Leiza es el típico pueblo de montaña vasco, con sus caseríos rurales, su niebla, sus tabernas y su frontón. La particularidad es que no es vasco, sino navarro. Pero tan vasco parece, que allí rodaron la pelicula Ocho apellidos vascos. Esa casa es ahora la mayor atracción turística del pueblo. Los visitantes se hacen fotos en la puerta y su nombre es de los más visibles de la zona si se consulta en Google Maps. A las afueras de Leiza, ETA mató al guardia civil Juan Carlos Beiro en 2002. Este sitio no es tan reconocible, porque la placa conmemorativa solamente luce una vez al año. La cuelgan cada 24 de septiembre, cuando se celebra el homenaje en el lugar del asesinato. Después, los guardia civiles tienen que llevarse la lápida de vuelta para que no la destrocen.

Leiza es la Navarra profunda; uno de los bastiones abertzales de la comunidad foral. Un pueblo donde sólo hay un concejal que no sea de Bildu, donde la lengua de la calle es el euskera. Leiza es el pueblo en el que ETA dejó una de las tasas de asesinatos más alta de su historia (3.000 habitantes, 3 asesinatos). Pero no es un caso único. Echarri-Aranaz, Alsasua, toda la comarca de La Barranca… Son navarros y españoles, pero ejercen como vascos que no quieren ni oír hablar de España.

Ahora han resultado decisivos en la conformación del nuevo gobierno autonómico. La socialista Chivite acaba de ser investida presidenta con la abstención de EH Bildu; el partido que manda con claridad en todos estos municipios. En una provincia en la que UPN ha gobernado de forma casi ininterrumpida los últimos 30 años, estos pueblos casi vascos, estas islas abertzales, conforman ese archipiélago de Bildu que ha tenido la llave del gobierno del cambio. Pueblos con realidades muy distintas, pero con una manifiesta animadversión a todo lo que huela a España. Un sentimiento que en muchas ocasiones puede er tildado de odio. Y a medida que uno se adentra en la provincia, el termómetro antiespañol va subiendo a niveles que lo acabarán haciendo explotar. Este es un paseo por Leiza, Echarri-Aranaz y Alsasua, las tres islas más ilustrativas de ese archipiélago Bildu.

Leiza / Leitza

Censo: 2.856 habitantes

Asesinados por ETA: 3 (Gregorio Hernández Corchete, calderero de 27 años, crimen resuelto; José Javier Múgica Astibia, concejal de UPN de 52 años, crimen resuelto y Juan Carlos Beiro Montes, guardia civil de 32 años, crimen no resuelto).

"Fuera de aquí", mensaje para la Guardia Civil en un bar de Leiza DLF

En el bello y pintoresco pueblo de Leiza están montando ya los escenarios para la fiesta mayor, que empezará el 10 de agosto. En la plaza mayor del pueblo hay un frontón. Los niños le pegan raquetazos a una pelota hablando en euskera, idioma que abandonan cuando fallan y toca difamar. Ahí abrazan el castellano: “Joder”, “Hostia”, “Cagüen...”.

“Los juramentos, ni uno en vasco. Sí que los hay, pero son tan terribles y suenan tan mal, que aquí todo dios insulta en español”, explica entre risas Silvestre Zubiaur. Una rara avis. Un superviviente. Silvestre es uno de los 11 concejales del Ayuntamiento. 10 son de Bildu. Él es la oposición, el único regidor de UPN (Ahora en integrada en la coalición Navarra Suma). Su lengua materna es el euskera, pero en el último pleno presentó una moción para que el español tenga la misma consideración. Y es que la cuestión idiomática es uno de los caballos de batalla que parece que van a ganar los abertzales en Navarra con su abstención. “El independentismo ha sido como un bulldozer que lo ha arrasado todo. Nos han vencido y lo saben. La lengua, el adoctrinamiento en las escuelas… Lo han conseguido”.

