Ana, la Greta Thunberg española detenida en Irán que pasaba meses en la playa recogiendo basura

Ana, la Greta Thunberg española detenida en Irán que pasaba meses en la playa recogiendo basura

Reportajes

Ana, la Greta Thunberg española detenida en Irán en su viaje de "mochilera" por Oriente Medio

El 9 de junio Ana inició un viaje "a lo mochilera", como acostumbraba, por Oriente Medio y Asia Central. En 2020 ya había recorrido 1.500 km. a pie para concienciar del cambio climático

11 noviembre, 2022 02:29

El 13 de diciembre de 2015, cuando Ana apenas tenía 17 años, participó en la V Carrera Popular Novo Mesoiro. Completó los 5.535 metros en 29 minutos, lo que le valió para quedar la 479 (de 723), o la cuarta si solo se tienen en cuenta a las siete chicas que tenían su misma categoría júnior. El resultado no fue lo que se dice asombroso, pero eso daba igual: lo importante para Ana era correr. Por eso, con el cruce de meta no llegó el descanso sino todo lo contrario: el camino que llevó a Ana Baneira Suárez (A Coruña, 1998) hasta las protestas por la muerte de Masha Amini y a ser detenida por las autoridades iraníes no ha sido corto pero, sobre todo, no ha sido calmado. 

Ana ha vivido sus 24 años a toda prisa, con la emergencia de quien no tiene como mayor pesadilla al hombre del saco, sino al saco de basura en que se ha convertido el planeta Tierra. "Según la Real Academia Gallega, 'arroutadas' significa una agitación súbita y violenta de ánimo durante la cual una pierde el control de sí misma. Tener una 'arroutada' es sinónimo de romper con todo", escribe ella en su diario de viajes.

Como estilo de vida, el hecho de crecer en un entorno que la ha apoyado seguro que le ha facilitado el dedicarse a las 'arroutadas'. Su prima Lucía comparte orgullosa la web de Ana en su Instagram; su hermana Andrea no solo se parece a ella en los rizos y la concienciación medioambiental, sino que las dos han sido árbitras de fútbol femenino entre 2014 y 2019. En 2015 aún no había irrumpido el fútbol femenino como ahora pero, según los archivos de la Real Federación Galega de Fútbol, el 12 de diciembre ellas ya arbitraron a la vez sendos partidos con común valentía.

Por otro lado, esto de las 'arroutadas' ha sido también declaración de intenciones a la que su activismo ha vestido de coherencia impecable. El momento culminante de su paso a la acción tuvo lugar entre el 10 de julio y el 1 de septiembre de 2020. Bajo el lema "No es mi basura, sí mi planeta", Ana recorrió 1.500 kilómetros de costa gallega a pie, a lo largo de los cuales recogió más de 600 kilogramos de basura ella sola.

Ana Baneira, durante su viaje recogiendo basura.

Ana Baneira, durante su viaje recogiendo basura.

Una proeza individual a la que nada tendría que envidiar Greta Thunberg, y que marcó un punto de no retorno hacia la lucha por los derechos humanos que ha tenido como momentánea última parada Teherán. Allí, miles de personas se han manifestado estos últimos días en protesta por la muerte de la joven kurda Masha Amini después de ser detenida por llevar mal puesto el velo.

Según ha informado la Agencia de Noticias de Activistas Derechos Humanos (HRANA), "se desconoce el paradero de Baneira y la fecha en que fue detenida. El ministerio de Exteriores ha asegurado a EL ESPAÑOL que el embajador en Irán "tiene como instrucción tratar el asunto de manera prioritaria y lleva siguiendo el tema directamente desde hace varios días".

Además, el embajador ha tenido encuentros con el Director de Asuntos Consulares iraní y otros niveles del Ministerio del Interior. "Las familias están informadas y estamos en contacto con ellos, se encuentran bajo disposición de las autoridades iraníes", informan a este medio desde el ministerio.

Activista medioambiental

La mañana del 10 de julio Ana echó mano de una tienda de campaña y un rollo de bolsas de basura, de 10 litros cada una, se plantó en la playa de A Guarda e inició la marcha. Había trabajado los meses anteriores como monitora de senderismo en Sada, por lo que no le tenía miedo a eso de andar. Tenía la idea en la cabeza desde que hizo el Camino de Santiago desde Irún, pero se decidió a materializarla tras leer "el libro Libre y salvaje de Nacho Dean, un chico de Málaga que es la primera persona en dar la vuelta al mundo caminando. A mí me inspiró muchísimo el hecho de que su proyecto buscara concienciar sobre el medioambiente", declaró en Ágora Diario. 

Ana Baneira.

Ana Baneira.

Así, cada mañana se ataba una bolsa de basura a la mochila e iba recogiendo la basura que se encontraba, con cuidado de reciclar. Abandonó la zona de confort y cumplió su objetivo de hacer más limpio el Camino Portugués: cuando al fin llegó a Ribadeo el 1 de septiembre había recorrido 1.498 km, 987 playas, 44 faros y tres provincias. "Los últimos metros antes de llegar no podía aguantar la risa y la alegría de haberlo conseguido, no paraba de decirle a mi hermana 'he llegado, he llegado'", recuerda en su diario online.

