Ya sabes que el planeta Tierra en realidad debería llamarse planeta Agua porque la extensión oceánica es sencillamente un 71%. ¿Quién diablos se equivocó al nombrarlo? En este mundo acuático merece mucho más la pena tener el carnet de patrón de barco que el de conductor terrestre. Mientras te lo piensas te propongo 5 libros con los que te sentirás libre con los albatros planeando sobre tu cabeza, naufragarás, pero sobrevivirás y podrás contarlo una noche de luna frente a la candela y te encontrarás a ti mismo que ese y no otro es el pacto que cualquier navegante hace con Neptuno, ese Dios con nombre de fuente madrileña.

El cazador de barcos de Justin Scott. Se trata de un thriller náutico con sed de venganza. Un matrimonio que se adora decide disfrutar de la libertad en su velero, cuando una noche un superpetrolero, apodado Leviatan, se les echa encima por no haber mirado bien el radar. El barco vuelca y la mujer perece ahogada. El patrón, Peter Hardin, que a duras penas consigue llegar a tierra recorrerá el resto de las páginas del libro con el deseo de vengar a su mujer y enfrentarse al capitán del carguero que nunca supo que había hecho naufragar al velero frente a las costas inglesas.

Editorial Juventud. 502 páginas. Primera edición en 1979.

Solo a través del Atlántico. De Alain Gerbault. Testimonio sobre la aventura de su travesía desde Gibraltar a Nueva York en 1923. El marino necesito 101 días y fue el primero en conseguirlo de este a oeste, en solitario y sin escalas. Imagínate los escasos medios con los que contaba, apenas un sextante, sin radio ni motor auxiliar con el que atracar en puerto.

Editorial Noray. Colección Regatas y Travesías. 128 páginas.

Cabo de Hornos a Vela. Bernard Moitessier, nació en Haití y se inició en la navegación con los pescadores del golfo de Siam. Aunque no te embarques, antes de empezar este libro hazte un té caliente y ponte unos buenos calcetines. El autor cuenta la increíble aventura de recorrer 14.216 millas náuticas para cruzar el Cabo de Hornos, incluyendo seis días de temporal en los que su barco, el Joshua, recorrió 600 millas a palo seco, sin ningún velamen

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La bibliografía de Moitessier es en sí misma una epopeya náutica. Muy recomendables son también Un vagabundo en los mares del sur y El largo viaje.

Editorial Juventud. 313 páginas.

La Cacería. Alejandro Paternain. Con prólogo del marino, periodista, escritor y académico Arturo Pérez Reverte, el uruguayo Paternain narra la historia del capitán Basilio de Brito, al mando en 1819 del velero portugués Espíritu Santo que narra una persecución implacable por las costas de Argentina para cazar a La Intrépida, la goleta con patente de corso británica, gobernada por el capitán John Blackbourne.

Editorial Alfaguara. 234 páginas. 2012.

Antología del mar en la literatura. Diccionario de Emilio Barrentxea. Un libro de libros. Porque no se puede resumir la literatura náutica para barco o sofá en cinco títulos, este recoge a modo de diccionario aquellos libros que incluyen los términos. Como ejemplo, Garete (ir o irse al). “Irse la embarcación por cualquier causa empujada por viento, mar o corriente”. Libro recomendado para “irse al garete” :

Rudyard Kipling Capitanes intrépidos. Editoral Juventud, 1944. Editorial Rocamadour. 282 páginas.