Pepe Barahona Fernando Ruso

Cuentan los vecinos de Camas que el niño Sergio solo dejaba el balón para subirse a un caballo. De familia humilde y sin tener ningún corcel de su propiedad, su padre intercambiaba cigarrillos sueltos a sus amigos para que dejaran al jovencísimo Ramos subirse a la grupa de los rocines. Así, de rato en rato, saciaba una de sus más precoces pasiones. La otra, el fútbol, lo llevó a ser capitán del Real Madrid y de la Selección Española, tetracampeón de Liga y de Europa, bicampeón de la Eurocopa y campeón del mundo, entre otros títulos. Pero al joven Ramos le quedaba un anhelo por cumplir: poder disfrutar de los caballos que ansiaba en su niñez.

Hace seis años fundó la yeguada SR4. Ahora es dueño de una ganadería que presume de tener en sus cuadras al flamante campeón del mundo de Pura Raza Española: Yucatán de Ramos, un semental con una mentalidad ganadora y un portentoso físico perfilado para hacer historia.

—¿En qué se parece Yucatán a Sergio Ramos?

—Suena a tópico, pero los dos son dos campeones natos. Tienen mucho parecido. Yucatán nació especial; y Sergio nació especial. Ambos son dos privilegiados del deporte, con condiciones innatas, pero también han trabajado muchísimo para llegar a donde están haciendo gala de una mentalidad ganadora como nunca antes he conocido.

Carlos habla con idéntica pasión de Yucatán y de Sergio Ramos, su cuñado y amigo desde la niñez. De apellido Muela —casado con Miriam, la mediana de los hermanos Ramos, y padre de los tres hijos que tiene el matrimonio— este joven de 34 años está al frente de la prometedora yeguada SR4, un sueño que se fraguó entre el futbolista del Real Madrid y su padre, José María. “Me brindaron la oportunidad de ponerme al frente de este proyecto familiar y ahí empecé a formarme de forma intensa y rápida”, narra el director gerente de la yeguada a EL ESPAÑOL. “Conmigo sabían que se podían equivocar en el ámbito profesional, pero no en lo personal. ¿Quién mejor que un familiar con años y años de relación para dirigirla?”, puntualiza el responsable de la ganadería, anteriormente dedicado al sector de la publicidad.

Una pista de fútbol dentro de la finca la Alegría, donde Sergio Ramos entrena con su preparador físico los días que permanece en Bollullos de la Mitación, Sevilla. Fernando Ruso

La visión del futbolista Ramos se hace tangible en la finca La Alegría, situada a escasa media hora en coche desde Sevilla, en Bollullos de la Mitación, una reservada zona de alto valor ecológico con altos pinares e intrincados caminos rurales por la que se pueden avistar las aves que residen en el próximo Parque Nacional de Doñana. En 44 hectáreas de terreno agrícola repleto de olivos, cercadas por un impotente muro de hormigón a prueba de indiscretos, se encuentra la residencia oficial del jugador del Real Madrid en Andalucía. Una casa de varias alturas y fachada blanca flanqueada por una densa vegetación y numerosos naranjos en la que se junta la familia Ramos siempre que sus compromisos deportivos le permiten escaparse a la tierra.

 

En La Alegría viven los Ramos, los humanos y los equinos, porque todos los caballos y yeguas del jugador del Real Madrid se apellidan así. En total, según explican desde la yeguada SR4 hay unas 80 cabezas de ganado. Un número no muy alto en comparación con otras ganaderías con más años de experiencia, pero una cantidad idónea para los propósitos del capitán de la Selección Española: ganar.

Yucatán y Sergio Ramos.

Los animales se dividen en yeguas, sementales, potros en destete y animales en venta. Dentro de las hembras se dan nombres singulares como Faraona, Pícara, Chirivía o Décima, de capa torda, nacida apenas unos meses después de que el Real Madrid se hiciese con la décima Champions League en Lisboa, en una final contra el Atlético de Madrid en la que un gol de Sergio Ramos en el minuto 93 forzó la prórroga que finalmente dio la victoria a los blancos. 

 

En los sementales, además del campeón Yucatán, también están ejemplares soberbios como Silencio, Aldeano, Foco V o Bandolero. Todos apellidados Ramos. Entre los potros en destete también hay nombres originales, como Fama, Fabulosa, Fantasía o Flamenca. “Todos los nombres los pone Sergio”, explica Muela a EL ESPAÑOL. En vez de ‘Un hombre llamado caballo’, la mítica película —y libro— dirigida por Elliot Silverstein, en la yeguada SR4 todos los caballos tienen apellido de hombre. Y no alguien cualquiera.

