El Gobierno avisa a los conductores: estas son las multas que tienen pena de cárcel

Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior, en el último Informe Integral sobre los delitos de seguridad vial y su incidencia en el Ámbito Penitenciario, hizo públicos los principales motivos por los que algunos conductores han ingresado en prisión. En total, 1.159 reclusos del total de 50.129 han entrado en prisión –o han sido condenados a entrar en ella (aunque luego no lo hayan hecho)– lo han hecho por un delito relativo a la seguridad vial. Es decir, por cometer alguna infracción mientras conducían sus vehículos -y, al mismo tiempo, sobre pasar las multas convencionales-. 

Desgranando los números por el tipo de multas, el principal delito por el que muchos conductores han sido condenados a la cárcel es por conducir sin permiso o no tenerlo vigente (630 personas, el 54%). El segundo delito más repetido ha sido conducir de forma temeraria (194, un 16,7%). El tercero es conducir bajo la influencia del alcohol, bebidas análogas o estupefacientes (191, el 16,5%).

Tras estos tres principales, se encuentran los conductores que se han negado a someterse a las pruebas de alcoholemia (70, un 6%) y por conducir a una velocidad superior a la permitida cuando se considera delito; es decir, cuando se superan los 60 kilómetros hora en vías urbanas y 80 en interurbanas (un 3,5% del total).

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Llama la atención, en dicho informe, que el perfil del conductor que comete este tipo de delitos es muy parecido: varón, de una edad media de 40 años y que es condenado a estar menos de tres años en prisión –la media es de 667 días (1,8 años). Estos son el 97,3% del total de personas que reciben esta ‘multa’.

Asimismo, el informe destaca que el 20% de los condenados por homicidio imprudente han sido conductores que iban en un vehículo de motor. Pero no en todos los casos acaban en la cárcel, aunque todos sean condenados a pasar por prisión. Muchos de ellos rebajan las penas con talleres o programas de reeducación conductal o trabajos en beneficios de la comunidad. De esta forma, no pasan por prisión.