Alfonso Casariego, endocrino en el CHUAC (Hospital de A Coruña)

Alfonso Casariego, endocrino en el CHUAC (Hospital de A Coruña) Cedida

Salud

El aviso de un médico gallego sobre dar pescado a niños: "El atún claro debe ser ocasional y en raciones pequeñas"

Limitar el atún y evitar los grandes peces azules que contienen más mercurio son los principales consejos de Alfonso Casariego, endocrino en el CHUAC

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El consumo de pescado en niños pequeños siempre ha sido objeto de debate. Hay quien opta por restringirlo debido a sus posibles efectos tóxicos por el contenido de mercurio. Otros, en cambio, lo recomiendan con moderación, poniendo especial atención en los grandes pescados azules.

¿Qué pescados son más o menos recomendables en niños? ¿Cuántas raciones son las óptimas? ¿Qué beneficios tiene en el desarrollo de los niños? Para responder a estas y otras preguntas de interés sobre este tema, nos hemos puesto en contacto con Alfonso Casariego, especialista en Endocrinología y Nutrición en el CHUAC (Hospital de A Coruña).

"La gran mayoría del pescado que encontramos en el mercado es seguro"

El doctor Casariego asegura que "la gran mayoría del pescado que encontramos en el mercado es perfectamente seguro y cumple con los límites establecidos legalmente sobre contaminantes ambientales".

Si bien el mercurio es el contaminante más conocido en relación al pescado, el especialista hace hincapié en que su presencia se concentra "en algunas especies muy concretas y zonas geográficas determinadas".

En el caso de España, las zonas con más riesgo de mercurio se encuentran en partes específicas del Mediterráneo, "un poco fuera de nuestro ámbito geográfico gallego", señala el doctor.

La clave, según Alfonso, está en "saber escoger bien el pescado y la frecuencia con la que lo consumimos". De esta forma, no debería haber problemas.

"La contaminación por mercurio puede llevar a problemas en el lenguaje"

Uno de los motivos por los que se presta especial atención al consumo de pescados en la infancia es que los niños, al estar en pleno desarrollo, son más vulnerables a los posibles efectos del mercurio. "Es un contaminante que puede cruzar la barrera hematoencefálica, que es lo que protege el cerebro y afectar al desarrollo cerebral", explica.

Esto puede traducirse en problemas del lenguaje, de la atención o de la función motora, entre otros. No obstante, eliminar el pescado de la dieta no es la solución. Casariego subraya que "aporta unos beneficios muy claros".

Entre estos, conviene destacar que es un alimento que aporta proteínas de alto valor biológico, es fácil de digerir y, lo más relevante, contiene ácidos grasos omega 3, que "son antiinflamatorios, ayudan a regular los lípidos en sangre, favorecen el desarrollo del sistema nervioso central y tienen un efecto neuroprotector a largo plazo".

"No encontramos fuentes adecuadas de este nutriente en otros alimentos. Los ácidos grasos omega 3 de origen vegetal no son tan eficaces como los de origen animal marino", aclara el endocrino.

"Se recomienda que los menores de 10 años eviten los peces grandes que acumulan más mercurio"

La clave está en evitar los peces que acumulan más contaminantes. "Cuando hablamos de mercurio, hablamos de grandes pescados azules: el pez espada, el atún rojo, el tiburón, lucio... que están al final de la cadena trófica", señala Casariego.

Estos animales acumulan más mercurio por su tamaño y su dieta, pues comen peces más pequeños y tienden a acumular más cantidades de estos contaminantes. Por ello, "se recomienda que los niños de menos de 10 años eviten estos peces grandes", informa el doctor.

En cuanto a estos, el endocrino insiste en "evitar en la medida de lo posible, o al menos que sea muy bajo su consumo, en cuanto a la frecuencia, el pez espada".

El atún claro en lata, aunque más seguro, debe limitarse en niños a raciones pequeñas, "en torno a 50 gramos a la semana, que es menos de una lata" y de manera ocasional. Además, señala que hay pescados con bajo contenido de mercurio, como "xardas, boquerones, merluza, bacalao, salmón...".

Así, como resumen, "lo que sí se recomienda es que los niños de menos de 10 años eviten estos peces grandes que acumulan más mercurio, pez espada, atún rojo, tiburón, etcétera, y el consumo de atún claro debe ser ocasional y en raciones pequeñas".

Casariego insiste en que "el consumo de pescado es necesario, seguro y saludable". Y añade: "En nuestro entorno, en Galicia, disponemos de una variedad muy amplia de pescado fresco o congelado que se puede incorporar en nuestra alimentación de forma variada y segura".

Con las palabras de Alfonso Casariego, se debe tener en cuenta que el pescado puede formar parte de la alimentación infantil por sus múltiples beneficios nutricionales, siempre teniendo en cuenta la especie y su procedencia.