A apenas unos escasísimos cientos de metros de la zona residencial están las instalaciones dedicadas a los caballos: 40 amplios boxes para los animales, ocho parideras con sus correspondientes corraletas, dos pistas exteriores y una interior, un picadero redondo y un caminador automático para que los caballos se ejerciten diariamente. La hacienda también tiene una residencia de invitados, una pista de pádel y un pequeño campo de fútbol donde entrena Ramos cada vez que baja al Sur.

Celebración en familia lejos de la Selección

La mala fortuna, unas molestias musculares durante el último partido de la Selección Española con Croacia, permitieron que el defensa del Real Madrid se ausentase de la convocatoria como internacional para el amistoso frente a Bosnia y poder ser testigo de la victoria de Yucatán, la perla de su yeguada, en el último campeonato mundial de Pura Raza Española celebrado este pasado fin de semana en el Salón Internacional del Caballo (SICAB) de Sevilla. En la grada, acompañado por su pareja, Pilar Rubio, y sus tres hijos, Alejandro, Marco y Sergio, se pudo ver a un exultante Ramos celebrar el éxito de su pura sangre. La victoria sorprendió a pocos.

“Sergio me puso un mensaje la noche antes de la competición —explica a EL ESPAÑOL el director de la yeguada—: el trabajo está hecho. Estate tranquilo. Para mí ya es campeón”. Tal era la confianza en la victoria que el equipo ya tenía guardada la manta color bermellón con un ‘Campeón del mundo’ bordado en los costados. 

Pese a la confianza en la victoria, Carlos y su equipo, el preparador Francisco Javier García, y el jinete Antonio Verdejo, apenas durmieron las noches previas al SICAB. “El sector del caballo está muy profesionalizado, pero hay ganaderos más modestos que sacan animales que compiten al nivel de otras yeguadas punteras como la nuestra”, advierte Muela. “Nosotros tenemos ya una fama y, obviamente, imponemos por tener al frente de todo a Sergio Ramos —sigue el director de SR4—; pero no solo por eso marcamos la diferencia”. 

El campeón del mundo, Yucatán de Ramos, expuesto al secado mediante infrarrojos. Fernando Ruso

En la corta historia de la yeguada, seis años, los incipientes ganaderos ya han cosechado tres campeonatos mundiales: dos en la categoría joven, con Pícara de Ramos con Yucatán, y uno de adulto, también con Yucatán de Ramos. Y un bronce, el de Chirivía de Ramos. “También tenemos yeguas que no son campeonas pero que aportan muchísimo genéticamente y que paren potros envidiables”, desvela el ganadero.

Pero los éxitos en los campeonatos serán completos cuando la yeguada presente caballos nacidos y criados en la ganadería, y no adquiridos a terceros como es el caso de Yucatán, procedente de la yeguada Torrehermosa. De los primeros que llegaron a SR4 provenían de la finca La Caprichosa, propiedad de Joanne Hearst Castro, nieta del magnate estadounidense de la prensa William Randolph Hearst, que falleció en 2011 en la hacienda que tenía en propiedad en Gerena. De momento, los Ramos ya no compran nuevos rocines y apuestan por sacar excelentes ejemplares de los que ya poseen.

“Sergio no concibe salir a concursar para no ganar”

“La obsesión de Sergio es ganar, es una persona hipercompetitiva, no concibe salir a concursar para no ganar; pero su ilusión es hacerlo con un caballo criado en su casa, y no comprado”, asegura su cuñado a este periódico. “Eso es a lo que aspira y es lo que más lo llena como ganadero”, añade. “Hay otro tipo de ganaderos ‘concursistas’ que compran para ganar y vender, pero ese no es el propósito de Sergio, él lo tiene enfocado a la cría, que es lo que le gusta —puntualiza Muela—; disfruta viendo crecer a los potros, y sabe mucho más del tema de lo que la gente se piensa”.

—¿Ha notado el recelo en las ganaderías que llevan más tiempo?

—Al principio, cuando vas con Sergio a los sitios, siempre te abren las puertas. Todo es bonito. Pero cuando empiezas a ganar, esas mismas puertas empiezan a cerrarse. Van percibiendo que a la gente no le gusta que un ganadero nuevo le quite premios y mercado. En este negocio, ganar también implica vender más. Al principio, fue un camino de rosas, hemos hecho grandísimos amigos; pero también nos hemos sentido atacados porque todos quieren ganar. 

Estatua a la entrada de las instalaciones de la Yeguada SR4. El toro y el caballo, dos de las pasiones del jugador del Real Madrid. Fernando Ruso EL ESPAÑOL

Carlos no quiere dar números, pero esboza una sonrisa cuando habla de las múltiples ofertas que ha rechazado por Yucatán. “Tiene un valor incalculable en el mercado; nos han ofrecido cifras enormes, pero no está a la venta. Así evitamos la tentación, porque se ha hablado de mucho dinero”, desvela el joven ganadero. Otras voces dentro de la yeguada hablan de que podría sobrepasar el millón de euros. Solo sus cubriciones, tres oportunidades, se venden a 3.000 euros “con su correspondiente IVA”, aunque después del éxito cosechado en el pasado campeonato del mundo la estrategia de la yeguada será aumentar el precio y limitar el número de semen puesto a la venta. 

