Las enfermeras jubiladas del Materno Juana Ventureira y Reme Fernández.
Jubiladas en A Coruña tras una vida curando a los niños: "Siempre seremos enfermeras"
Dos veteranas enfermeras de Urgencias del Materno Infantil, Juana Ventureira y Reme Fernández, se juntan hoy con decenas de compañeras del hospital coruñés en el hotel Finisterre para culminar décadas de dedicación a la sanidad
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El momento de la jubilación deja en quien pone fin a su trabajo después de muchos años emociones encontradas: satisfacción frente a tristeza, alivio por un horizonte de tiempo libre por delante frente a angustia por la misma razón. Esto sintieron hace pocos meses las enfermeras de Urgencias del Hospital Materno Infantil de A Coruña Juana Ventureira y Reme Fernández tras cuatro décadas de dedicación a la sanidad y al "cuidado de los niños". Hoy viernes, junto a otra compañera que también ha colgado la bata, se juntan con decenas de sanitarias y sanitarios en una cena especial de jubilación en el hotel Finisterre.
A Ventureira le llegó el retiro el pasado 3 de julio, un día después de su cumpleaños. Lo celebró entre compañeras con una comida en el faro de Oza. Atrás dejaba 43 años en las unidades de Escolares y UCI de Pediatría primero y de Urgencias del Materno después. "Salvo una etapa de 2000 a 2005 en Urgencias del CHUAC, siempre he estado con mis niños del Materno", matiza.
Entre menores ("los mejores pacientes, los más agradecidos") pasó más de cuatro décadas esta antigua alumna de Las Esclavas que encontró su vocación mientras estudiaba la diplomatura de Enfermería. "En el Materno se crea una familia, el clima es maravilloso. Creces con gente que te enseña todo y ya no está y te marchas enseñando todo a los jóvenes que llegan", confiesa.
Juana Ventureira tiene una hermana mayor, Gely, que también pasó por el momento de la despedida laboral tras una vida de dedicación a la salud en el antiguo hospital Santa Teresa. Y su prima-hermana María Jesús, conocida en la Maternidad Belén como La Mami, se jubiló en 2020 tras 45 años ayudando a alumbrar a bebés de A Coruña.
"Humildemente orgullosa"
Otra historia de servicio a la sanidad que será recordada esta noche en la cena del hotel Finisterre será la de Remedios Fernández Anta, "siempre Reme", que fichó en el hospital por última vez el pasado 31 de agosto después de casi 39 años de entrega en el Materno desde 1987, adonde llegó desde el Clínico de Santiago. De la primera promoción de Enfermería de Galicia, en 1980, se formó en Neurocirugía y pasó por las áreas de consultas externas y ginecología, y en los últimos seis años de su carrera reforzó Urgencias, donde coincidió con Ventureira, que la "acogió bajo su ala".
"Estoy humildemente orgullosa de haber trabajado en el Materno con mis compañeras. He estado rodeada por personas maravillosas que me ayudaron en momentos duros de mi vida", admite Reme, hoy acompañada de una pena y de una alegría que le provocan "vértigo".
"No podemos evitar ser siempre enfermeras, para toda la vida", confiesan las dos mujeres ya desde el retiro. Al principio, en los primeros días como jubiladas, se sentían extrañas, pero a ninguna "los pies les devolvieron al hospital", ríen. Hoy se juntarán con la otra compañera retirada, también con cuatro décadas de experiencia en el Materno. Y entre ellas y todas las demás personas repasarán su vida y su trabajo.
