Nace la Chanchullopedia: el hacker azote de Revilla que saca los trapos sucios de los contratos políticos

Nace la Chanchullopedia: el hacker azote de Revilla que saca los trapos sucios de los contratos políticos

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Nace la Chanchullopedia: el hacker azote de Revilla que saca los trapos sucios de los contratos políticos

El fundador es Jaime Gómez Obregón, un ingeniero cántabro que deja su trabajo para dedicarse un año, de forma intensiva, a este colosal proyecto de transparencia

27 junio, 2020 02:55

La idea llegó como llegan las grandes ideas: sin avisar. De improviso. En el momento más inesperado. Jaime iba conduciendo de madrugada, con la vista en la carretera y la cabeza en todos lados. Ahí, en la oscuridad de la noche, se le encendió la bombilla: “¿Por qué no cruzar los datos de las adjudicaciones de contratos públicos con las listas electorales desde 1979?”.

Esto, que a cualquier mortal le suena a chino, es el hábitat donde Jaime se siente cómodo. Es su campo. Porque Jaime Gómez Obregón (Santander, 1981) es ingeniero informático, es hacker, es profesor en la universidad y es otras muchas cosas relacionadas con los datos, que le permiten simplificarlos, hacerlos comprensibles y ponerlos a disposición de la gente. La transparencia política lleva siendo su cruzada estos últimos años. Su obsesión: exhibir las vergüenzas de la administracion pública en materia de contratación: “Estoy hasta el moño de ver politiqueo, chanchullos y cambalaches con dinero público”, asegura.

Con la sensación de que se le acababa de ocurrir algo grande, Jaime llegó a casa y se puso manos a la obra. Descargó la exorbitante cifra de 1,9 millones de contratos de la Plataforma de Contratación del Sector Público. Luego se bajó la no menos despreciable cifra de 1 millón de candidatos electorales desde 1979 hasta el presente. Tras la titánica tarea, cruzó datos y dejó que fluyese la magia. El resultado: Jaime ha detectado tantas irregularidades (o como mínimo contrataciones sospechosas) que ha decidido dejar su trabajo para ponerse en exclusiva con el que será el mayor proyecto de su vida: La Chanchullopedia.

La enciclopedia del chanchullo

“Lo siento, entrevistas no voy a dar; no estoy hablando con nadie. Vivo enfrascado en mis retos informáticos y deseo que siga siendo así”, declina amablemente Jaime Gómez Obregón dar una entrevista a EL ESPAÑOL. No quiere, porque en realidad rehuye del protagonismo. Y no puede, porque anda más liado que nunca y así va a seguir u vida, al menos, el próximo año natural. Es el tiempo que quiere dedicarle, a priori, a esta idea de recopilar tejemanejes con dinero público y exponerlos en una web.

Su proyecto de La Chanchullopedia busca ser el azote de la mala praxis en las adjudicaciones de los partidos políticos. ¿En qué consiste?: “Es como diseñar una máquina para aflorar todos los chanchullos de los caciques políticos locales e inmortalizarlos en los ecos de la eternidad”, cuenta en sus redes sociales, donde informa de todos sus pasos.

Jaime Gómez Obregón

Jaime Gómez Obregón

Para dedicarse a ello ha dejado momentáneamente su trabajo: es el director general y fundador de la empresa ITEISA, “una compañía del sector tecnológico que utiliza la tecnología para transformar las empresas y hacerlas mejores: más competitivas, más rentables y más humanas”, según define él mismo. Abandonar su puesto de trabajo por una causa que no tiene subvenciones (y que le puede acarrear más dolores de cabeza que satisfacciones) es un reto que se antoja insostenible. Pero está decidido: se toma una excedencia de un año.

Cantabria Infinita

Su proyecto, adelanta, no tiene colores políticos. Como él: “En mi tierra todo el mundo lo sabe: no tengo adscripción política. Siempre me he mantenido al margen de partidos y lo único que me mueve es mejorar la transparencia de las cosas públicas con las herramientas que sé usar: tecnología y datos. No hay más”, asegura. Para empezar, su primer piedra de toque ha sido la suya: Cantabria. Asegura que ha dedicado el confinamiento “a hacer cosas para tratar de que mi región sea más transparente”. Y los primeros resultados le han sorprendido a él mismo.

¿Cómo lo hace? Jaime cruza datos públicos de adjudicaciones con candidaturas electorales: “Las candidaturas son la militancia de los partidos. Desde el pueblecillo más recóndito hasta la capital del reino, ahí constan todas las personas que se han presentado alguna vez con un partido político”, explica. Al cruzar dichos datos, Jaime obtiene los candidatos electorales que han sido alguna vez adjudicatarios de contratos con dinero público.

