La capital de España ha sido sepultada por el ‘tsunami de nieve’ que ha dejado la borrasca Filomena. La situación contemplada desde la distancia a través de los medios de comunicación por los políticos del levante español, por ser lejana, no es menos preocupante. Tanto es así que el alcalde de Torrevieja, Eduardo Dolón, decidió este sábado hacer un ofrecimiento espontáneo al Ayuntamiento madrileño: “Me puse en contacto con el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, porque es amigo de José Luis Martínez-Almeida, y le dije que informase al alcalde de Madrid de que nuestras salinas estaban a su disposición”, tal y como relata el primer edil torrevejense a EL ESPAÑOL.

“Torrevieja tiene la planta con mayor producción anual de sal marina de toda España”, subraya el popular Dolón sobre el motivo por el que decidió realizar el citado ofrecimiento. Las instalaciones que explota Nueva Compañía Arrendataria de las Salinas (NCAST) tienen una producción que oscila de 600.000 a 800.000 toneladas al año. De forma que el presidente de la Diputación de Alicante no se lo pensó dos veces y este sábado le envió un WhatsApp a Almeida.

El domingo, el regidor torrevejense recibió una llamada de un número desconocido: al otro lado del teléfono estaba el alcalde de Madrid para pedirle sal marina a gogó. “Me dijo que conocía Torrevieja porque suele venir en ocasiones por la zona del levante, pero que jamás se habría imaginado que algún día necesitaría la ayuda de nuestras salinas”. No exagera el alcalde de Torrevieja en sus apreciaciones sobre aquella conversación porque Oscar de Vicente, director Comercial y de Marketing en el Groupe Salins, corrobora que el Ayuntamiento de Madrid ha realizado “un pedido histórico”: 2.160 toneladas de sal marina de una tacada.

Camión con sal de Torrevieja que ha llegado a Madrid para luchar contra los efectos de Filomena.

Entre este lunes y el martes, desde las lagunas rosadas torrevejenses han partido 90 camiones con volquete, cargados cada uno de ellos con 24 toneladas de sal marina, con el objetivo de luchar contra la congelación de calles y carreteras que han contribuido a paralizar parte de la actividad laboral y educativa de la capital de España. “El alcalde de Madrid llamó al alcalde de Torrevieja ante la necesidad imperiosa que tenía de sal porque parece ser que sus proveedores habituales habían agotado existencias ante una situación que se sale de lo normal”, detalla Oscar de Vicente desde Groupe Salins, propietaria de Nueva Compañía Arrendataria de las Salinas (NCAST).

Este lunes comenzaron a salir las ‘bañeras’ cargadas de sal rumbo a la ciudad madrileña. De diciembre a febrero se produce lo que en el sector salinero español se denomina como la campaña del deshielo. Esta firma francesa, a través de las instalaciones que explota en Torrevieja, suele comercializar durante los tres meses del deshielo una media de 30.000 a 40.000 toneladas de sal marina. Esa cifra será pulverizada a raíz de la borrasca Filomena y los estragos que está causando en comunidades como Madrid o Castilla-La Mancha.

Madrid hace una compra histórica de sal en Torrevieja

“En una semana hemos comercializado las 10.000 toneladas que teníamos previstas solo para el mes de enero”, ejemplifica el director Comercial y de Marketing del Groupe Salins.

- Oscar, si en la campaña del deshielo suelen mover 40.000 toneladas de sal marina, ¿cuál es la previsión que manejan para esta campaña tras la irrupción de Filomena?

- No sabemos a dónde podemos llegar. Como mínimo duplicaremos las ventas.

- ¿Ustedes también han subido el precio del kilo de sal como han hecho las compañías eléctricas con la luz?

- Algo ha subido el precio, pero no vamos a sacar tajada de esto. El incremento del precio se debe a los costes del transporte porque es más complicado encontrar camiones para realizar los portes y hemos tenido que contratar mucho transporte externo desde que empezó la borrasca. Los precios de la sal son muy baratos, piensa que cuando compras para consumo, el kilo te sale a sesenta céntimos, pero el transporte es una parte muy importante del coste final de la sal. No nos estamos aprovechando para sacar tajada: no es filosofía de la compañía hacer sangre. Además, nosotros ofertamos los precios de la temporada antes de saber si nevará. Ya teníamos cerrados los precios.

