Una persona mirando el cartel de una agencia inmobiliaria en una imagen de archivo.
La odisea de encontrar piso en A Coruña al estudiar por primera vez fuera de casa: "Casi no hay oferta"
Los estudiantes, una vez conocen dónde van a poder continuar con sus estudios al finalizar el proceso de selectividad, deben encontrar en muchas ocasiones un lugar en el vivir
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Si ya de por sí encontrar un domicilio en A Coruña no es sencillo para una situación habitual de un alquiler de larga duración, hacerlo para un estudiante se complica todavía más. Y cuando se suma en esta ecuación la variante de ser la primera vez, estos jóvenes nacidos en su mayoría en el año 2007, o 2006 si son repetidores, tienen ante sí un reto mayúsculo.
Las nuevas opciones de movilidad han permitido que esa escena tan habitual de irse a vivir fuera para estudiar, casi en modo emigrante de una película, haya ido reduciéndose. Incluso el avance de las nuevas tecnologías ha mitigado las distancias, permitiendo que la comunicación sea más sencilla.
Aun así, durante el que muchos catalogan como "el mejor verano de su vida" porque será seguramente el último con casi ninguna obligación, varios estudiantes explican a Quincemil cómo está siendo, o cómo fue, la búsqueda de su nuevo hogar, al menos durante los próximos meses.
Cuando la distancia es corta pero la comunicación inviable
Manu es un chico de Fene. Una vez aprobada la selectividad, su objetivo se ha convertido en realidad y podrá estudiar ADE en A Coruña. Que el tren tenga unas líneas "no acordes a los tiempos que vivimos" no ayuda a poder plantearse el sustituir la mudanza por el desplazamiento diario.
"Si viviera en A Coruña o en Santiago, lo haría y estaría con mis amigos pero no tengo carnet de conducir y no tengo forma de moverme, porque los buses no me encajan en los horarios", explica en conversación con Quincemil.
Su búsqueda ha sido sencilla, pero es una excepción. "Le eché un poco de morro y estaba en un grupo de WhatsApp de fiestas. Ahí encontré un enlace a un grupo de pisos compartidos, y le hablé a los que van a ser mis nuevos compañeros en cuanto lo anunciaron. Está bien situado el piso, cerca de la estación de bus, de precio razonable y la habitación no es pequeña. Mi madre dice que es mejor de lo que esperaba", explica entre risas.
Esta vía para buscar piso es una novedad en los últimos años. Usar vías de comunicación más interpersonales como WhatsApp e incluso X (el antiguo Twitter) y perfiles tematizados de Instagram permite acercarse a una oferta mayor y a poder negociar, o conocer, directamente las condiciones del piso, pero no te deja exento de poder tener una mala experiencia.
Sergio, desde Lugo, aún lo está buscando
Sergio vendrá a vivir a A Coruña desde Lugo ciudad. Acostumbrado a la ciudad de las murallas, ahora afronta como un reto planificar su nueva vida. Quería ir a una residencia, pero no cree que pueda conseguir plaza. Ahora, en una primera fase de aterrizaje, tira de "mis amistades" para buscar piso.
"Mis padres quieren verlo y vamos a verlo antes de decidir, pero es que casi no hay oferta. A lo único que puedo acceder es porque mis amigos saben de otros amigos que van dejando. Me han pasado los contactos y ahora estos días nos acercaremos y espero que lo cerremos", explica a Quincemil con un tono de ganas de que esta situación quede zanjada.
La ubicación no es algo que le preocupe mucho de inicio. "Estoy acostumbrado a caminar. No tengo problema, aparte en A Coruña hay buses urbanos que me pueden servir", pero no coinciden en ese mismo aspecto sus padres, que quieren que el piso esté cerca de su futura facultad, la de Derecho. Y sobre todo, que las comunicaciones sean óptimas.
Hasta ahora, ha visto fotos de algunos y le sorprende. "Había visto reportajes, pero es verdad que eran en Santiago. Sé que no voy a vivir como con mis padres y tengo que aprender a hacer yo las cosas, pero tampoco esperaba que estuvieran tan bien", dice.
Tres amigas de la zona de Boimorto y Teixeiro, y una búsqueda sin parar
La búsqueda no abarca solo a los futuros estudiantes, sino también a sus familias. Es el caso de Sonia Crego, que ha tenido que desplazarse desde Boimorto para buscar una solución habitacional para su hija y dos amigas. Berta, Joana y Erika van a estudiar un doble grado de ADE y Derecho, Económicas y Educación Infantil y desde septiembre necesitan un lugar donde hacer vida, algo que harán juntas.
"La búsqueda es un caos. Este viernes vimos cuatro, porque uno se nos cayó en el último momento, es algo que no veo muy lógico porque nosotros venimos desde Boimorto. No es serio, y eso que era a través de una inmobiliaria. Nos avisaron con media hora", dice en conversación con Quincemil.
"Hay anuncios que no se pueden ni entender, es perder el tiempo. Vimos tres en la zona del Ventorrillo, y no nos valía, ya no solo por el estado del piso, sino por la mala comunicación con la universidad. Tenían que coger dos autobuses, no era viable el tiempo que les llevaba", comenta.
"Al final conseguimos cerrar uno con un contacto de tú a tú con el dueño, en la zona de Monelos. Ha sido mucho más sencillo, más fácil, nos ha puesto facilidades. Tuvo durante cinco años seguidos a las mismas estudiantes y siempre está más preocupado que una empresa", reflexiona.
Esta nueva vida de las tres chicas, que tendrán horarios diferentes y por tanto ritmos de vida diferentes aunque compartirán el espacio vital, genera un coste importante que soportan las familias porque casi "no hay opciones para una residencia pública". Y es que en ese sentido, las plazas son muy limitadas y las opciones privadas se encarecen mucho con respecto al presupuesto que manejaban estas familias.
La vía de la inmobiliaria, una opción más
Recurrir a la vía tradicional es otra de las opciones que se encuentran los futuros estudiantes o, a veces por delegación, sus familias. Las inmobiliarias, según su perfil de público, tienen también pisos dedicados a ello. Algunas de las consultadas por Quincemil insisten en que la oferta que manejan es baja, pero intentan darle salida a las solicitudes. Nada se acerca, todavía, a las "largas colas" que se vieron en Santiago de Compostela recientemente.