Silvestre viene de una familia de marmolistas. Ellos son los que fabricaron la lápida de Juan Carlos Beiro, la última víctima de ETA en Leiza. Un guardia civil de Gijón que murió en una cuneta de la carretera que va a Tolosa. Le tendieron una trampa. Beiro y otro agente iban patrullando cuando divisaron una pancarta que ponía “Guardia Civil, mátalo aquí”. Cuando se bajó a retirarla, explotó una bomba con más de 15 kilos de explosivos. Tenía 32 años y era padre de mellizos. Nunca detuvieron al responsable.

“Cada año vamos al talud donde lo mataron, le hacemos el homenaje, ponemos la placa y unas flores. Cuando acabamos nos llevamos la lápida al cuartel de la Guardia Civil porque si no la rompen”, explica Zubiaur.

La lápida en homenaje al guardia civil asesinado está en el cuartel DLF

Leiza es uno de los pueblos con mayor densidad de asesinados por ETA de toda España. No llega a 3.000 habitantes y mataron a 3. A los 3 los conoció Silvestre. “Al que menos a Gregorio, el primero. No era militar, no era policía, no era político… no era ni del pueblo. Era calderero. Se echó una novia de Leiza y se vino a vivir aquí. Una tarde fue al cuartel de la Guardia Civil a legalizar una escopeta de caza. Justo cuando estaba en la puerta, pasó un coche con terroristas que disparó ráfagas con una ametralladora”. Una de las balas le alcanzó en la yugular y lo mató. Tenía 27 años y 3 hijos.

Silvestre, además del mármol, tiene una tienda de armas en el centro de Leiza. Desde que se metió a concejal en el 91, es la piedra en el zapato de los abertzales del pueblo, pero siempre rechazó llevar escolta. Pero sí que iba armado con una pistola automática. Tampoco le hubiera valido de mucho en caso de que le hubieran querido matar como a José Javier Múgica, su compañero como concejal de UPN y el segundo asesinado por ETA en Leiza. A Múgica le pusieron una bomba lapa en los bajos de su furgoneta, aparcada en la misma puerta de su casa. “Múgica hablaba con todo el mundo, iba por la calle saludando. Era el más pacífico de todos, no sabía ni mirar debajo del coche, que le tuve que enseñar yo”, recuerda ahora Silvestre, que pertenece a una sociedad gastronómica cuya sede preside una foto de Múgica. “Nuestro presidente perpetuo”, apostilla Zubiaur.

Pintadas en favor de los presos en Leiza DLF

Demasiada muerte para un pueblo tan pequeño. ¿Cómo están ahora los ánimos? Pues todo muy tranquilo. Además de ser uno de los pueblos más bellos de España, es especialmente acogedor con el visitante. La gente de Leiza es tremendamente amable con el turista, cuyo número se ha multiplicado exponencialmente tras el éxito de la película de los apellidos. Todos los vecinos están contentos de que haya puesto a Leiza en el mapa y de que incluso se organicen tours en autocar por los escenarios de la película. Todos menos un par de viejecitos que viven en un caserío que también se usó para el rodaje. “Está apartado del pueblo, quieren estar tranquilos y ahora de vez en cuando se encuentran con un autocar de turistas tirando fotos y pidiendo entrar”, revela divertida la camarera del restaurante Lopenea.

Hay muchas pintadas en favor del acercamiento de los presos vascos y otras en contra de la guardia civil. También se organizan actos periódicos para pedir el acercamiento de los presos. Pero la convivencia es buena. “Siempre la ha sido. Los que asesinaron no eran del pueblo, vinieron de fuera”, recuerda Silvestre. Lo corroboran los guardia civiles del cuartel del pueblo, que reconocen que el trato con los vecinos es cordial y que no han tenido ni un problema por su condición de agentes de la benemérita. Leiza es la luz verde del semáforo. Echarri-Aranaz y Alsasua son el ámbar y el rojo.

