Un perro y un gato.

Un perro y un gato. Shutterstock

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¿Debería esterilizar a mi mascota? Dos veterinarios de A Coruña despejan las dudas

Esta es una práctica extendida y segura, aunque no libre de preocupaciones

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Tener un animal de compañía conlleva muchas alegrías, pero también responsablidades. Las personas que tienen un perro o gato deben cuidar su salud y, entre otras cuestiones, llegado un punto surge la duda de si estirilizar o no a la mascota. Esta es una práctica que, junto a la castración, está muy extendida y es segura, pero no está libre de dudas. 

Samuel Ramos, veterinario de la Clínica Ópera, señala que este procedimiento debe llevarse a cabo dependiendo de cada individuo aunque sí se debería realizar "en la gran mayoría de los casos".

Lo mismo apunta Andrea Mosteiro, de Veterinaria Vilaboa. La experta sostiene que "en general y en la mayoría de las ocasiones es recomendable". 

Esta práctica no debe, de todas formas, confundirse con la castración. "Por un lado está la esterilización, en la que se anula la capacidad de procrear, manteniendo intactos los órganos reproductores y la conducta sexual, y por otro, la castración, donde al extraer completamente las glándulas sexuales no solo se eliminan las capacidades reproductoras sino también los cambios de comportamiento provocados por el deseo de procrear", detalla Ramos.

Por ese motivo, la recomendación general es la de optar por la castración. María Ortega, del centro veterinario Mom, señala que esta opción "es mucho más beneficiosa porque los efectos, en el caso de las hembras sobretodo, eliminan posibilidad de infecciones uterinas o tumores ováricos".

Cuándo esterilizar a una mascota

Ante la duda de si esterlizar o no a un perro o un gato, Mosteiro lo tiene claro: "Debemos hacerlo siempre que nuestro veterinario nos lo recomiende".

En cuanto al momento oportuno, la veterinaria explica que no hay "una regla fija y cada caso se debe estudiar individualmente". Teniendo esto en cuenta, no se debe castrar ni esterilizar a un animal antes de que su desarrollo sexual se haya completado, algo que en el caso de los perros incide en su tamaño.

En este sentido, los perros de menor tamaño podrían castrarse antes que aquellos de razas grandes. Según Ramos, en este caso habría que esperar al año y medio de edad, bajando a un año en el caso de perros de entre 10 y 25 kilogramos y esperando solo 7 meses para los más pequeños.

"(La ventaja de esterilizar a una mascota es) la gran cantidad de enfermedades que bien eliminamos por completo la posibilidad de padecer, o reducimos mucho la posibilidad de padecerla"

Andrea Mosteiro, de Veterinaria Vilaboa

También varía según el sexo. De acuerdo con Mosteiro, en el caso de las hembras, según la última actualización de los grupos expertos en reproducción en España, el momento idóneo se sitúa entre el segundo y el tercer celo. 

En gatos, esta práctica está todavía más recomendada siempre y cuando no se dedique a la cría y debe realizarse en torno a los seis meses de edad.

Aunque en el caso de los perros no existe una obligación de llevar a cabo estos procedimientos, la ley de protección de los derechos y el bienestar de los animales señala que se deben "adoptar las medidas necesarias para evitar la reproducción incontrolada de los animales de compañía".

Ventajas e inconvenientes de la esterilización de perros y gatos

Ramos indica que varios estudios demuestran que castrar a una mascota "disminuye, y mucho, la posibilidad de padecer ciertos tumores dependientes de las hormonas sexuales", sobre todo en hembras.

En este mismo sentido, para Mosteiro, la principal ventaja de esterilizar o castrar a una mascota está en "la gran cantidad de enfermedades que bien eliminamos por completo la posibilidad de padecer, o reducimos mucho la posibilidad de padecerla".

Otro punto positivo que señala la veterinaria está en la "eliminación de la ansiedad que puede producirles el impulso de reproducirse", además de evitar el nacimiento de "muchas camadas indeseadas que en ocasiones pueden terminar en abandonos".

El único inconveniente, según detalla Ramos, estaría en un riesgo de obesidad. Teniendo esto en cuenta, como su metabolismo se ralentiza "al estar privado de las hormonas sexuales", los propietarios deben ser más cuidadosos con la comida que le dan al animal.