Ione Belarra y su pareja, Nacho Ramos

Ione Belarra y su pareja, Nacho Ramos

Reportajes Endogamia

El ascenso meteórico de Nacho, el novio de Belarra, en Podemos: la enésima pareja morada 'enchufada'

Está en el partido desde 2015, pero su relación con la ministra y próxima líder de Podemos le ha hecho colocarse en el órgano decisorio de la formación.

23 mayo, 2021 01:50

Nacho Ramos. Apunten ese nombre porque lo van a oír a menudo a partir de ahora. No es un híbrido entre centrales del Real Madrid. Es la pareja de Ione Belarra, la ministra de Derechos Sociales. La próxima líder de Podemos, si todo se da como está previsto cuando se celebre Vistalegre IV.

Nacho Ramos es noticia porque, tal y como mandan los cánones del partido morado, acaba de ser incluido por Belarra en su candidatura para el Consejo Ciudadano Estatal (CCE). Es decir, su novia lo ha metido en la cúpula de Podemos. Ramos ya era militante del partido desde 2015, pero su labor había sido discreta y poco relevante. Ahora va a pasar a formar parte del órgano donde se toman las decisiones en UP. Su mérito, aparentemente, es ser “la pareja de”.

Y no es el primer caso. De hecho, la endogamia se ha convertido en una de las señas de identidad en las altas esferas de Podemos. Ningún otro partido en España cuenta con tantas parejas que militan y tienen cargos orgánicos dentro de las formaciones. Aunque no es el único, el caso más conocido es el de Pablo Iglesias e Irene Montero. Allí, el jefe (Iglesias), hizo subir a la subordinada (Montero), hasta llevarla a un ministerio, en un movimiento claramente alejado de los postulados feministas que ella defiende.

Ione Belarra e Irene Montero.

Ione Belarra e Irene Montero. E.E.

La dimisión de Iglesias había hecho que pareciese que el panorama iba a cambiar. El tándem se deshacía (al menos en cuanto a cargos en el partido se refiere). Pero ahora aparece Belarra, la sucesora de Iglesias, e impone el mismo sello: su pareja a los mandos. Ramos ostentaba un puesto de perfil muy bajo, pero ha ido escalando en las jerarquías del partido al mismo tiempo que ella. Belarra ya ha tocado techo y se perfila como la próxima líder del partido. Su novio ha ido ascendiendo a la par que ella y apunta a convertirse en una de las próximas figuras relevantes en UP.

En la sombra

De Nacho Ramos (Ignacio Eduardo Ramos Delgado) se sabe muy poco. Incluso dentro de Podemos, donde su papel ha sido meramente testimonial hasta la fecha. Lo poco que se sabía lo explicamos aquí; una anécdota que ilustra la poca relevancia del personaje en el partido: “Sabemos de Ramos que estuvo en Podemos desde su formación y que una vez, en 2016, había tomado la palabra durante la escuela de verano para decir que ya estaba bien de luchas internas. Ese era su único historial hasta que, cuando su pareja llegó al Gobierno, ascendió a asesor del grupo parlamentario en el Congreso”.

Es decir, que no es este el último ascenso promovido por su pareja. De militante de base en el Círculo de Ciudad Líneal (Madrid), que pidió una vez que cesasen las peleas fratricidas, a colocarse de asesor del partido. Y de ahí, a colarse en el órgano donde se toman las decisiones. Todo ello en algo menos de 5 años. Un ascenso meteórico para alguien que ni siquiera procede del mundo de la política. Porque Nacho Ramos estudió Comunicación Audiovisual en la Universidad Carlos III. Desde que ingresó en Podemos consagró su vida al partido. En lo laboral, se ha dedicado a participar en la elaboración de campañas y material audiovisual para la formación morada. En lo personal, se ennovió con Belarra, uno de los valores en alza. Ambos tienen un hijo en común.

De Ciudad Lineal pasó a Vallecas cuando consolidó la relación con Ione Belarra. Ambos adquirieron allí un piso valorado en unos 200.000 euros. La hipoteca de 141.000 les fue concedida por la Caja de Ingenieros. La entidad bancaria favorita del partido y sus amigos. La misma que le concedió el crédito a Iglesias y Montero para pagar el chalet de Galapagar. O a la también miembra del partido Noelia Vera. También al diputado de ERC Gabriel Rufián. La Caja de Ingenieros (en Cataluña Caixa d’Enginyers) fue la entidad elegida por los separatistas que decidían sacar el dinero de sus bancos habituales durante el 'procés'.