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Echarri-Aranaz / Etxarri-Aranatz

Censo: 2.464 habitantes

Asesinados por ETA: 1 (Jesús Ulayar Liciaga, exalcalde del pueblo, crimen resuelto)

La estelada independista está a la entrada de Echarri-Aranaz

Lo primero que encuentra el visitante que llega a Echarri-Aranaz es una rotonda con tres banderas: La ikurriña vasca, la foral de Navarra… y la estelada independentista catalana. Un gesto hacia “los compañeros catalanes, que tienen mucha dignidad y están sufriendo lo que es tener a presos políticos como nosotros”, sentencia la alcaldesa Silvia Marañón (EH-Bildu)

Echarri Aranaz es con toda probabilidad el municipio de Navarra con mayor número de pintadas, murales, grafittis y carteles en favor de la independencia y liberación de los presos de ETA. El Belfast navarro. Están por todas partes. En la calle y en los bares, donde cuelgan fotos de los vecinos encarcelados que están repartidos por penales de toda España. Este es uno de los factores que hacen que en Echarri sean más beligerantes con España que en otras partes. En Leiza, por ejemplo, no tienen a ningún vecino encarcelado por pertenecer a ETA. En Echarri-Aranaz, que es más pequeño, hay 6.

Hasta en los sobres de azúcar del café en los bares de Echarri hay mensajes pro-presos DLF

Este fin de semana empiezan las fiestas del pueblo. Durante toda la semana se han preparado las casetas en la avenida central; hasta estas están adornadas con pintadas reclamando el reagrupamiento de los presos. Unas fiestas que cada año levantan polémica, porque suelen incluir actividades como el ‘Tiro al facha’ o el ‘Día del Inútil’, en referencia a la Guardia Civil.

Eso último lo desmiente la alcaldesa, que explica su versión. “La fiesta dura una semana; un día está dedicada a las niñas y niños, otro día a las personas mayores. Y otro a los quintos, que eran los chicos de 18 y 19 años que ese año se iban a la mili. En los 90 hubo muchos jóvenes que se hicieron insumisos. Ellos no eran quintos, pero también querían su día de fiesta. Y como decían que se libraban de la mili por inútiles, se quedó lo del día del inútil”.

En el Ayuntamiento hay 9 concejales de Bildu y 2 del PP (Ahora Navarra Suma), ua cifra que no ha variado en los últimos mandatos: “Los concejales del PP no son ni del pueblo, viven fuera. De hecho, la concejal que tenían en la anterior legislatura vino solamente al pleno de investidura. Faltó a los 33 restantes; esas cosas también se tiene que saber”, sugiere Marañón, que está muy satisfecha por la abstención de Bildu en la investidura de Chivite: “Y si hubiera salido que no, también estaría contenta. Porque ha decidido la militancia, hemos hecho un ejercicio de democracia y se han hecho las cosas bien”, resume.

Las pintadas abundan por todo el municipio DLF

Respecto a lo paradójico de que los socialistas, uno de los partido con más asesinados por ETA, vaa a gobernar gracias a Bildu, Silvia Marañón insiste en que “desde Bildu hemos tomado la decisión más responsable para que Navarra tenga un gobierno y para sacar a los que han estado aprovechándose de Navarra durante tanto tiempo (en referencia a UPN). De lo demás… diálogo. Todo se puede hablar. Todo tiene solución en este mundo”.

Todo... menos que te peguen cinco tiros en la puerta de tu casa. Es lo que le pasó al exalcalde Jesús Ulayar, al que mataron en 1979 delante de su hijo. Él ya no estaba ni en activo. Una mañana salió a comprar gasoil para la calefacción, se le acercó un encapuchado, le insultó, le pegó una patada en el pecho y allí, derribado, le pegó 5 tiros a bocajarro. No fue una riña, sino una operación de ETA en la que estaba implicado incluso un sobrino del asesinado. Ahora, la fachada de la casa en la que vivía Ulayar está pintada de azul con un montón de manos blancas, recordando el suceso. Es la única memoria que se le brindó al fallecido y no fue iniciativa del Ayuntamiento, que nunca ha estado por la labor. De hecho, hubo un tiempo en el que en lugar donde lo mataron pusieron unos contenedores de basura.

