunas anécdotas vividas durante sus primeros años en el Cuerpo. “A mi me ha pasado de estar parada con mi compañero, que se parara un coche más adelante y me dijera que habían parado porque su mujer quería verme”, cuenta. Ahora, por suerte, la sociedad ha cambiado. Normalizar la presencia de una mujer en la Guardia Civil es algo cada vez más habitual, aunque en algunos casos confiesa que sigue sorprendiéndose. 

“Hace poco le puse una conferencia a mi hijo que le tenía que dar un Guardia y de repente sus compañeros empezaron a decirle que su madre estaba en la tele. Mi hijo lo ve normal porque lo ha vivido toda la vida. Las niñas se sorprendían por que su madre fuera Guardia”, cuenta. 

Por ello, considera necesario promocionar la Guardia Civil con el objetivo de lograr aumentar ese 8,98% de mujeres en el Cuerpo. Eso sí, apuesta por hacerlo de una forma adecuada y haciendo más atractiva la institución para las mujeres. “La idea ha cambiado, pero sigue siendo una profesión que no se ve atractiva. Por eso digo que a las charlas de los colegios deberían ir mujeres. Pero no mujeres jóvenes, super bien, como siempre quieren poner. Tiene que ser un reflejo de lo que es la sociedad. Todas las niñas no son super guapas y tienen que ver que ellas también pueden”.