McDonald's, una de las cadenas de hamburgueserías más conocidas en el mundo, relanza dos productos clásicos basándose en que “los españoles son unos nostálgicos, deseosos por disfrutar de nuevo los sabores y experiencias de épocas pasadas”. Así lo acredita la empresa tras realizar una encuesta, junto a Sigma Dos, de la que se desprende que el 82% de los ciudadanos de este país viajaría, si pudiese, al pasado. Por ello y con el fin de satisfacer la demanda de sus clientes más nostálgicos, la cadena de restaurantes, que cumple en marzo 40 años en España, pone en el mercado dos nuevos productos: la hamburguesa Grand McExtreme de McDonald's 1955 y su tradicional postre Apple Pie.

En EL ESPAÑOL hemos querido comprobar si esos sabores realmente nos trasladan al pasado y si son fieles a los productos originales que ya no estaban a la venta en los restaurantes y los hemos catado. En todo caso, por 8,20 euros, los consumidores de McDonald's pueden sacar sus propias conclusiones y degustar los citados productos. La hamburguesa que hemos probado es la Grand McExtreme Double 1955 (7,20 euros) y el postre es el Apple Pie (1 euro). Pese a ello, también está disponible la Grand McExtreme de McDonald's 1955, cuyo valor es de 6 euros y la única diferencia que tiene es que tiene una hamburguesa de vacuno en vez de dos.

Así, gracias a Deliveroo —también hay servicio a domicilio con Uber Eats— el pedido nos ha llegado para la hora de comer. La verdad, no se lo negamos, tenemos hambre y tenemos ganas de viajar al pasado. Por ello y, para que no se quede fría, lo primero que hacemos es abrir el tradicional envase de cartón en el que vienen las hamburguesas de McDonald's. Y nos encontramos con la primera —grata— sorpresa: el tamaño. Con un metro, medimos el diámetro de la hamburguesa y sale que mide 12 centímetros de diámetro. Además, como estamos degustando la doble, tiene mayor cantidad de carne, lo cual hará que llenemos nuestros estómagos sin problema.

Los productos que McDonald's España ha empezado a vender en sus restaurantes. E.E.

Observamos, antes de hincarle el diente, que todos los ingredientes que debe de tener el producto estén correctamente: aparte de las dos carnes, la hamburguesa debe llevar una salsa especial de color anaranjado, cebolla asada, dos rodajas de tomate, lechuga y tiras de bacon. Vale. Todo correcto, pero el bacon parece algo escaso, aunque es de agradecer, ya que esta bomba tiene 593 kilocalorías. Por ello, el resto del día deberemos comer comidas más livianas, ya que cada adulto, en función de su actividad física, debe consumir unas 2.000 kilocalorías diarias de media.

El viaje al pasado

Pero, lo importante: su sabor. Efectivamente, la Grand McExtreme de McDonald's 1955 nos recuerda a los sabores antiguos de las hamburguesas. Pensamos que puede ser por la salsa que lleva y por la cebolla asada, muy empleada en la comida asada tradicional estadounidense. Esta hamburguesa, eso sí, a diferencia de sus homólogas no lleva queso, así que si es amante del lácteo claramente lo echará de menos.

El resto de los componentes de una hamburguesa tradicional, como la lechuga y el tomate, están presentes y en abundancia. Y, el pan: el clásico, con semillas de sésamo. Está bien de sabor y tostado. La pega, eso sí, la tenemos con la carne que es 100% de vacuno, pero, por desgracia, está muy seca. Es lo que comentamos todos los comensales reunidos en esa particular cata. Uno de ellos es José Antonio, cocinero profesional, cuya opinión ha sido la más dura: “Es comestible, pero el sabor no tiene ningún atractivo fuera de lo común”.

La hamburguesa Grand McExtreme Double 1955 de McDonald's probada. E.E.

Pese a ello, también destaca que, pese a la sequedad de la carne, la salsa especial que lleva la Grand McExtreme de McDonald's 1955 está “para chuparse los dedos”. Esa salsa, sin duda, nos ha llevado al pasado y ha servido como buen hilo conductor del sabor de la hamburguesa que está disponible en el mercado hasta finales de abril o mediados de mayo, según ha podido comprobar este diario.

El Apple Pie

Aunque la hamburguesa ha tenido ciertas divergencias sobre su sabor, con el Apple Pie ha habido unanimidad. Lleva al pasado, pero lo mejora. “Yo llevaba, por lo menos, 10 años sin probar el Apple Pie de McDonald's, ya que lo habían descatalogado y me parece que ha mantenido perfecta su esencia salvo que está menos dulce y lo veo mejor, ya que ahora la sociedad demanda que los postres sean cada vez menos empalagosos”, opina uno de los comensales.

En realidad, estamos todos de acuerdo con este análisis, ya que lo que más nos ha gustado de este nuevo-viejo Apple Pie de McDonald's es que el dulce no ensombrece ni eclipsa el resto de los sabores a tostado (su parte externa hecha a base de hojaldre crujiente) y cómo no, al relleno de manzana con canela. Este relleno, a mí, por lo menos, me ha hecho imaginarme esos pasteles de manzana que se posan en el alféizar de las ventanas de las películas estadounidenses para que se enfríen tras su elaboración.

El Apple Pie de McDonald's probado en la cata. E.E.

Eso sí, es recomendable también comerlo en pequeñas dosis, ya que la pieza rectangular que mide 11,5 centímetros por seis centímetros tiene 250 kilocalorías, según indica la cadena estadounidense de hamburgueserías. Y, la pega: quizá está muy aceitoso el hojaldre.

En todo caso, “con el regreso del Apple Pie y la Grand McExtreme 1955, McDonald's quiere contribuir a que los más nostálgicos consigan volver a disfrutar esos buenos momentos de otras épocas, basados en el sabor y en las experiencias compartidas”, apuntan fuentes de la compañía. De hecho, Natalia Echeverria, directora de marketing de McDonald's España ha explicado que “sabiendo que más del 80% de los españoles desearía viajar al pasado”, la cadena quiere “ponérselo fácil”. De ahí que hayan relazando estos dos nuevos productos. “Con ello, queremos transmitir a la sociedad un mensaje de optimismo: que lo bueno siempre vuelve”, destaca. Eso sí, recuerden, como tarde, los podrá comer hasta mediados de mayo.

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