“Ahora ya no hay contenedores. Ahora hay unos postes de luz”, justifica la alcaldesa, que se muestra contundente cuando se le pregunta si ha condenado aquel crimen: “No, no lo hemos condenado ni lo haremos. Ha habido muchas familias que han sufrido, por nuestra parte también. Hemos tenido muertes. Un preso del pueblo que murió en la cárcel. Tenía SIDA y no le trataron como deberían haber hecho, murió en muy malas condiciones”, expone, señalando que, en materia de homenajes, a han confeccionado el ‘mapa del terror’, que es una especie de archivo de muertos durante la etapa de ETA. Lo que sucede es que, en dicho archivo, equipara al asesinado Ulayar y al resto de muertos por la banda terrorista con los etarras que fallecieron en las cárceles, por citar un ejemplo.

Más pintadas en Echarri-Aranaz DLF

En Echarri se celebran cada viernes concentraciones en favor de los presos. Y al hilo de los homenajes que han recibido estos días dos etarras en los municipios de Oñate y Zelaia, la gente del pueblo tiene claro que “cuando salgan los nuestros, también los recibiremos con honores y con homenajes. Porque son gudaris (soldados)” cuentan por una de las tabernas del pueblo. Echarri-Aranaz es uno de los pueblos más emblemáticos y activos de este archipiélago Bildu, y también de los más beligerantes en la actualidad. Es la luz ámbar del semáforo. Se encuentra ubicado en la comarca de La Barranca, el auténtico epicentro del independentismo vasco en Navarra. Un lugar donde también se encuentra el punto crítico de este viaje. La luz roja: Alsasua.

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Alsasua / Altsasu

Censo: 7.419 habitantes

Asesinados por ETA: 1 (Sebastián Arroyo González, exguardia civil de 53 años. Crimen resuelto)

Un contador en Alsasua que indica los días que llevan presos los jóvenes que agredieron a dos guardia civiles DLF

El Bar Koxka está en el centro de Alsasua y permanece casi vacío a media tarde. La camarera es originaria del Este de Europa y cuando le preguntan por ‘la pelea’ tuerce el gesto: “Yo llevo poco tiempo aquí, no estaba, no sé nada”, concluye, dándose la vuelta con incomodidad y evitando el tema.

No lo evitan los alsasuarras, los vecinos de los jóvenes encarcelados tras aquel incidente. Un episodio que sucedió el 15 de octubre de 2016. Dos guardias civiles bajaron del cuartel al pueblo con sus parejas para tomar algo. En el Bar Koxka coincidieron con unos chicos del pueblo, comenzaron los roces, las provocaciones y acabó con una batalla campal. Los guardia civiles fueron agredidos y uno de ellos salió de allí con rotura de tibia y peroné. Se practicaron detenciones, hubo un juicio y ocho condenas de entre 2 y 15 años de prisión. Pero pedían hasta 62 años de cárcel para Oihan Arnanz, Jokin Unamuno, Jon Ander Cob, Julen Goikoetxea, Adur Ramirez, Aratz Urrizola, Iñaki Abad y Ainara Urquijo, por presunto delito de terrorismo.

Los hechos tuvieron lugar en el Bar Koxka

El controvertido proceso sacó a la calle a mucha gente. A los vecinos de Alsasua, a los de los alrededores, a políticos de Geroa Bai y de Podemos, además de los independentistas. Entretanto, otras movilizaciones se llevaban a cabo desde el bando opuesto. Asociaciones de víctimas del terrorismo como Covite o partidos como Ciudadanos también se concentraban en el pueblo para pedir que los jóvenes fuesen juzgados por terrorismo. Un polvorín.

“Lo que no puede ser es que una pelea de bar se convierta en un montaje del estado español”, lamenta uno de los vecinos del pueblo mientras toma café en el Bar Koxka: “Los conozco a todos. Son chavales del pueblo y solamente hay dos que fuesen abertzales militantes. Jokin y Adur sí que habían subido alguna vez al cuartel con lo de Alde Hemenik”. Se refiere a una campaña que los independentistas están llevando a cabo por todo el País Vasco y Navarra. Con carteles, pancartas y concentraciones, exigen que la Guardia Civil se marche de sus pueblos al grito de Alde Hemendik (Fuera de aquí).

