Constantino Fernández Pico. presidente de Altia, durante el evento de celebración de los 30 años de la consultora.
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La empresa coruñesa Altia se refuerza frente a los gigantes con tres adquisiciones en el horizonte
La compañía gallega, que sigue financiándose solo con recursos propios, prevé alcanzar los 300 millones de facturación en 2025 y mantener su independencia frente al capital riesgo
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El mercado de la consultoría vive un momento de intensa transformación, con fusiones, compras y fondos de inversión consolidando grandes grupos internacionales.
En ese escenario, Altia, consultora española con sede en A Coruña y más de 30 años de trayectoria, busca mantener el ritmo sin renunciar a su independencia.
La compañía planea tres nuevas adquisiciones, dos en España y una internacional, con integraciones "profundas", según explicó su fundador y presidente, Constantino Fernández.
El directivo aseguró que "no existe un mandato de búsqueda activa, sino que las operaciones surgen por oportunidad y encaje".
Una de las empresas bajo análisis opera en parte en el ámbito de defensa, un sector que Altia considera estratégico.
"Si esa operación se concreta, daremos un salto en ese ámbito; y si no, seguiremos donde estamos", señaló Fernández, que insiste en una política de prudencia: "Nunca basamos nuestro crecimiento en compras. Si aparecen, sumarán; pero proyectamos con lo que ya somos".
La firma prevé alcanzar los 300 millones de facturación en 2025 y superar los 330 millones en 2026, con un beneficio neto que crecerá un 57%, hasta los 24 millones. Todo ello sin contar las posibles adquisiciones.
"Tenemos muy poca deuda porque no somos amigos de la deuda", explicó Fernández, que mantiene el 81% del capital y nunca ha vendido participaciones salvo las necesarias para dar liquidez en bolsa. "Si necesitamos financiación para alguna operación, la palanca de la deuda está ahí, pero como último recurso".
El presidente subrayó que Altia no busca integrarse en grandes conglomerados ni dar entrada a fondos: "Queremos seguir siendo una empresa de modelo familiar. No estamos en el camino de integrar para vender, sino de crecer liderando".
Competencia y el impacto de la IA
Fernández reconoció que el mercado está sometido a una fuerte presión de precios: "Grandes compañías aplican descuentos muy arriesgados, que podrían rozar el dumping".
Frente a ello, Altia apuesta por ofrecer una "propuesta de valor sólida y diferencial". Actualmente, el sector público representa el 40% de su facturación, junto a clientes estratégicos como Inditex, para quien digitaliza procesos logísticos.
Sobre la irrupción de la inteligencia artificial, el presidente aseguró que su impacto será positivo: "La IA aportará eficiencia, no despidos. Puede mejorar la productividad un 20%, lo que en márgenes de un dígito es muy relevante, pero seguiremos creciendo en personal".
Altia cuenta con más de 4.000 profesionales de 41 nacionalidades, el 98% con contrato indefinido. En 2024 invirtió más de cuatro millones de euros en formación, reforzando la conciliación y el teletrabajo. "El talento es la otra cara de la moneda junto al cliente. Por mucha tecnología que tengas, la diferencia la marcan las personas", afirmó el empresario coruñés.
Internacionalización y crecimiento sostenido
Con presencia en diez países, Altia tiene posiciones consolidadas en Portugal y Latinoamérica, y nuevas oficinas en Francia y Reino Unido.
La compañía prevé que el negocio internacional vuelva a ganar peso tras las últimas operaciones en España.
"Lo importante no es dónde crecemos, sino hacerlo de forma sólida en todos los mercados", resumió Fernández.