Rubén era un apasionado de la cocina; cayó a una acequia con su coche el pasado sábado de madrugada.

Rubén era un apasionado de la cocina; cayó a una acequia con su coche el pasado sábado de madrugada.

Reportajes

El fatal fin de fiesta de Rubén: su coche cayó a una acequia y sus amigos no pudieron rescatarlo vivo

El joven de 25 años fallecido en Huesca iba a abrir un restaurante, una tradición que compartía con sus padres, que regentaban un bar. 

3 diciembre, 2019 02:54

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"La pasión lleva al sacrificio, el sacrificio al esfuerzo y el esfuerzo al triunfo". Estas palabras eran el motor de la vida de Rubén Ríos -de 25 años-, esas que intentaba cumplir siempre a rajatabla. El joven era vecino de Belver de Cinca (Huesca) y una persona extrovertida, preocupada por su familia y que tenía muchas metas y sueños por cumplir. Pero el pasado fin de semana todo se truncó. El vehículo en el que viajaba -a primera hora de la mañana- junto a otros cuatro amigos se salió de la calzada y se precipitó a una acequia cercana a su casa. Sus compañeros pudieron salir del agua, pero él se quedó atrapado entre los restos del coche. Estaba inconsciente por el fuerte golpe. El cuerpo sin vida de Rubén tuvo que ser excarcelado por los Bomberos. 

El Ayuntamiento de Belver de Cinca ha decretado un día de luto y han colocado las banderas a media asta. El joven era muy querido en esta localidad de la provincia de Huesca. Allí lo tenía todo preparado para abrir un restaurante, una tradición que compartía con sus padres, quienes regentaban un bar -ya cerrado- hace unos años. "Era un chico abierto, emprendedor y con mucho amor por su pueblo", apuntan desde el ayuntamiento a EL ESPAÑOL. "Todavía no nos lo podemos creer", añade una vecina. 

Iba a abrir su restaurante

Rubén Ríos llevaba toda su vida viviendo en Belver de Cinca, un pequeño pueblo de poco más de 1.000 habitantes a una hora de la capital, de Huesca. Ahí había hecho su vida, había formado un grupo de amigos y pasaba sus ratos libres trabajando en el Bar de Ríos, el establecimiento que regentaban sus padres. Al pasar tanto tiempo charlando con los locales y atendiendo tras la barra, así como ayudando a su madre con la cocina, descubrió su verdadera pasión. Por ello, al terminar sus estudios en Alcolea y Monzón -dos pueblos cercanos- decidió emprender su camino en la Escuela de Hostelería de Guayente

Rubén era un apasionado de la cocina.

Rubén era un apasionado de la cocina.

"Era un joven muy dicharachero y activo, le gustaba mucho lo que hacía y tenía mucha ilusión por la cocina", apunta una vecina. Esta ilusión le llevó al deseo de abrir su propio restaurante, en el mismo lugar donde sus padres cerraron el suyo. Ahora, ellos trabajaban en una residencia de mayores y en una empresa de construcción. Ya lo tenía todo hecho; la reforma comenzada, los papeles en regla y la emoción de embarcarse en una nueva aventura. Mientras tanto, se empleaba en el Restaurante Callizo, en la localidad de Ainsa, lugar de veraneo para muchos aragoneses. 

Atrapado en el coche

Pero el pasado fin de semana, la ilusión se desvaneció. Rubén junto a otros cuatro amigos volvían de una fiesta de Quintos en Binaced -a pocos kilómetros de su pueblo- cuando tuvieron un grave accidente de tráfico. "Fue fatídico", añaden desde el ayuntamiento. El Opel Astra en el que viajaban los amigos se salió de la calzada, atravesó un tramo de tierra y se precipitó a una de las acequias que discurren de forma paralela a la carretera. El accidente ocurrió en la A-140, que se localiza entre las localidades de Binéfar y Binaced. "En ese tramo hay mucha falta de señalización", explican desde el Consistorio. 

El coche de Rubén, hundido en la acequia.

El coche de Rubén, hundido en la acequia. Cinca Medio Noticias

Rubén, el conductor del vehículo, se quedó atrapado dentro del coche. Los otros ocupantes -de entre 25 y 51 años- pudieron salir del lugar de accidente. El joven cocinero había quedado inconsciente debido al fuerte golpe y, a pesar de la insistencia de sus amigos, no pudo ser rescatado hasta que no llegaron los Servicios de Emergencias. Fueron los Bomberos quienes consiguieron sacar a Rubén de los restos de su Opel Astra. Los otros heridos, que se encuentran estables, fueron trasladados al Hospital de Barbastro y fueron atendidos por las diversas magulladuras que presentaban. 

Una carretera complicada

Como apunta El Heraldo, el grupo había pasado la noche del sábado al domingo junto a otros jóvenes en el pueblo de Binaced. Allí se celebraba la tradicional fiesta de Quintos. Poco antes de las nueve de la mañana, Rubén y sus cuatro acompañantes decidieron volver a casa. Dejarían primero a una de ellas en Esplús, una localidad cercana. Pero en el kilómetro 28 de la A-140, a pocos metros antes de llegar a la central hidroeléctrica y en una curva sin vallado, el Opel Astra se salió de la calzada. 

La A-140, donde sucedió el accidente.

La A-140, donde sucedió el accidente.

El suceso ha conmocionado a los vecinos, que conocían a Rubén desde bien joven. Además, varios de los actos programados por el ayuntamiento para el pasado domingo fueron suspendidos. Como informa el citado medio, las quejas sobre el estado de la vía donde perdió la vida el joven son continuas. El alcalde de Binaced, Juan José Latre, ya trasladó su preocupación hace unos días y aseguró que ya habían reivindicado una mejora de la carretera. Además, el de Rubén no es el primer accidente que se produce en las últimas semanas. 

El alcalde ya ha denunciado que el Gobierno de Aragón no ha presupuestado "ni un euro" de cara al próximo año para mejorar la complicada situación de la carretera del municipio, que une Monzón y Albalate de Cinca. Además, el presidente de la Plataforma vecinal Carreteras Dignas Binaced-Valcarca ha reclamado la obligatoriedad de arreglar la carretera.