Julia, vecina de O Incio (Lugo) tras dejar A Coruña
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Julia deja su negocio en A Coruña y emprende en el rural gallego: "A limitación é a falta de veciñanza"
De la plaza de San Andrés, en pleno centro de A Coruña, hasta O Incio (Lugo), para continuar su proyecto y darle una nueva vida
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Julia tenía un proyecto creativo en la plaza de San Andrés (A Coruña) que decidió abandonar para trasladarse a O Incio (Lugo) y comenzar una nueva fase de su Grelería. El objetivo era conseguir un espacio cultural vivo y respetuoso con el medio ambiente y el entorno, y vaya que si lo ha conseguido.
En plena montaña lucense se desarrolla Grelería, un espacio de convivencia y creación en la montaña. Se trata de un proyecto que se aleja del modelo tradicional urbano para abrazar y acoger el formato de residencia artística en el rural de Galicia.
Del centro de A Coruña al rural lucense
Espacio de convivencia en la Grelería
Julia se mudó directamente de la ciudad de A Coruña a O Incio después de llevar a cabo algunos preparativos y cambios en la programación de la Grelería, por lo que el nuevo proyecto cuenta con unas características diferentes, aunque "moita parte de enerxía que había en Coruña, dalgún xeito segue aquí".
"Agora é un espazo, unha morada cultural, e a actividade principal son as residencias artísticas, pero tamén organizamos obradoiros e xuntanzas", explica Julia. Su vida y el proyecto están más que consolidados, por lo que ya lleva más de un año viviendo en O Incio. "Xa pasei o primeiro inverno, que é a proba de lume", dice entre risas.
La decisión de mudarse no fue impulsiva, sino que decidió hacerlo gracias a contar con un proyecto sólido que le daba la seguridad necesaria para ello. "Tiven a oportunidade de vivir nesta casa, que é unha casa familiar, e a verdade que tiña ganas de facelo fai tempo", cuenta.
La experiencia anterior en el proyecto coruñés, que describe como "súper inspiradora", fue clave para dar el salto. "Notei que tiña a confianza de montar aquí unha evolución da Grelería", explica.
La Grelería actual funciona sin conexión a Internet ni WiFi, y apuesta por una convivencia vegana y creativa en la que las tareas se organizan de forma organizada y horizontal. "Encántame non estar conectada dentro da casa. As residentes tamén falan de que aproveitan mellor o tempo, que as distraccións son moito menores, e iso gústame bastante".
Esta falta de Internet Julia la toma como un beneficio aunque tenga que buscar señal a unos metros de casa, algo que para ella es más una ventaja que un problema.
Creación en la montaña
No obstante, entre las limitaciones que encuentra destaca "a falta de veciñanza, iso si que me da pena, tamén hai servizos que poderían ser mellorables, pero eu estou encantada", dice Julia. Sin embargo, no duda en afirmar que para ella ha sido un cambio muy positivo.
Respecto a la soledad que se puede sentir en el rural debido a los pocos habitantes, Julia no se siente sola; "Sempre andan amigos por aquí ou o meu compañeiro, que vive a media hora. E coas persoas que veñen de residencia cúbrese ese oco que podería haber como de soidade", explica.
A través de la programación cultural y las jornadas de puertas abiertas intenta hacer redes con las pocas vecinas de la zona y con todo el público que se acerca a formar parte de las residencias desde diferentes puntos de Galicia, incluidos algunos de los adeptos a la Grelería anterior de A Coruña.
Respecto a los retos del rural, comenta que uno de los más problemáticos es la poca o escasa oferta de alquilar a largo plazo. "Estaría ben que a xente fora máis flexible coas súas propiedades e non só alugara para vacacional, senón para manter vivo o territorio", dice Julia contundente.
La nueva etapa de la Grelería en O Incio
Grelería en O Incio
En su camino para llegar a tener el gran proyecto que tiene hoy en día en O Incio, Julia destaca que fue fundamental el apoyo de la plataforma Holapueblo, que ayuda a repoblar diferentes pueblos del rural gallego que pierden población a pasos agigantados. "Sei de boa man que curran moitísimo. Sempre están dispostas a sacar un rato para falar".
"É un programa súper interesante, moi auténtico e honesto", asegura sobre la plataforma. Así, le encantaría que existiese una escuela de oficios rurales típicos del lugar, porque "hai moito coñecemento que se perde cando a xente se xubila ou morren os artesáns".
Además de las residencias para las que hay plazas limitadas, la nueva etapa de la Grelería incluye obradoiros de fin de semana, de viernes a domingo, a partir del próximo otoño/invierno, con propuestas de actividades como ilustración botánica, cerámica o pintura del paisaje, entre otras.
Así, tanto en las residencias como en los futuros obradoiros, Julia dice que tratan de "facer unha convivencia linda, pasar eses días compartindo os procesos creativos, coñecendo a contorna e participando en actividades. E despois, un dos días das residencias, facemos unha xornada de portas abertas, que sempre inclúe unha actividade para as veciñas e colegas que veñen".
Dicho esto, conviene recalcar que Julia es ilustradora y que su proyecto de la Grelería no está pensado para ganar beneficio con él, sino que este se mantiene por sí mismo y su intención no es, para nada, ni laboral ni económica.
"Sinto más fácil vivir de xeito coherente aquí, que na cidade", termina Julia.