“¡La comida de los escolares de Oviedo recorre 912 kilómetros!”. Es el título que encabeza la petición de Vanessa en Change.org. Ella es una de las madres indignadas con el consistorio de la localidad por adjudicar el servicio de comedores de los colegios públicos ovetenses a una empresa catalana (SERHS Food) que se encarga de preparar los platos de 3.000 niños. “Los padres queremos que el Ayuntamiento sea coherente con los valores de sostenibilidad y cuidado del medioambiente que predica y que exija a la empresa que los menús se elaboren en Asturias”, reza la queja, que ya ha conseguido más de 6.200 firmas y pretende llegar a 7.000.

Mapa y distancia dese Mataró a Oviedo.



Vanessa Bize, madre de un hijo de 5º de Primaria del colegio público Parque infantil, decidió iniciar la petición en la plataforma de Internet tras hablar con algunas madres. “Nos enteramos de que la empresa que gestionaba el servicio de comedores había cambiado y nos llamó la atención de que hiciera casi 1.000 kilómetros hasta llegar a Oviedo”, explica en conversación con EL ESPAÑOL. Entonces, pensó en recoger firmas para cambiar la situación. “Me daba por satisfecha con que llegara sólo a 2.000 y se ha unido mucha más gente”.



Las quejas de esta madre –y de muchos otros padres–radican en las palabras de Mercedes González, concejala de Educación en el consistorio. “Ella dijo que los menús estarían elaborados con productos ‘cercanos, de temporada y ecológicos’ y la realidad es que vienen cocinados y pasteurizados de Cataluña”, reclama Camino Gutiérrez, profesora de Física y Química, y secretaria general del Foro Oviedo.

Los niños, en el comedor del colegio.



Vanessa entiende que la nueva adjudicataria del servicio de comedores –la anterior tenía un coste de 1’4 millones y la actual de 3’1– no cumple con “la sostenibilidad” que se pregonó desde el consistorio. “Dijeron que los niños tenían que comer productos de proximidad y eso no se ha cumplido. A la empresa contratada se le tenía que haber puesto la condición de que la comida se hiciera aquí”, exige Vanessa, que ha pedido reunirse con la concejala de Educación.



ASÍ LLEGA LA COMIDA A ASTURIAS



La comida se prepara en Mataró (Barcelona) y viaja pasteurizada (un proceso térmico que conserva los alimentos reduciendo la presencia de agentes patógenos) en camiones hasta una nave en Langreo. Todo, salvo los productos frescos de temporada, como la leche o los yogures, que son adquiridos en Asturias. Desde allí se reparte a los colegios públicos –todos menos tres que todavía conservan la cocina–. “Si fuera el material escolar nos daría igual, pero es la comida de nuestros hijos”, se queja Vanessa.



El Ayuntamiento adjudicó el servicio de comedor de los colegios públicos ovetenses mediante concurso público. “Se presentaron 12 empresas, la mayoría de fuera de Asturias. De aquí, ninguna podía hacerse cargo de tanta carga de trabajo porque necesitas unas instalaciones grandes y garantías. Por lo demás, no podemos ir contra la libre concurrencia y limitarla a empresas asturianas o de Oviedo, según los técnicos municipales, es ilegal”, reconocen fuentes del consistorio a EL ESPAÑOL.

Los niños, en el comedor del colegio.



Tampoco se lo dieron a la anterior adjudicataria porque no cumplía con los requisitos. “Habíamos recibido muchas quejas y tenía a sus empleados hasta dos meses sin cobrar”, añaden. Por eso, en el concurso salió ganadora la empresa catalana (SERHS Food): “Si una empresa cercana hubiera cumplido los requisitos, se lo hubiéramos dado, pero es que no era así. Exigimos unos pliegos de máxima calidad. Ahora, hay once menús distintos –y dos o tres veces a la semana es ecológico– y hemos introducido la pasteurización, que es un mecanismo de conservación que mantiene la calidad de los alimentos”, se defienden desde el consistorio.



Esto, sin embargo, no convence a los padres. Vanessa se queja porque considera que, “aunque de sabor esté buena, no cumple con las propiedades nutricionales”. Y Camino hace lo propio: “No dudo de la calidad de la comida, pero sí de la educación de nuestros hijos. Los educamos en determinados sabores de una comida pasteurizada”, concluye.



Pero bien, ¿hasta qué punto es así? “Los valores nutritivos son prácticamente los mismos”, asevera Beatriz Robles, dietista y nutricionista. Eso es una realidad. Los padres, no obstante, piden que la comida de sus hijos se cocine en Oviedo o la elabore una empresa Asturiana con productos de la tierra. “No se está teniendo en cuenta la reactivación económica de nuestra comunidad autónoma”, esgrime Camino. La polémica, en cualquier caso, está servida.

Los niños, en el comedor del colegio.

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