Las gasolineras se han convertido en el lugar más temido para los conductores de diésel. La subida del precio de este tipo de combustible ya es una realidad imparable, un hecho que ha topado con la escalada de precios. El diésel ya es más caro que la gasolina.

Algunos establecimientos de estacionamiento ya muestran el incremento del gasoil por encima de la gasolina, un movimiento que parecía inimaginable pero que se ha hecho efectivo. En algunos paneles informativos ya aparece el precio de este combustible como una cantidad que está por encima de la gasolina habitual.

Una misma estación de servicio y un indicador del futuro para los consumidores y propietarios de este tipo de vehículos. A lo largo y ancho del país ya existen gasolineras que conviven con esta verdad. En sus carteles indicativos ya están escritos los precios, superiores, del gasóleo con respecto a su compañera, la gasolina.

Esta situación llega meses antes de que las medidas propuestas por el nuevo gobierno se hagan efectivas, antes de que los presupuestos se aprueben en su totalidad y que los ciudadanos lo tengan en su conocimiento. Las causas oficiales se alejan de las decisiones del ejecutivo y se deben, en exclusiva, a la implementación del coste del barril Brent que ha visto la escalada más alta de los últimos años.

Pero los profesionales del transporte no creen en la subida arbitraria del precio del diésel, consideran que los nuevos precios están sujetos a razonamientos que ligan estrechamente con las nuevas medidas impositivas que llegarán el año que viene. 

El incremento de los precios es tan solo el anticipo de lo que se instaurará como habitual cuando, en enero, el 'impuestazo' del pacto PSOE-Podemos se haga vigente. Esta medida ha llegado a los sectores del transporte con gran desencanto y rechazo. "Creo que se trata de una subida escalonada del precio con vistas al próximo 1 de enero", espeta Antonio Villaverde León, el presidente de la Asociación de Transportistas Autónomos. 

El razonamiento de Antonio pasa por la promesa, hecha por el gobierno, en la que han garantizado al sector profesional que la subida de los precios se verá recompensada. "Han dicho, aunque no nos lo han comunicado directamente, que la subida nos la van a devolver vía gasóleo profesional", explica. Y añade: "Considero que el precio actual del diésel, por encima de la gasolina, se ha hecho para que la recompensa prometida para enero sea menor", sentencia. Antonio tiene en su posesión varias furgonetas y camiones profesionales, vehículos que se han

"No hay quien entienda la subida del precio del barril, relacionada con la del combustible", se confiesa escéptico con la variación del coste del carburante. El precio está ya por encima y ni siquiera los Presupuestos Generales de Estado han sido aprobados por Bruselas, en los que el nuevo impuesto al gasóleo ya forma parte de la propuesta oficial. El diésel recibe un golpe más. 

Los transportistas profesionales no entienden la decisión del Gobierno. Protestan contra las medidas impositivas que provocarán un encarecimiento de hasta 38 euros por cada 1.000 litros. El depósito medio tiene una capacidad de sesenta litros, lo que supondrá un aumento de poco más de dos euros por cada estacionamiento en una gasolinera. 

"La nueva medida afecta de una manera brutal", protesta el presidente de los transportistas. Las estimaciones, que parten del propio ejecutivo, aumentan el gasto conductores profesionales con vehículos por debajo de los 7.500 kilos. Explica Antonio que las devolución - en gasóleo profesional - prometida por el gobierno, solo afecta a los trabajen con transportes por encima de este tamaño. Ninguna recompensa para los que manejan menores tamaños, nada para ellos. 

Las especulaciones alrededor de la repentina subida de precio, las protestas por el impuestazo y la desconfianza de la recompensa en gasóleo profesional se amalgaman en un mismo entorno, el de los profesionales. Luchan por una solución que les compense de verdad y por una manifestación oficial del Gobierno. 

Noticias relacionadas