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    Malén desapareció el 2 de diciembre de 2013.

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    Se le perdió el rastro a la salida del colegio, el IES de Santa Ponça.

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    No tenía las llaves de su casa y se marchó a comer con su novio; nunca llegó a destino.

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    Los investigadores rastrearon cada palmo del recorrido que debió recorrer Malén.

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    La vida de Malén había estado llena de obstáculos.

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    Los agentes investigaron a familiares y amigos de Malén Zoé.

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    La vida de Malén estaba marcada por su pasión por la música y las artes.

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    Las pesquisas se centraron durante unas semanas en una casa frecuentada por okupas e indigentes.

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    Alejandro Ortiz, con sus hijos Malén y Bruno.

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    Malén Ortiz había llegado a perder 15 kilos.

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    La última pista de Malén está en la grabación de una cámara de seguridad de una gasolinera.

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    Un tramo de 500 metros concentró buena parte de las pesquisas de los agentes.

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    En el despliegue para buscar a Malén se emplearon helicópteros, perros y drones.

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    Malén Zoé, junto a su abuela.

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    En el caso Malén no se descarta ninguna hipótesis: desde la desaparición voluntaria a la forzosa.

  • 16 de 17

    Tras estudiar obsesivamente los últimos pasos de Malén no hay más que incertidumbre.

  • 17 de 17

    Los investigadores no encontraron ninguno de los objetos con los que Malén salió ese día de casa.