Ramos no se ha casado con Belarra, pero conviven juntos en dicho piso de Puente de Vallecas y tienen un hijo en común. Fue en febrero de 2020 cuando ella fue nombrada ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030. Solamente unas semanas más tarde, Ramos pasó a trabajar como asistente del partido en el Congreso. Un cargo de confianza. Un nombramiento a dedo que llevó a cabo Pablo Echenique, que también forma parte de la candidatura de Belarra.

El gran lío

La historia de Nacho Ramos y Ione Belarra se parece mucho a tantas otras que ha dejado Unidas Podemos en sus 6 años de vida. EL ESPAÑOL contó aquí las relaciones sentimentales que se habían dado en el seno del partido desde sus inicios. Unos con otros, juntos y revueltos. Tomen papel y lápiz, porque hay lío. A saber:

El fundador e histórico líder, Pablo Iglesias, tuvo una relación con Tania Sánchez. Tras su ruptura, ella acabó dejando sus cargos y hasta el partido. Después de estar con Iglesias, Sánchez inició una relación con David Campos, que fue asesor de Ahora Madrid, con el que ha tenido un hijo. El propio Iglesias, por su parte, hizo lo propio con Irene Montero cuya carrera política ha sido fulgurante desde ese momento. A Iglesias también se le atribuyen relaciones de distinta naturaleza con otras compañeras de partido, como Marisa Matías o Dina Bousselham, que después acabó siendo nombrada directora de La Última Hora, la principal publicación propagandística de Podemos disfrazada de periódico digital.

Sergio Pascual, Carolina Bescansa, Pablo Iglesias, Íñigo Errejón e Irene Montero en una imagen de archivo durante la campaña electoral del 20 de diciembre de 2015.

Sergio Pascual, Carolina Bescansa, Pablo Iglesias, Íñigo Errejón e Irene Montero en una imagen de archivo durante la campaña electoral del 20 de diciembre de 2015.

Irene, por su parte, ya había estado con otros tres miembros del partido antes de empezar con Iglesias: con Sergio Pascual, Rafa Mayoral y Juanma del Olmo. De esos tres nombres, al menos dos han mantenido o mantienen relaciones con otras compañeras o personas de la órbita de Podemos: el diputado Rafa Mayoral está con Gara Santana, que ahora es jefa de prensa y redactora en La Última hora. Por su parte, el exdiputado Juanma del Olmo, conocido como “el fontanero de los trabajos sucios de Podemos” (como contamos en este artículo), también acabó de pareja con Isa Serra, otra de las figuras pujantes de UP.

Seguimos sin dejar el hilo de las Serra: Clara, la hermana de Isa, fue pareja de Daniel Iraberri, otro miembro del CCE de Podemos. Y también se le atribuyó una relación con Íñigo Errejón, que a su vez también estuvo junto a Rita Maestre, que se acabó casando con el poeta Manuel Guedan, un escritor que en su momento también fue miembro del Consejo Ciudadano Estatal de Podemos. A todos esos nombres se les suman los de las marcas blancas del partido por España. El ejemplo es Ada Colau, alcaldesa de Barcelona y líder de los comunes catalanes, que incorporó a su marido, Adrià Alemany, como responsable de relaciones institucionales en la confluencia.

La 19

Así, hasta 18 relaciones contabilizamos en aquel artículo. La de Nacho Ramos y Ione Belarra aún no se había hecho oficial. Es, que se sepa, la número 19 y la prueba empírica de que nada ha cambiado en Podemos. Porque Podemos, el partido que quiso romper y revolucionarlo todo, ha acabado incurriendo en lo mismo de siempre: la endogamia. “En el momento que se liaban con alguien, ascendían. Y cuando rompían, caían en desgracia”, explicaba un antiguo miembro de Podemos a EL ESPAÑOL.

El desencanto para con el proyecto es generalizado, y chirría dentro y fuera del partido. “Creo que el ambiente tiene mucho que ver con que Pablo ha generado más una corte que un partido. Un clan, un búnker... eso hace que hacia abajo todo el que se mueve sea un traidor”, opinaban exmiembros de la formación en conversación con este periódico. Ahora, Pablo se ha ido, pero su semilla y sus formas de organizar un partido como una especie de esquema Ponzi, siguen más vigentes que nunca. La próxima líder del partido ya ha colocado a su novio en las posiciones de privilegio. No tardará en empezar a tomar decisiones.