Arde Bogotá vibra en A Coruña en una lluviosa noche de verano

A las 22:15 sonaban los primeros acordes de Veneno. El tema daba el pistoletazo a un concierto de Arde Bogotá que A Coruña no olvidará nunca. "Ha sido una auténtica pasada", decía uno de los asistentes a la salida del concierto.

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Desde Quiero casarme contigo hasta Cariño, el grupo de Cartagena recorrió sus grandes éxitos en una noche de rock que la lluvia estuvo a punto de arruinar, pero que terminó convirtiéndose en un momento inolvidable del verano.

Arde Bogotá enciende A Coruña

Concierto de Arde Bogotá en A Coruña Quincemil

Antonio García (voz y guitarra), Dani Sánchez (guitarra), Pepe Esteban (bajo) y José Ángel Mercader (batería y percusión) empezaron puntuales el concierto en A Coruña, donde miles de seguidores de la banda aguardaban con impaciencia el arranque de la noche.

Después de los conciertos en la ría de Bilbao y el doblete en Cartagena, su ciudad natural, Arde Bogotá llegó a A Coruña con la intención de dejar una huella imborrable en estas tierras, como ya había advertido José Ángel Mercader (Jota) a este medio. Y vaya si lo lograron.

Tras Abajo, Antonio García saludó al público coruñés: "Buenas noches, A Coruña. ¿Qué tal? Menuda noche lluviosa de verano, ¿eh?".

Y la noche solo acababa de empezar. Arde Bogotá arrancó con los primeros versos de Quiero casarme contigo y el público se vino arriba. "Sal quemando rueda de aquí, en un giro letal todos te mirarán", se escuchaba corear al público.

Sonaron temas tan esperados como Qué vida tan dura, Escorpio y Sagitario y Sin vergüenza en un concierto que incluyó también el último single de Arde Bogotá, La torre Picasso.

Pero antes, Arde Bogotá anunció una breve pausa, ya que la lluvia había dañado parte del equipo. El público esperó paciente durante 30 minutos, hasta que la banda regresó al escenario a las 23:30 horas con todas las ganas de hacer vibrar con su rock.

Y tras Virtud y castigo llegó el tema que todos esperaban. La Salvación conjuga dolor, alivio y esperanza en una sola canción. No necesitaba presentación, pero Antonio García quiso decir unas palabras antes de interpretarla.

"Siempre hay una salida", dijo el cantante de Arde Bogotá.

La noche llegaba a su fin, pero el público aún pedía más. Los perros desató la euforia entre los allí presentes, mientras que Antiaéreo trajo un recuerdo cargado de nostalgia que remite a los primeros años de la banda, sin perder eso sí, un ápice de personalidad.

"Ven a saltar cariño, ven a saltar cariño nuestra canción de mierda. Ven a saltar a saltar cariño, ven a saltar cariño nuestra canción de guerra". Así cerraba Arde Bogotá un concierto para el recuerdo. Hoy, la banda ya es historia viva de la ciudad.