Documentos públicos, señalados y expuestos estarán en el proyecto

Documentos públicos, señalados y expuestos estarán en el proyecto

Jaime publica los resultados sospechosos que obtiene con su trabajo. En largos hilos en redes sociales y en una página web llamada contratosdecantabria.es, donde ha puesto a disposición de cualquiera una herramienta digital interactiva para el análisis de la transparencia. En menos de una semana, la cantidad de contratos que generan dudas (porque los adjudica un partido a sus propios militantes) es ingente.

Primeros resultados

El PSOE y el Partido Regionalista de Cantabria (PRC) han sido los grandes señalados en esta primera prueba piloto. En sus hilos pone nombres y apellidos a militantes de los partidos que se han llevado contratos públicos: “Tomo un contrato al azar y me sale David Fernández Arnáiz por 37.643 euros. Ahora voy a las listas electorales, busco a David Fernández Arnáiz y [dentro música suspense] es militante del PRC”, resume en un tuit.

Como esas, decenas. “Mi primera prueba ha sido con una persona física al azar adjudicataria de dos contratos públicos, 63.871 euros a un tal Francisco Cobo Fernández. Se lo adjudica una consejería del PRC. Ahora cojo la otra fuente de datos, la de los candidatos y… bingo. El tal Francisco Cobo Fernández es militante del PRC” cuenta en uno de sus hilos.

Revilla, en el punto de mira

Aunque la Chanchullopedia pretende ser la ópera prima de Jaime Gómez Obregón, este ingeniero lleva tiempo obsesionado con la transparencia. Y en esa búsqueda ha puesto en la picota al propio presidente de Cantabria, el popular y mediático Miguel Ángel Revilla. Fue el mes pasado, al analizar una serie de donaciones recibidas por su partido, el PRC. Jaime se hizo con los datos publicados por el Boletín Oficial de Cantabria e identificó una donación de 200.000 euros al gobierno cántabro de la empresa británica “Dunoon Investment Trading”, en la cuenta denominada “Donaciones Coronavirus”.

Con ese único dato, Jaime se puso a investigar y acabó soltando una bomba que todavía no ha sido aclarada ni desmentida por el PRC: “Creo que tengo indicios suficientes para decir que el Gobierno de Cantabria ha recibido una donación abultada de una red criminal dedicada al tráfico de armas”, resume a modo introductorio en un largo hilo, en el que explica todos los pasos que ha seguido para arriesgarse a publicar una información tan delicada.

No es nada personal contra el PRC. El PSOE también se lleva muchas entradas en el proyecto

No es nada personal contra el PRC. El PSOE también se lleva muchas entradas en el proyecto

La bomba llegó al Parlamento de Cantabria, donde el presidente Revilla procedió a dar las explicaciones pertinentes… que no han dejado satisfecho a nadie: “La donación la hizo una mujer de México, hija de un cántabro fallecido hace 17 años, pero jamás desvelaré su nombre”, explicó en la sesión plenaria, a preguntas de VOX-Grupo Mixto. El asunto todavía colea.

Pero no le atiza solamente al PRC, no es nada personal. El PSOE también tiene ya numerosas entradas potenciales en su enciclopedia del chanchullo. Cuenta Jaime varios casos que ha detectado en los primeros días, con datos. Como el de Diego Abascal Diego, un militante socialista "que ya le ha facturado 143.000 pavos a a Consejería de Educación (PSOE). Enhorabuena a todos", explica en su cuenta.

Marcharse de su tierra

Jaime tiene claro que este proyecto le va a granjear poderosos enemigos. Especialmente en su tierra, donde es de sobra conocido por este tipo de iniciativas que hacen temblar los cimientos de la política local. Por eso, entre otros motivos, se ha largado provisionalmente de su propia comunidad: “Ayer abandoné Cantabria. No sé cuándo regresaré, pero necesito distanciarme del ruido y la presión de los últimos días. He comenzado a organizar las ideas para La Chanchullopedia™️. Iré itinerante una temporada, con mi cuaderno de notas y el portátil para seguir programando”, contaba ayer en uno de sus últimos tuits.

Deja su trabajo y se va de su tierra. Todo para explicarle a los españoles, con datos en la mano, qué están haciendo los políticos con nuestro dinero. El suyo, ahora, es una incógnita. El dinero que va a perder con su excedencia laboral no se lo cubre ningún mecenas. Por eso ha abierto una cuenta de Patreon, que es un sistema de micromecenazgo en el que como usuario puedes donar una cantidad de dinero mensual a proyectos creativos. De momento, la respuesta ha sido un éxito. Y de ello depende, en gran medida, el éxito del proyecto: que el próximo año, los españoles puedan ver, con luz y taquigrafos, todos los chanchullos que se han perpetrado desde que en nuestro país hay democracia.