La profesora zamorana Laura Luelmo.

La profesora zamorana Laura Luelmo.

Reportajes

La "violencia sexual" de Montoya contra Luelmo: 40 lesiones y una última mortal con una piedra

La profesora zamorana padeció las lesiones principalmente en la zona de la cabeza y presentó "violencia de cariz sexual", según los forenses. 

13 marzo, 2019 13:07

La profesora zamorana Laura Luelmo sufrió más de 40 lesiones de diferente naturaleza, principalmente en la zona de la cabeza, que acabaron con su vida tras el ataque sufrido a manos de Bernando Montoya, único investigado por el asesinato de la joven de 26 años.  Así se desgrana en el anexo del informe preliminar de la autopsia practicada a la profesora, en la que los forenses también aluden a la existencia de violencia de cariz sexual, cuyo cuerpo apareció desnudo de cintura para abajo y "con manipulaciones tanto en genitales externos como internos". Sufría heridas en el tercio superior del muslo, en la vulva y en la pared vaginal. 

Este documento, al que ha tenido acceso Huelva Información, es el anticipo de los datos más relevantes del examen forense a falta de conocer las pruebas complementarias solicitadas y la autopsia definitiva. Este fue remitido a la titular del Juzgado de Instrucción 1 de Valverde del Camino el 21 de diciembre, jornada en la que Montoya pasó a disposición judicial.

Los médicos que analizaron el cuerpo de Luelmo pudieron determinar que el objeto que acabó con la vida de un golpe debía ir provisto de aristas para producir "la patología lesiva encontrada" en la joven y también de "caracteres inciso-contusos, con transmisión de "suficiente fuerza viva" como para producir el hundimiento craneal". 

La joven zamorana presentaba lesiones en la mandíbula, la región frontal y la región temporal, todas ellas en la cabeza. Tras lo que los forenses concluyeron que el elemento que habría utilizado Montoya para golpear a Laura Luelmo y acabar con su vida podría ser una piedra.

De hecho, Montoya, en su declaración judicial, que reveló el periódico onubense, manifestó que una vez que dejó a la víctima malherida en el paraje de la Mimbrera de El Campillo, municipio en el que vivía desde hacía apenas unas semanas Laura Luelmo, recordó que había olvidado una manta de su propiedad junto a ella, por lo que decidió regresar a la zona entre "las 3:00 o las 4:00" del día 13 de diciembre.e Estaba lloviendo y, viendo que "estaba aún viva", se dio "cuenta de que estaba sufriendo y cogí una piedra y se la tiré a la cabeza", relató el presunto asesino. 

El golpe con una piedra

Este golpe, según releva la autopsia preliminar, causó a Laura Luelmo un traumatismo craneoencefálico con hundimiento del hueso temporal izquierdo que conllevó una fractura de la base craneal, lesión "de las denominadas mortales de necesidad" que, además, hace pensar a los médicos que esta "es la última que se produjo y fue la desencadenante de la muerte". 

Otra de las lesiones que también llamó la atención de los expertos fue la fractura en la mandíbula que presentaba la joven. A juicio de los expertos del Instituto de Medicina Legal, esta lesión, de superficie "más lisa" que la mortal y con mayor longitud, pudo habérsele ejecutado al asestar un golpe con un palo o con una barra metálica

El cuerpo de la profesora zamorana también presentaba hematomas en las muñecas, puesto que fue encontrada en La Mimbrera con las manos atadas a la espalda "por un cordón de zapatilla o de bota, según se precisa en el acta del levantamiento del cadáver. También observaron que no había signos de defensa en las uñas de Laura, aunque sí presentaba hematomas en los tobillos, que se podían haber producido, según los médicos, tras ser cogida por los pies y arrastrada. 

Por otro lado, los los médicos legales estimaron de "de manera intuitiva" en el acta que la muerte se podía haber producido "entre 48 y 72 horas previas al levantamiento", es decir, entre el viernes 14 y el sábado 15 de diciembre.