La tensión, por tanto, ya estaba servida antes de la famosa pelea. Tras las hostilidades y las detenciones, el caso saltó a los medios de comunicación y se convirtió en un asunto de estado. Los jóvenes siguen en prisión y las manifestaciones para su liberación se suceden en Alsasua. Hay carteles por el pueblo en el que recuerdan los días que llevan los agresores en prisión y “a las concentraciones va gente de todas las ideologías. Yo, por ejemplo, no soy abertzale y voy siempre. Bueno, no lo era. Ahora tengo claro que me quiero ir de España”, concluye el vecino que apura el café en el bar.

Murales independentistas en Alsasua DLF

“Hay que irse de este país corrupto en el que son capaces de meter de por vida a unos chavales en la cárcel por el montaje de dos guardia civiles que vinieron provocando”, sentencia otro, que también asegura no haberse planteado cuestiones políticas ni independentistas hasta el episodio de la pelea. “Hay que hacer como los catalanes, plantarles un órdago. En Cataluña no les salió bien, pero mientras más seamos y más empujemos, más fácil va a ser cargarse ese estado terrorista que es España. Ellos son los terroristas”.

Alsasua no fue un pueblo especialmente azotado por el terrorismo de ETA. El único crimen documentado fue perpetrado en 1980, cuando un militar retirado fue tiroteado en el pueblo. Se llamaba Sebastián Arroyo, era salmantino y tenía 52 años el día que lo tirotearon. Alsasua es un municipio más grande y más habitado que Leiza o Echarri-Aranaz. También ha recibido más inmigración, latina en particular. Está en el corazón de la comarca de La Barranca, un lugar en el que el independentismo ha permanecido latente durante todos estos años. Pero no era Alsasua el lugar más crítico de la zona.

Ahora se celebran manifestaciones multitudinarias, todos los partidos con representación consistorial salen a protestar por lo que consideran un montaje policial, y la situación parece a punto de explotar en cualquier momento. Ese momento podría ser el próximo mes de septiembre, cuando el Tribunal Supremo revisará las condenas y se pronunciará. Según la sentencia del alto tribunal, la estabilidad política del pueblo virará hacia un lado o el otro. Jóvenes del pueblo, amigos de los encarcelados, advierten de que “si no se hace justicia, saldremos a la calle y lo que haga falta. Porque ya estamos hartos”. Alsasua es, desde hace 3 años, la luz roja del semáforo. El lugar donde la tensión está a punto de estallar.

Tiempos de cambio

Con la banda terrorista ETA fuera del tablero, la partida independentista ya no se juega en las cunetas ni en los bajos de los coches. Ahora se disputa en los despachos. “Ya hicieron todo el daño que pudieron hacer y ahora van de buenos”, resume Silvestre Zubiaur la estrategia de EH Bildu. El independentismo más radical se bajó de las armas y optó por la vía política. En la Navarra más profunda se hicieron con las corporaciones locales. Ahora también se van a hacer, de forma indirecta, con un trocito del pastel del gobierno de Navarra.

De la cintura que tengan los socialistas dependerá mucho la estabilidad social de la zona. La ya presidenta Chivite advirtió que no iba a tolerar ninguna falta de respeto contra la memoria de las víctimas del terrorismo. Pero los abertzales consideran que, en el mapa del terror que han elaborado, también ellos son víctimas del terrorismo. Cuestión de interpretaciones. La estrategia ha cambiado. Ahora buscan imponerse desde dentro, contar por primera vez en el gobierno foral. Una situación nunca vista antes, que va a dejar un escenario inédito en el corazón de la provincia y, por ende, en toda la comunidad. El lugar donde los navarros quieren ser vascos, ejercen como tales y rechazan ser españoles, ha conseguido meterse en el lugar en el que se toman las decisiones. Cuando parece que el soufflé independentista baja en Cataluña, es Navarra contra todo pronóstico la que va a desempeñar un papel clave en la nueva ola separatista.  

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