Si hay interés de Ramos, el precio del caballo sube

“No queremos infectar España de hijos de Yucatán, porque aumentaríamos nuestra competencia en el futuro”, desvela Muela. “Entendemos que para una mejora de la raza es positivo vender el semen; también para las cuentas de la ganadería, que se verían muy beneficiadas; aunque me parecería precioso ver a hijos de Yucatán ganar, sean míos o de otros”, concreta el director de SR4. 

—¿Se comporta el mercado de los caballos como el futbolístico? ¿Suben los precios cuando se sabe que Sergio Ramos está interesado en un animal?

—Por supuesto, pueden pedirnos el doble o el triple que a cualquier otro ganadero. Aunque también te beneficias de que hay gente que quiere tratar con Sergio y eso facilita las cosas. Nosotros también tenemos estrategias para evitar que los precios se disparen, nos interesamos a través de terceros y peleamos por precios justos. Por fortuna, ahora compramos poco porque apostamos por nuestros caballos.

Y hay cantera. La yeguada SR4 está volcando sus esfuerzos en poner a punto a una de sus jovencísimas promesas: Fundadora de Ramos, hija de Yucatán y Montijana Rosa, una yegua de poco más de un año que, si todo sale como se espera, participará en próximas competiciones mundiales. “Va a dar que hablar”, presume Muela, que dedica parte de su tiempo a viajar por toda España recorriendo yeguadas y evaluando la calidad de sus competidores. “Conozco el 80 por ciento de las ganaderías de España y dudo mucho que fuera haya potras tan buenas como las que tenemos nosotros”, garantiza el director de SR4.

Carlos Muela, director gerente de la yeguada SR4. Fernando Ruso

En su casa, priman caballos portentosos, de dimensiones enormes, con mucha raza y una línea superior espectacular. Como Yucatán, un animal “sobresaliente”, según Francisco Javier García León, el presentador de la yeguada y una de las personas que más trato tiene con el campeón de Pura Raza Española. “Desde que lo vi supe que era un caballo especial”, apunta emocionado. 

Yucatán de Ramos, el caballo perfecto

Yucatán de Ramos mide 1,74 metros del suelo a la cruz, donde se une el cuello con el dorso, y pesa unos 600 kilos. Es muy potente. Color tordo vinoso, parecido al vino blanco. Es un caballo distinto por sus formas, por la cabeza subconvexo por delante y descarnado por detrás, que es el prototipo racial de un Pura Raza Española. Tiene carácter, pero es noble al mismo tiempo. Tranquilo y hace gala de un trato excelente, especialmente con los niños. Es el más curioso de la cuadra. Se deja tocar, le gusta que le rasquen. “Se siente especial, lo nota”, defiende el presentador, ya liberado del estrés que le produce la participación en SICAB. 

“Cuando ganamos, dormí”, confirma García León, que como el resto de trabajadores de la finca disfruta de unos días de descanso solo interrumpidos para atender a EL ESPAÑOL. Aunque en su mente ya piensa en la vuelta al trabajo. “No quiero tener techo, ni nosotros, ni el caballo”, advierte quien se encarga de acompañar al semental en las montas o en las extracciones de semen.

Antonio Verdejo Pérez, 28 años. Jinete profesional de doma clásica. Fernando Ruso

“Me levanto día a día ilusionado porque trabajo con el mejor caballo del mundo”, presume Francisco Javier, que no resta importancia al hecho de trabajar para Sergio Ramos. “Es un jefe que aprieta mucho, y eso no es fácil —confiesa el joven preparador de 32 años, la misma edad que el jugador del Real Madrid—; nos imprime carácter competitivo y nos lo recalca diariamente a todo el equipo; no le gusta perder ni al parchís y deja claro que somos quienes somos y debemos salir a ganar”.

Es jueves y la yeguada todavía vive la resaca de la victoria. Los empleados se pasan por WhatsApp capturas de pantalla con los recortes de prensa. Comentan los momentos vividos en la competición. El trajín no tiene nada que ver con el de semanas antes. Y Yucatán se calienta en uno secadero de luces infrarrojas, una de las pocas innovaciones tecnológicas que distinguen a esta ganadería. 

