Autovía AG-56.
La Xunta licita el proyecto para convertir el corredor Brión-Noia en autovía
El primer tramo del desdoblamiento, entre Brión y Urdilde, contará con dos carriles por sentido y supone un paso clave para mejorar la conexión entre Santiago y Noia
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El Consello da Xunta ha autorizado este lunes la licitación de las obras del primero de los tramos para la conversión en autovía de la Vía de Altas Prestaciones (VAP) Brión-Noia, por un importe de 11,2 millones de euros.
Se trata del primer tramo de la fase inicial de esta actuación de desdoblamiento, y se actuará en una longitud de 4,9 kilómetros entre Brión y el enlace de Urdilde (entre los puntos kilométricos 11+640 y 16+600). Tras la autorización del Consello, la Xunta licitará las obras en los próximos días. El plazo de ejecución estimado es de 18 meses.
Este paso da continuidad a la aprobación en el mes de febrero del proyecto de trazado del desdoblamiento de la CG-1.5 entre el final de la autovía Santiago-Brión y el inicio del tramo Martelo-Noia, con una inversión estimada que superará los 29 millones de euros.
En concreto, la carretera proyectada en el desdoblamiento contará en cada calzada con dos carriles de 3,5 metros, arcenes de 2,5 metros exteriores y 1 metro interiores, y dispondrá de una mediana de 3 metros entre los bordes de los arcenes de las plataformas contiguas, dando continuidad a las características de la autovía en el tramo Santiago-Brión.
En el marco de las obras previstas, se llevarán a cabo algunas modificaciones en la conexión con la autovía Santiago-Noia (AG-56), con el objetivo de adaptar el trazado existente a la nueva autovía. Una de ellas será la reconstrucción de los taludes del desmonte en la margen izquierda en dirección a Noia, para obtener el ancho necesario para la nueva sección.
En la obra que se va a licitar se conservará el enlace de Urdilde, y será objeto del desdoblamiento la ejecución definitiva de los ramales de la calzada a desdoblar. Sin embargo, el ramal de entrada en Gundín desaparecerá con la ampliación de la calzada, al no ser físicamente posible su conservación con el desdoblamiento de la vía.
