Calle Real, 63, en A Coruña

Calle Real, 63, en A Coruña Quincemil

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El "local maldito" de la calle Real de A Coruña se convertirá en una heladería

El número 63 de la calle más transitada de la ciudad tendrá nuevo dueño, el cuarto en cuatro años

Más información: Uno de los pubs más conocidos de A Coruña reabrirá como su primer bar temático de magia

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Después de décadas de cambios y varios intentos fallidos de negocios, el local "maldito" del número 63 de la calle Real se prepara para estrenar un nuevo proyecto: una heladería. Un siglo después, el espacio volverá a tener nuevo dueño, dispuesto a darle un giro definitivo a su historia.

Empezó como una farmacia, y de ahí pasó a cafetería, local de copas e incluso a local de copas con espectáculo de magia. Ninguno triunfó.

De la farmacia no hay una fecha exacta de su fundación, pero se sabe que en 1929, la familia de Luis López Abente trasladó el negocio al número 63 de la calle Real.

Los de la farmacia se retiraron a tiempo y se trasladaron a Monte Alto, dando paso a una larga lista de locales de hostelería que no terminaron de funcionar. De un día para otro, se pasó de vender medicamentos a cafés con El Real 63.

Con el cierre de este último en 2021, hasta hoy, cuatro años después, han ido (casi) un negocio por año. Y va entre paréntesis porque el local ha estado más tiempo cerrado que abierto.

De ahí se pasó al Tre Parole, más enfocado a la hostelería nocturna. Cerró en 2021. Después llegó La Botica, en honor a sus orígenes, que también tuvo mala suerte. Y, por último, La Botica Encantada, algo parecido, pero con el añadido de espectáculos de magia.

Cada vez que abría uno, parecía convertirse en el local de moda de la ciudad: por su decoración, ubicación y espacio. Un local de dos plantas, con doble acceso desde la calle Real y la Marina de A Coruña, en una zona privilegiada si se quiere dedicar al ocio nocturno.

Sin embargo, sin saberse muy bien la razón, a los pocos meses de abrir, todos tuvieron que cerrar. La farmacia, cuya fachada todavía conserva los apellidos de la familia fundadora, se mantuvo casi todo el tiempo con la verja echada.

Un nuevo rumbo

Con el próximo proyecto, la heladería, el establecimiento sufrirá una transformación notable, pasando de negocios nocturnos a uno pensado para el día. Podría convertirse en la primera heladería de la Marina llegando desde los Cantones, perfecto teniendo en cuenta que muchos de los paseantes proceden del Obelisco.

Si bien tiene bastante competencia -Bico de Xeado, Colón, Ibi y, llegando a la ciudad vieja, La Puerta Real-, su espacio amplio permitiría ofrecer un servicio diferente al de una heladería tradicional, con posibilidad de sentarse y consumir otros dulces que no tengan que ser helados.