SR4, la finca antiestrés de Ramos

“Es el niño mimado de Sergio, lo tratamos como una joya, y él no escatima ni un euro cuando se trata de Yucatán”, garantiza el cuñado del futbolista, que tiene un sueldo anual de 11,7 millones de euros del Real Madrid. “La yeguada es su pasión y Ramos no es una persona caprichosa, no le apasionan los coches, no es un enamorado de los lujos, pero con los caballos no tiene límites”, revela el director de SR4. “Viene al campo y disfruta —sigue—; aquí se evade de todas las presiones”. 

—¿Y los monta?

—No, no puede por contrato. Nunca lo he visto encima de un caballo. Tiene asumido que cuando se retire lo podrá hacer hasta cansarse, pero ahora es consciente de que no se puede jugar su futuro por una imprudencia, porque el caballo es un animal que no se controla.

Medallas conseguidas por la Yeguada SR4. Fernando Ruso EL ESPAÑOL

Sin querer ni hablar de retirada, el que sí monta a Yucatán —y al resto de cabezas de la yeguada— es el jinete Antonio Verdejo Pérez, de 28 años y formado en la Real Escuela Ecuestre de Jerez. La oportunidad de fichar por el equipo de Ramos llegó el pasado mes de febrero. “Trabajar para Sergio Ramos es un atractivo, pero lo que marcó mi decisión fue Yucatán”, revela el jinete, especializado en doma clásica.

Y se le ilumina el rostro cuando habla del corcel. “Es como subirse a un Ferrari o a un Renault, se nota su fuerza, su calidad, sus ganas de trabajar —enumera el jinete—; la primera vez que lo monté sentí todo su potencial”. “Como en el fútbol, hay jugadores de Primera y de Segunda; y Yucatán tiene futuro, marcará una época”, vaticina.

—¿Le ves parecido a Sergio?

—Yucatán es un caballo ganador y a Sergio no le gusta perder. 

—¿Esa capacidad ganadora se aprende o se nace con ella?

—Es algo innato, pero que hay que fomentarlo. Sergio lleva muchos años trabajando duro para ganar. Con él hablo mucho, y se preocupa por las sensaciones, por los caballos. Y me da consejos. Infunde ánimo. Lleva la filosofía del campo de fútbol a la cuadra. Aprendemos de él, que es un referente en el deporte. Nos impregnamos todos de esa mentalidad ganadora. Todos queremos más. Sabemos aprender de las victorias y de las derrotas. No podría ficharme otro equipo mejor que este.

Y como en el fútbol, hay competidores que han coqueteado con el equipo de la yeguada SR4. “Han hecho ofertas por todos los profesionales”, desvela Carlos Muela. “Pero de aquí no nos vamos, porque estamos jugando en la Champions y cobrando acorde al nivel”, completa García León. 

Ramos, de futbolista galáctico a ganadero de éxito

Además de Ramos, el portero costarricense del Real Madrid, Keylor Navas, también posee una ganadería en su país en la que tiene un descendiente de Yucatán. “Está enamorado de ese caballo”, apunta Muela. “Y siempre que viene a la finca se queda embobado con nuestros ejemplares”. Más allá del equipo blanco, hay jugadores del Real Betis y del Sevilla que también tienen ganadería propia. “Aunque dudo mucho que podamos trabajar en otro sitio mejor que a las órdenes de Sergio Ramos”, defiende el director de la yeguada SR4.

'Fundadora de Ramos', el futuro de la yeguada, tras entrenar en una de las pistas interiores. Fernando Ruso

—¿Y es buen ganadero?

—Sí, porque le gusta mucho y así es todo más fácil. Sergio es una persona que lee muchísimo sobre este tema. Y, sobre todo, hay pocos objetivos que se le metan en la cabeza y no los consiga. Es cabezón al máximo. A mí me sorprende muchísimo, porque además de conocer bien el sector, es primordial tener muy claro lo que se quiere, y él lo tiene. Sabe lo que le gusta y lo que no.

—¿Y qué le gusta a Sergio Ramos?

—Los animales con mucha raza, que tengan distinción. El mejor ejemplo es Yucatán. Hay campeones porque son muy correctos. Los jueces juzgan al caballo para que el conjunto de formas sea el correcto. Si eres bueno en todas, tendrás una puntuación alta. A Sergio no le interesa un caballo correcto, él busca caballos especiales. Me atrevería a decir que él preferiría quedar segundo, pero con un animal que tuviese una chispa diferente. Y lo estamos consiguiendo.

—¿Qué ha celebrado más Ramos lo de Yucatán o una Liga?

—Lo he visto llorar al ganar una Champions y con Yucatán se ha emocionado, pero no a ese nivel. Él sabe bien cuál es su trabajo. 

'Fundadora de Ramos', se llama la potra en la que la yeguada tiene volcadas todas las esperanzas de su futuro próximo. Fernando Ruso

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