Las conclusiones de su experiencia, en la que verificó que existe demasiada basura esparcida por la naturaleza, las expresó en su comparecencia de septiembre en el Centro de referencia para la educación y divulgación ambiental en Galicia, representando al movimiento activista FridaysforFuture.

Recorrido de Ana Baneira por la costa gallega.

Recorrido de Ana Baneira por la costa gallega. Quincemil

Ese mismo mes volvió a la Universidad de Coruña, donde se graduó en Administración y Dirección de Empresas en 2021 -con Erasmus el segundo cuatrimestre de 2019 en la Ivane Javakhishvili Tbilisi State University de Tbilisi (Georgia)-.

Compaginó ese último curso con un puesto como vendedora en Decathlon, empleo que dejó poco antes de ponerse con su Trabajo de Fin de Grado: Contextualización del cambio climático de la identidad de Kaya en España, realizado en inglés y donde analizó "los factores que determinan el cambio climático en España para poder identificar dónde se deben focalizar las políticas y acciones de lucha contra este fenómeno".

[Las imágenes de las protestas contra el régimen de Irán alrededor del mundo]

Este TFG fue la respuesta académica a una experiencia vital que, según su LinkedIn, había estado fuertemente marcada por el activismo: participó en el Proyecto de desarrollo a través del turismo sostenible de ARK Armenia, en la mejora de la infraestructura de un colegio (Jeunesse et Reconstruction de Francia, Cluses), apoyó los cuidados de personas con capacidades especiales en Calvert Trust Exmoor (England, Kielder) y, desde 2017, ha sido profesora de Cáritas Española.

Sus prácticas curriculares, realizadas en Lisboa, también estuvieron orientadas a la cuestión medioambiental. Como asistente de proyectos europeos en IrRADIARE participó en la Cumbre Europea de Comunidades Inteligentes 2021 y en la elaboración del Protocolo de Alentejo de Comunidades Inteligentes.

Finalmente, desde junio de 2021 hasta ese mismo mes de 2022 formó parte del departamento de sostenibilidad de ABANCA, lugar donde pudo poner en funcionamiento lo aprendido hasta la fecha. 

Recogida de basura de Ana Baneira.

Recogida de basura de Ana Baneira.

Viajera solitaria

Pese a lo que pueda parecer por su definida trayectoria estudiantil y profesional, las decisiones de Ana siempre han estado compuestas de un porcentaje de improvisación. Ajena al riesgo, fan de decenas de mujeres que se han lanzado a viajar solas por el mundo y a las que dedica escritos en su página web, el viaje por la costa gallega ya estuvo salpicado por el azar.

"Ha sido todo un poco improvisado, tenía la sensación de que o lo hago ahora o a saber cuándo voy a poder hacerlo", dijo en Ágora Diario durante su travesía, admitiendo la falta de preparación. Movida por el mismo espíritu, el final de su etapa en ABANCA se convertía en el principio de otro de sus sueños: un viaje de seis meses por Oriente Medio y Asia Central.

"He decidido iniciar un viaje de mochilera que sea lento, sin prisas, un itinerario fuera de lo común que me permita ser más consciente de los lugares que visito y las personas que conozco", escribía en su web, comenzando unos nuevos diarios de viaje. En esta ocasión, la lectura que la inspiró fue Radical Help de Hilary Cottom, quien escribe: "Hay ideas que, por la razón que sea, definen quienes somos y que hacemos"

El 9 de junio se lanzó a la aventura que nunca ha dejado de vivir, ya que para Ana aventura y vida son sinónimas. Nunca ha temido los imprevistos, que han curtido su espíritu tanto como la planta de sus pies, pero lo sucedido en Irán parece haber hecho bueno el viejo refrán de 'lo que mal empieza, mal acaba'.

Ana Baneira, en su viaje por Asia.

Ana Baneira, en su viaje por Asia.

En el único post publicado desde entonces, Ana cuenta que le tocó una primera escala en Ginebra "de más de 12 horas" de lo más accidentada, teniendo que buscar alojamiento casi al mismo tiempo que aterrizaba: "No eran horas ni estaba mentalizada, pero comienza la odisea: cambiar divisas, averiguar cómo funciona el transporte público, coger dos buses y un tranvía...".

Sabemos que la escala en Ginebra no fue tan mal como se presumía (incluso acabó en un bar underground tomando algo con el propietario de la habitación que alquiló, quien además era activista en International Association Geneva For Rights). Sin embargo, no volvió a escribir nada en los últimos meses.

Las revueltas en Irán le pillaron en mitad de su viaje por esa zona. Unas protestas a las que se unió con una valentía que no le es ajena ni puede sorprender: al fin y al cabo, es la misma que la llevó a arbitrar partidos de fútbol a los 16 años y atravesar la Costa da Morte a los 22.