Las empresas sanileras de todo el país están afrontando sobrecostes por el transporte a causa de la borrasca. Prueba de ello es que la Nueva Compañía Arrendataria de las Salinas, tras la irrupción de Filomena, ha pasado de movilizar 30 camiones diarios a 100 para poder atender desde Torrevieja a los clientes previstos para la campaña del deshielo y a todos los que han ido surgiendo sobre la marcha por culpa de un temporal de frío y nieve que pasará a la historia del país.

Las famosas montañas de las salinas de Torrevieja forman parte de una ruta turística.

“La planta está hasta arriba de camiones: aquello parece la Junquera”, bromea el director Comercial y de Marketing del Groupe Salins. De Vicente aclara que la borrasca no ha provocado un aumento de producción: “Nuestra producción siempre es la misma porque lo que la laguna da es lo que hay en función de la climatología, pero podemos atender los pedidos porque durante todo el año tenemos ‘stock’ para las distintas campañas que hacemos: desde el secado de los jamones, a las conservas vegetales, tipo alcachofa, el deshielo...”.

2.187 campos de fútbol

La borrasca ha situado en la diana de la actualidad informativa al sector salinero español y en particular a Torrevieja por el auxilio que desde hoy está prestando a Madrid con un envío histórico de 2.160 toneladas de sal marina. “Nuestra ciudad y su población se desarrolló a raíz de las salinas: hay constancia de que los romanos ya las explotaban en el siglo uno antes de Cristo”, apunta el regidor torrevejense, Eduardo Dolón. “Además, seguimos empleando un proceso de extracción natural: todo se realiza con barcazas cuyo calado no excede de los 20 centímetros, ya que la profundidad de la laguna no supera los cuarenta centímetros”.

Entre La Mata y Torrevieja se distribuyen unas lagunas que ocupan 2.100 hectáreas -2.187 campos de fútbol- y donde la concentración de cloruro de sodio en el agua oscila de 120 a 370 gramos por litro. En la práctica, una concentración 10 veces mayor que en el mar. Emplendo una rompedora con sistema GPS, una cuchilla extrae del fondo la costra de sal cristalizada -cuando alcanza un espesor mínimo de cinco centímetros-, se carga en las barcazas y se deposita en la isla. Ahí se produce el primer lavado con agua a presión para eliminar yesos y lodos antes de que el producto vuelva a ser sometido a un cribado y a otro lavado.

Noruega y Finlandia

“Sacamos la sal de distintas lagunas, la dejamos secar como en barbecho y en las graveras se forman las famosas montañas de las salinas”, resume el director Comercial y de Marketing del Groupe Salins sin querer revelar el secreto de la sal marina qe producen en sus instalaciones.

El espectacular paisaje de las Salinas de Torrevieja marcado por la famosa silueta de sus enormes montañas blancas de sal marina reflejada en las aguas rosadas de las lagunas se ha convertido en objeto de una ruta turística, desde la que hoy se combaten los efectos no solo de Filomena en España sino también de las copiosas nevadas que cada año se registran en Noruega o Finlandia.

Sal de Torrevieja.

“Estamos abasteciendo a países del norte de Europa con pedidos por mar y enviando sal a toda España con camiones desde que empezó Filomena”, saca pecho el alcalde popular de Torrevieja. Prueba de ello son las 15 bañeras cargadas de sal marina suministradas a Iberpistas para evitar los problemas que pueden causar la nieve y las placas de hielo en la AP-6, entre Guadarrama (Madrid) y Adanero (Ávila). Los casi cien empleados de la Nueva Compañía Arrendataria de las Salinas están trabajando a destajo desde que la borrasca desató su furia helada para atender todos los pedidos que llegan a las instalaciones torrevejenses y que en estos días están marcados por la urgencia.

En el caso del pedido salino de Madrid se ha reforzado el dispositivo desplegado de Policía Local, Guardia Civil y Protección Civil para evitar que se produzcan atascos en el convoy madrileño de camiones porque estos vehículos -para la ida y la vuelta- necesitan permisos especiales por los confinamientos perimetrales que el coronavirus ha causado en las comunidades autónomas que deben atravesar. De hecho, la Diputación de Alicante está supervisando el dispositivo para ayudar a que las infraestructuras de la capital de España salgan de su colapso. El alcalde torrevejense se muestra esperanzado en que la situación de Madrid mejorará durante los próximos días: “La sal marina de Torrevieja es especial para el deshielo”.

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