El padre de Diana Quer rompe su silencio: "Es un calvario sobrellevar esto cada día"

Este miércoles, 12 de abril, Diana Quer hubiera cumplido 19 años. Su padre, Juan Carlos Quer, habla de “dolor”: “Es un día especial”, explica, afligido por los ocho meses sin pistas sobre el paradero de su hija, desaparecida en A Pobra do Caramiñal (Galicia), en agosto de 2016. Pero también habla de “esperanza”. Cree que el caso puede llegar a una conclusión en cualquier momento.

Por eso lanza un llamamiento, solicitando la colaboración ciudadana: “Cualquier detalle puede ser relevante”. Y pide que se deje trabajar a los investigadores de la Policía Judicial y de la Guardia Civil: “Están haciendo una gran labor”.

Juan Carlos Quer es hombre de pocas palabras y contadas intervenciones en los medios de comunicación. Ha elegido este día que tiene marcado en rojo en el calendario para abordar en el programa Espejo Público de Antena 3 el estado de las pesquisas: “Es un auténtico calvario sobrellevar esto cada día”, ha reconocido en una entrevista telefónica en la televisión.

También ha comentado el distanciamiento con su mujer, Diana López-Pinel, episodio que los investigadores han trabajado ante una desaparición sin rastro: “Lo único importante es Diana [Quer]; ni su padre, ni su madre. Sólo Diana”. E insiste en las dificultades que está encontrando su familia para sobrellevar la desaparición de la joven: “El caso de mi hija no es una página de sucesos, detrás hay una vida”.

La investigación

La falta de pistas obliga a los investigadores a mantener abiertas todas las líneas de investigación: desde una desaparición forzosa a una voluntaria. Diana López-Pinel, madre de la joven desaparecida, señaló recientemente en La Voz de Galicia: “Creo que mi hija Diana fue raptada por encargo y que sigue viva”.

La madre expresó en la misma entrevista las sospechas que mantiene sobre el paradero de Diana Quer: “No la ubico en ningún país concreto, creo saber que en Galicia no va a estar por la celeridad con la que se la llevaron”.

En cualquier caso, Diana López-Pinel admite que “está todo abierto” y que no puede “descartar nada”.

Esa es la máxima que impera en las pesquisas.