
Vista del estuario del río Anllóns y la cima de Monte Branco Ponteceso
No lo sabías: una de las dunas más altas de Europa está en Galicia y alcanza los 180 metros
La Costa da Morte alberga espectaculares paisajes con el océano Atlántico de fondo. Hoy hablamos de la duna de Monte Branco
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El paisaje de Galicia es una mezcla de belleza natural y diversidad geográfica. En esta región del norte de España conviven en perfecta sintonía exuberantes bosques verdes y playas salvajes entre acantilados.
Entre los destinos más populares durante los meses de verano, destaca la Costa da Morte. Este escarpado geodestino coruñés alberga espectaculares paisajes con el océano Atlántico de fondo.
Una montaña blanca de 180 metros de altura

Duna rampante de Monte Branco, Camariñas.
Quién visita por primera vez la Costa da Morte, sueña con regresar. Más allá de Fisterra y Muxía, lugares únicos como la duna de Monte Branco seducen a los visitantes más intrépidos. Con sus 180 metros de altura, es una de las dunas rampantes más altas de Europa.
El término "duna rampante" o "duna trepadora" hace referencia a un tipo de duna que se forma cuando el viento empuja la arena por una ladera de una montaña o colina hacia arriba, formando una especie de montaña blanca de considerable altura.
En Ponteceso (A Coruña), en el corazón de la Costa da Morte, se localiza una de las dunas rampantes más altas de Europa. La duna de Monte Branco ocupa el tercer lugar en el ranking continental, por detrás de la Dune du Plat, con más de 60 millones de metros cúbicos de arena fina repartidos en 87 hectáreas de superficie.
Para hablar de los orígenes de la Duna de Monte Branco nos tenemos que remontar 7.000 años atrás, cuando empezó a formarse este auténtico espectáculo de arena blanca, cuyo cerro arenoso se alza en la actualidad por encima de los 180 metros de altura.
Este pico recibe el nombre de Petón da Farola y desde él se puede observar una panorámica increíble de la villa de Ponteceso, la ría de Corme y Laxe, la desembocadura del río Anllóns y en días despejados y con buena visibilidad la ensenada de Lodeiro.
El paisaje que rodea a la duna de Monte Branco es uno de los más vírgenes y bonitos del litoral. Su figura se hace aún más especial gracias a la vegetación que cobra vida a lo largo y ancho de sus laderas: las camariñas.

La fruta de la caramiña
En peligro de extinción, la planta Corema álbum es un arbusto endémico del litoral atlántico de España. Se caracteriza por sus pequeñas flores blancas o rosadas y sus frutos del mismo color, que se asemejan a las grosellas.
La camariña se encuentra en arenales marítimos y dunas como la de Monte Branco, y es parte del imaginario común. Aparece en grandes clásicos de la literatura española, como Platero y Yo, de Juan Ramón Jiménez.
"Las camarinas, esas perlas comestibles que llenaron toda mi infancia. Esas camarinas blanquiverdes, con su semilla negrita transparentándose, tan recónditas, tan perfectitas, tan riquísimas de su sabor acidoso, esas camarinas de la playa que sólo se crían en Moguer", refiriéndose a las que crecían en Huelva.
En definitiva, la Costa da Morte es un lugar de contrastes y enorme belleza. A medio camino entre el mar y la montaña, la duna de Monte Branco se alza a 180 metros de altura, ofreciendo una panorámica envidiable de la zona.