Carlos Cordero, Francisco Oliveira, Damian Seoane Ignacio Álvarez Demon, del After Surf
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El club social de Bastiagueiro, en Oleiros (A Coruña), abierto para todo el mundo
Mucho más que surf y vistas al mar: After Surf se consolida como un punto de encuentro gastronómico y social en Bastiagueiro
Más información: El After Surf de Bastiagueiro, a minutos de A Coruña, reabrirá completamente transformado
En lo alto de la playa de Bastiagueiro, en Oleiros (A Coruña), el local After Surf se ha reinventado con fuerza.
Hace apenas cinco meses abrió sus puertas con un nuevo concepto que busca ser mucho más que un simple restaurante o un alojamiento frente al mar. Gracias a su contacto directo con el mundo del surf, se ha convertido en una especie de club social.
A última hora de la tarde, la terraza del After Surf se llena de melenas despeinadas y caras morenas cubiertas de salitre.
"Intentamos que vaya todo de la mano. Que la gastronomía, la música, el surf… todo tenga la misma línea y que nada desentone", explica Carlos Cordero, gerente de la parte del restaurante.
Alberto y Juan llevan la escuela de surf. Ete fue realmente el origen de After Surf, sin embargo, no se limita a un público exclusivo. Cada vez es más gente la que busca este tipo de ambientes.
"Queremos que sea un sitio para todo el mundo", cuenta Cordero. Y lo consiguen: familias, jóvenes, locales, turistas, clientes del hotel… todos encuentran su hueco en este rincón de Bastiagueiro.
Comedor After Surf
La clientela es variada y la carta también. Platos pensados para todos los gustos, con una propuesta diferente pero accesible, en un ticket medio que no pretende excluir a nadie. "Queremos ofrecer algo que no se ofrezca en la zona, pero sin dejar a nadie fuera".
Dos espacios, dos formas de disfrutar
After Surf se divide en dos zonas. La parte superior, que funciona como comedor y espacio de desayunos, con una carta más elaborada.
Mientras que la terraza inferior, abierta desde las 12:30, con un enfoque self-service más informal: sushi los fines de semana, hamburguesas, pizzas y platos fáciles de compartir. "Aquí el ambiente es más dinámico, pensado para fomentar la interacción y el ambiente distendido", explica.
Un hotel con vistas únicas
Además del restaurante y la terraza, After Surf cuenta con un pequeño hotel de siete habitaciones, cuatro de ellas con impresionantes vistas a la playa.
La estética sigue la misma línea que el resto del proyecto: materiales naturales, hormigón pulido, madera de batea, limpieza visual y calidez. Una propuesta cuidada para quienes buscan desconectar sin perder el vínculo con el entorno natural.
Aunque ahora mismo están centrados en consolidar la temporada de verano, la idea es seguir evolucionando. En invierno, se retomará el menú del día y se hará una revisión completa de la carta. "Queremos trabajar con producto de temporada, dar vueltas a la propuesta, seguir mejorando", concluye Carlos.